Capítulo 8

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En el cuarto de Naruto, el rubio se quedo tan solo con su bóxer negro y en el medio de su amplia cama se acostó boca arriba. Con sus manos en la nuca, pensó en lo ocurrido minutos antes con Sakura. Tal vez terminaría casado con ella. Lo sucedido en el pasillo le daba pruebas de que era posible. Pero seria diferente a como la pelirosa se lo figuraba. La haría feliz si, pero Naruto no seria de ella sino al revés.

Era la opción que le quedaba, por que no podría volver a un único y desesperado amor. Su cuerpo no podría resistirlo. El Kyuubi estaba derrotado, pero aun así Naruto había pagado un precio.

Sintió la puerta abrirse y cerro sus ojos. Enfoco el olfato para captar los cerezos y se encontró con un tibio aroma a rosas. No podía ser, era seguramente su imaginación. El perfume de rosas era el preferido de…

-Naruto? –susurro la peliazul en la oscuridad

-¿Konan-san? –dijo el incorporándose sorprendido

Ella se acerco rápidamente y lo abrazo sentándose en la cama frente a el. Temblaba, como una hoja.

-¿Qué ocurrió? – pregunto preocupado

-¿Puedo pasar la noche aquí contigo? –Susurro avergonzada- no me siento bien.

El la separo para verle el rostro y vio miedo. No era lo que pensó en un inicio.

-¿Qué te ocurre Konan-san?

Ella dudo si no era mejor confesar todas las razones de venir a su cuarto. Pero solo dijo:

-los truenos,…..yo…..no puedo dormir…

Naruto no se la creía, ¿Konan tenia temor a algo? La verdad era para sorprenderse. Pero la vio tan pálida y débil que ni bromas se le ocurrió hacerle. Se recostó y tomándola entre sus brazos la acuno. Poco a poco la sintió dejar de temblar. Comenzó a susurrarle preguntándole el por que de su temor y ella confeso que le recordaba al laboratorio de Kabuto.

Naruto no necesito mas, le dijo que la protegería y que podía dormir sin problemas. Junto a el, nada le iba a ocurrir. Konan sonrió y su corazón latía muy rápido. Espero un tiempo y cruzo su brazo por el abdomen marcado de Naruto. Fue un acto de posesión. Quería poseerlo, quería estar con el. Esa visión de Naruto y Sakura en el pasillo le había partido el alma.

-Tal vez debería aprovechar la ocasión -se dijo- aunque solo fuera esta noche. Podría decir que estaba ebria y….

De pronto un grito surgió desde la puerta de la habitación.

-¡¿Naruto que hace ella aquí?!

Sakura prendió la luz del cuarto al ver dos personas en esa cama donde debería estar solo una. Naruto y Konan se separaron sentándose a los lados de la cama dándose la espalda. Sonrojados, sorprendidos, bastante confundidos por la extraña situación.

-¿Qué hace Konan aquí? –repitió Sakura enojada

-bue….bueno veras –rascándose la cabeza- resulta que la tormenta esta muy fuerte y….

-no tienes que darle explicaciones de lo obvio, Naruto-kun –señalo Konan neutra

-¿Lo obvio? –pregunto el rubio

-¿Naruto-kun? – pensó Sakura con furia

-Mas bien deberíamos saber, ¿Por qué tú entraste a este cuarto? –interrogo Konan acusadora

-bue….no…-sonrojada- escuche pasos en el pasillo y…..este…..creí que podía ser…..algún extraño y…

-la única "extraña" aquí eres tu –dijo Konan celosa

Amor Perdido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora