Capítulo 13

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Uchiha Madara entro por las puertas de la prisión como un emperador. 8 rebeldes luchaban contra 3 guardias y el combate no era parejo. De un solo movimiento de manos, basto para aplastar contra los muros a los presos como cucarachas.

-SHIRA TENSEI –gruño el Uchiha

-Ma….dara? –dijo un guardia sentado en el suelo y muerto de miedo

El guerrero del Sharingan avanzo por la gran galería y camino con tranquilidad entre la batalla en cada rincón del lugar. Entro al patio principal y 3 rebeldes lo atacaron. Desvió sus cuchillada con sendos movimientos de manos, tomo del cuello a un rebelde con su mano izquierda, y asesto un derechazo en el rostro de otro enemigo. El tercero cometió el error de mirarlo a los ojos y un Genjutsu lo paralizo cayendo derrotado.

Piso por piso, zona por zona, los capitanes que sabían bajo quien servía Madara tan solo retiraron a los heridos dejando al sangriento Uchiha hacerse cargo. Una hora después, el motín estaba sofocado. De 50 sometidos, 33 muertos y 17 recapturados. Uchiha Madara, Naruto Uzumaki había cumplido su misión.

Kabuto y Torune, rastrearon y capturaron a los 7 fugitivos. Solo 3 horas les tomo para dejarlos al cuidado de Ibiki Morino y la división "interrogatorios". Torune había usado sus micro-insectos para debilitarlos y enfermarlos a tal punto, que los presos agradecieron caer en manos de Ibiki para liberarse de Kabuto y su secuaz.

Yamato en tanto, informo a Tsunade los detalles de la misión realizada por las invocaciones. La líder se ofusco por la no presencia del Sannin, pero Yamato señalo que de una u otra manera Naruto siempre estaba "presente" en ellos.

Cuando las invocaciones regresaron a la mansión, Kabuto y Madara habían descubierto a través de los presos que alguien de los ANBU había colaborado con el motín. Yamato señalo que el consejo de ancianos había se había reunido con los Hyuuga y 3 clanes adictos secretamente. Se moverían pronto, era un hecho que lo harían.

Esa madrugada, en la habitación de Naruto, el rubio despertó y casi de ojos cerrados fue al baño. Su cuerpo estaba en su máxima relajación y eso le daba algo de sueño por la costumbre de vivir siempre tensionado. Salió del baño para ir a la cama y recuperar algunas horas de sueño cuando vio un hermoso cuadro.

Boca abajo, con su rostro suave sonriendo de lado, Konan dormía completamente desnuda regalándole un magnífico espectáculo. Su cuerpo esbelto, su sedoso cabello, esos ojos grises que solo para el mostraban la intensidad de sus emociones. El rubio la vio como lo que era, un ángel, su ángel.

Subió a la cama y aunque el deseo de dormir era evidente, ahora otros deseos afloraban insaciables. En un delicioso caminito de besos subió desde un pie, pantorrilla, subió por el torneado muslo, escalo por el firme glúteo y la sintió gemir. Podía fingir que dormía pero no cuando Naruto la tocaba tan dulce, tan…..único.

Ella se dio vuelta en el instante que el llego para besar sus labios. Su calor era embriagante, Naruto era un llamado al descontrol total. Konan jamás había sentido tanta debilidad en una situación, pero no le importaba sentirse débil con él, porque Naruto siempre la protegería.

-Naruto….-dijo como pudo por gemir- ¿no fui suficiente, para ti?

-claro que si, –dijo el sonriendo- me gustas demasiado. Deberíamos haber empezado mucho antes con esto. –señalo travieso

-ahora que lo sé todo, -contesto Konan besándolo y rodeándole la espalda- tendré que "ayudarte" constantemente con tu problemita de hormonas.

-ah no te preocupes, -dijo acariciando los senos con una mano- tengo varias amigas que me ayudan a tranquilizarme je je je.

Amor Perdido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora