Capítulo 11: Ingenuo

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ADVERTENCIAS: Mención leve de acoso, nada gráfico. Leve ataque de ansiedad.

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Luego de la discusión de Wei Wuxian y Madame Yu, ninguno de los dos hizo comentarios sobre el tema. Ni siquiera se dijeron una palabra, ni una mirada, no hubo nada entre ellos que rompiera la barrera de hielo que se hizo más fuerte y fría después de esa pelea verbal.

Wei Wuxian siguió entrenando, siendo mejor cada vez y demostrando la idea equivocada que tenían sobre los omegas. Madame Yu no volvió a insistir sobre dejar el cultivo luego de esa pelea verbal, tampoco hubo otra propuesta de matrimonio, ni siquiera una advertencia o amenaza referente al tema.

Era como si el hecho de que Wei Wuxian tuviera su despertar como omega, no hubiera pasado y la secta Yunmeng Jiang tenía un día como cualquier otro.

Hasta que llegó esa temporada en donde el cuerpo de Wei Wuxian ardía en fiebre incontrolable, con deseos dentro de su cuerpo que jamás pensó en llegar a tener y su mente siendo tan nublada que ni siquiera era capaz de ver lo que podía pasar a su alrededor.

Odiaba la forma en que su cuerpo se sacudía entre su cama, el calor era demasiado agobiante que le resultaba difícil mantener el aire en sus pulmones, llegando a ser doloroso y sobre todo molesto. Su piel era pegajosa entre las sabanas de su cama, todo a causa de su propio sudor. 

No podía seguir dentro de esa pequeña cabaña, donde sentía que la refrescante brisa de otoño del pueblo de Yunmeng, no era suficiente para calmar el ardor de sus entrañas.

Ese lugar ni siquiera era su habitación dentro de la casa principal de Lotus Pier. Mejor dicho, esa reducida casa estaba fuera del alcance de la civilización pero manteniéndose en el territorio de la secta Yunmeng Jiang.

Era obvio que después de que Yu Ziyuan se dio cuenta de la fragante dulzura que desprendió el cuerpo de Wei Wuxian, lo mandaría lejos de la casa principal como lo había hecho las veces anteriores, para ser encerrado en una diminuta choza, con puerta cerrada y con solo una puerta baja, lo suficiente grande como para solo permitir el paso de una bandeja con cuencos de comida y agua.

Al igual que lo era la casa de un perro, no sabía si reírse de la ironía de las cosas o solo golpear la puerta hasta que alguien lo dejara salir.

Pero Wei Wuxian ni siquiera podía levantarse de la cama, no tenía la fuerza necesaria para mover sus articulaciones como lo deseaba. Su mente estaba nublada sin ningún pensamiento en particular, solo con anhelo carnal, un capricho que quería satisfacer. Lo deseaba tanto que era doloroso y vergonzoso.

Su rostro estaba húmedo, pero ya no sabía si fue debido a sus lagrimas o el sudor de su frente.

Lo odiaba, el calor de un omega era tan asfixiante y desagarrado, al punto de arrancar las prendas que cubrían su piel y lograr sentir el frío para calmar su alta temperatura. Pero ni siquiera el estar desnudo era suficiente y no podía hacer nada para calmarse.

No le gustaba la idea de estar encerrado en una pequeña casa como un animal, aunque en ese momento lo agradeció, hubiera sido penoso haber roto su vestimenta en frente de sus hermanos o alguien más. Al menos estaba totalmente solo.

Después de unos días, cuando su cabeza comenzó a funcionar poco a poco, pudo entender la decisión de Yu Ziyuan de mandarlo lejos. Quería protegerlo, mantenerlo libre de cualquier alfa.

*(La advertencia inicia aquí)

Su corazón se aceleró cuando escuchó una voz diferente fuera de esa cabaña. Una que no pertenecía a ningún sirviente que vino a dejarle la comida. Esa era una voz masculina, demasiado fuerte como para asustarlo.

Lo hice por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora