Amor Perdido

Capítulo 27

Kabuto salió de la aldea por la puerta oeste. Directo a la zona donde los clanes Inuzuka y Aburame dividían territorios. Minutos antes se había separado de Torune y Fu. Ellos debían cubrir a los clanes dentro de la aldea. Kabuto sonrió perverso, la deliciosa sensación de matar lo inundaba.

-¡ARTE NINJA, RESURRECCION IMPURA!

Varios ataúdes surgieron del terreno, las cubiertas saltaron y los cuerpos surgieron dando un paso al frente. El Akatsuki a pleno hizo acto de aparición, los criminales que buscaron la guerra total, la destrucción del mundo, ahora al servicio fiel de un solo Shinobi. Naruto había liberado las almas de Itachi y Nagato. También de los ex-Jinchurichy, y de los Kages anteriores.

En cada aldea, tenían sellados a varios de esas almas desde la guerra. Pero Naruto en sus visitas se las había arreglado para negociar con los líderes y liberarlos. Sin embargo, con los criminales que tantas muertes y dolor causaron, tendrían algunos años de servicio que cumplir.

-¿Dónde estamos? –Pregunto Kisame aburrido- este bosque…

-es el bosque en las afueras de Konoha- reconoció Zetzu- sé muy bien de lo que hablo.

-por supuesto que lo sabes, -bromeo Deidara- eres una planta. "Muerta", pero planta al fin. –Mirando a su lado al compañero- ¿tu qué piensas Sempai?

-Si nos invocaron es para luchar, -señalo Sasori- ese niño llamado Naruto, nos prometió usarnos en casos extremos solamente.

Kabuto lanzo una bolsa con arcilla a Deidara y dos pergaminos con marionetas a Sasori. Kisame recibió una enorme espada de dos manos y bufó:

-no será lo mismo sin mi Samehada –decepcionado

Los ex-Akatsuki no era los únicos invocados, algunos estaban obligados por crímenes anteriores y otros por el puro placer de luchar.

-Ah….que bien –abriendo sus brazos como desperezándose- una noche de matanza. ¿Estás listo Haku? –consulto Zabuza

-Hai, mi señor. –asintió el joven moreno usuario del Hyoton- Naruto-kun nos prometió invocarnos siempre juntos. Por siempre.

-el niño sí que cumplió –remarco Zabuza y recibió su larga espada blandiéndola contento

-agradécele a Kakashi, -señalo Kabuto- el dijo que era tuya, aunque no estuvieras vivo.

-¿Konoha? –Señalo Danzou preocupado- ¿Piensas atacar Konoha?

-no, estúpida momia –reprendió Kabuto- son tus antiguos compañeros del consejo los que la atacaron. Pero gracias a ti, pagaran todas sus cochinadas juntas.

Todas las invocaciones se miraron esperando una orden. Kabuto había entrenado todo el tiempo que se convirtió en títere de Naruto para usarlos al máximo nivel. Al fin y al cabo, eran sus esclavos y debía ordenarles.

-Dispérsense por los bosques. Los clanes sufrirán ataques en sus territorios y debemos ayudarlos. No se contengan en despachar a cualquier idiota que se cruce ¡Ahora!

Todas las invocaciones asintieron y desaparecieron en explosiones de humo, las batallas iniciaban en esos momentos. Solo un esclavo se quedo con Kabuto, su "guardia personal".

-señor, ¿es cierto que usted guarda la esencia de mi señor Orochimaru?

-así es Kimimaro, -asintió Kabuto sonriendo- he reunido cada porción del antiguo Hebi Sannin. Así que podría decirse que vive en mí.

El esclavo peliblanco abrió su mano derecha y un hueso salió por su piel formándose como espada en la mano.

-cubriré su espalda señor, -declaro el Shinobi- use a los esclavos con calma. Nadie llegara a usted.