Capítulo 33

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En la mansión Hyuuga, la enorme alberca de agua caliente era una delicia de comodidad. Las aguas termales estaban adornadas por azulejos alrededor, toda clase de estatuas y espejos para el deleite de los visitantes. La joven de piel suave estaba sentada en un banquillo de madera con el agua hasta la altura de sus senos, en el medio del cálido estanque. Dos mujeres apenas mayores que ella atendían con paciencia su largo y sedoso cabello negro. Hanabi Hyuuga estaba con sus ojos cerrados y las dos mujeres de su familia, finas y de pálida piel, cuidaban de limpiar el cuerpo de la princesa con sumo cuidado. Desenredaron el cabello azabache y lo trataron con los mejores productos que tenían a la mano.

Hanabi solía ser muy conversadora, esas muchachas que la atendían habían cuidado de ella prácticamente desde su nacimiento. Sabían que algo no estaba bien, desde que entraron al bañarse con Hanabi. La princesa estaba silenciosa, pensativa y muy tensionada.

-Hime….-susurro una de las mujeres- ¿algo la tiene preocupada?

-no queremos ser indiscretas Hanabi-Hime…-completo la otra- pero su cuerpo está muy tensionado. Usted no debe presionarse por el cambio de la rama secundaria….somos sus fieles sirvient…

-Kana, Tsuki….-interrumpió de pronto- No es una obligación deshacer el Bouke (rama secundaria) sino algo en lo que creo profundamente.

-Hime-san….-dudo una de las chicas- usted no debería contrariar a los ancianos.

-luchar con todo el corazón, -recito Hanabi- nunca rendirse, jamás retroceder.

La frase las descolocó, ellas sabían de donde provenía ese dicho y lo importante que ese sensei era para ella. Era una guerrera, Hanabi Hyuuga era la nueva líder del clan. Se lo gano por poder, por determinación, y por el innegable magnetismo que tenia sobre la mayoría de los jóvenes del clan. Ambas mujeres siguieron atendiendo el cuerpo de la princesa con las esponjas, delicadamente y con sumo cuidado.

Hanabi abrió sus ojos perla, y fijo su atención al gran espejo que ocupaba la totalidad de una pared. Ese baño principal solo era utilizado por las princesas Hyuuga y sus "ayudantes". Desde que nacieron, tanto Hanabi como Hinata habían tenido dos chicas del clan dedicando su vida a ellas. Las atendían, les cocinaban, las bañaban y les instruían en todo lo que una esposa debía saber para con su marido.

Las mujeres Hyuuga siempre fueron motivo de envidia por su belleza delicada. Los líderes las utilizaban para lograr acuerdos con clanes poderosos, o influencias con los señores feudales. También eran entrenadas en tácticas de seducción por hombres del propio clan. A los 15 años, cada mujer del clan era "estrenada" salvando su virginidad en el caso de la rama principal.

Tanto Hinata como Hanabi se negaron en el momento que se les ordeno pasar la noche con ese "maestro". Pero una joven Hinata a los 15 años, se vio cohibida por Hiashi y termino cediendo. Hanabi en su momento, también a los 15 años, le rompió dos costillas y la nariz al hombre designado para ella. Habían pasado dos años desde que entrenaba con Naruto, sus actitudes a ciertas órdenes de su padre eran muy diferentes desde entonces.

Hiashi por supuesto le ordeno obedecer, los Hyuuga tenían graves problemas económicos luego de perder en la revolución, muchos acuerdos con otros clanes se había roto por esa traición. Pero la joven princesa, con la decisión típica de su confianza adquirida en el entrenamiento declaro:

-me importa mi familia, me importa arreglar este desastre que causamos. –Seria, de brazos cruzados frente a su padre- pero no dejare que nadie me ponga un dedo encima. No confió en ningún hombre de este clan.

-debes prepararte para tu futuro, -declaro el líder aquella vez- es esencial que aprendas a las artes de seducción como Kunoichi.

-entonces…..solo en Naruto-sensei confío, y si usted pretende que aprenda…..eso….-susurro algo molesta- tendrá que ser con él. Nadie más me da confianza.

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