Capítulo 4

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La mujer caminaba en la noche con dos bolsas del mercado. Llevaba además carpetas, informes, análisis y las provisiones que recién al salir del trabajo pudo comprar. Faltaban dos cuadras para llegar a su departamento cuando tropezó y cayo al suelo. Shizune estaba tan cansada y frustrada que le costo empezar a juntar el tiradero de cosas.
De pronto, un hombre apareció y sonriéndole le dijo:

-veo una damisela en apuros, mi especialidad.

-hola Naruto-kun, -dijo sonriente- ¿Me ayudas?

El rubio la ayudo naturalmente y también la acompaño hasta la casa de la mujer. Ingresaron al comedor y luego de poner todo en la mesa, el rubio simulo que retiraría.

-gracias por todo Naruto-kun, -le dijo la mujer- Tsunade-sama parece haber rejuvenecido.

-de nada Shizune –contesto sonriente- quería agradecerte….por curarme y cuidarme cuando volví a la aldea.

ambos se miraban con evidentes intensiones ocultas. Shizune le había visto desnudo en la revisión médica y al recordarlo, ciertos calores en su cuerpo surgieron. Naruto la miraba profundamente y enseguida supo por donde venia el asunto.

-Shizune, -suavemente- seguramente estas cansada por el trabajo pero….

-¿pero…? –le alentó a continuar

-me gustaría tomar un te en compañía y…- sonriendo suavemente- ya sabes…hablar sobre estos años pasados.

Shizune sonrió y muy ingenua creyó que Naruto necesitaba desahogarse de las actitudes raras que venia teniendo. Rato después bebieron el te y charlaron. Naruto saco una botella de sake de un pequeño bolso y continuaron la charla. Shizune no solía beber, pero alentada por la "amabilidad" de la visita, decidió acompañar al Uzumaki. Una hora después, mas relajados, Naruto empezó a contar de sus viajes y de las cosas que había echo.

-te has vuelto un pervertido, -le susurro la mujer- Naruto-kun.

-¿pervertido? –Fingiendo inocencia- no lo creo, solo digamos que aprendí, algunos trucos.

-ten cuidado con lo que haces en Konoha, -sonrisita- conozco alguien que te matara si te pasas de listo.

-ese "alguien", no me asusta, -le aseguro sensual- además, no todo es sexo.

-¿Qué dices? –sorprendida

-Por ejemplo, veo que estas muy cansada –bebiendo- sin embargo, podría complacerte sin necesidad de sexo.

Shizune sabia que estaba mal, sabía que si no detenía el curso de la charla, las cosas podían terminar muy mal. Sin embargo, hacia mucho tiempo que no tenia pareja ni relación. Hacia tiempo, que su cuerpo lo tocaba solo ella, y necesitaba más. Sumados al claro efecto del sake en alguien no acostumbrado, produjo un…"descuido".

-¿Por ejemplo? –sugirió sonrojada

Naruto se paro de su silla y rodeando la mesa se coloco a espaldas de ella. Comenzó a masajear suavemente sus hombros. Lento, profundo usando las yemas de sus dedos para relajar los cansados músculos de la mujer. Ella cerró los ojos excitada, su cuerpo acumulaba mucha tensión y malas posturas por tanto documento por llenar.

El cuerpo de Shizune comenzó a "ablandarse", comenzó a olvidar todo prejuicio sobre la situación que podía pasar. Ese masaje era cada vez más intenso y mejor. Sin que ella lo notara, Naruto le bajo el kimono por debajo de los hombros. Ahora tocaba su piel y usaba suaves descargas de chakra para intensificar el trabajo de sus dedos.

Shizune comenzó a suspirar levemente, estaba relajada al máximo, mas podía decirse que estaba indefensa. El rubio le lleno la copa en la mesa y le siguió dando de beber sin dejar de trabajar en su cuerpo. Rato después, eran los labios de Naruto los que suavemente recorrían el cuello de la bella morocha. Ella estaba entregada, y el rubio poniéndose de costado a ella, la tomo por la barbilla y aprovecho el "regalo" besándola en los labios.

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