La noche cayó sobre la finca Mo y con ellos los problemas.
Quién lo diría, que gracias a la obsesión que Mo Ziyuan tenía sobre las cosas de cultivo, lo llevó a su propia muerte. Una desgracia, para Wei Wuxian era suerte. Después de todo fue a causa de las banderas de atracción espiritual, que los jóvenes de la secta Jiang pusieron alrededor de la finca.
¿Y quién inventó esas banderas? Nada más que el mismo Wei Wuxian(1). Muy pocos sabían de esa creación hecha por él, entre ellos estaba Jiang Cheng, que aunque le desagradaba la idea, en algunas ocasiones eran muy útiles.
Esas banderas de atracción jugaron a conveniencia para Wei Wuxian, puesto a que la maldición tomó esa muerte como algo de su propia obra, logrando que uno de los cortes desapareciera del brazo.
Esa muerte y la desaparición del corte, trajo a la luz sus sospechas, el deseo de Mo Xuanyu era o mejor dicho es matar a toda la familia Mo. Llegando a la conclusión de que cada uno de los cortes representó a un familiar. Mo Ziyuan estaba muerto, faltaba el padre, la madre y un cuarto corte que podría asegurar que pertenecía al sirviente A-Tong.
El espíritu que invocaron los jóvenes de la secta Jiang, parecía ser un aliado de Wei Wuxian, acabando con los miembros de la familia Mo que Mo Xuanyu deseó ver muerto. Si tan solo ese mismo espíritu no fuera tan feroz. Pudo haber matado a esas personas sin que Wei Wuxian tuviera que hacerlo personalmente, teniendo una ventaja sobre ese maldición puesta a su alma, pero era demasiado para que esos niños cultivadores pudieran retenerlo.
Faltaba solo una victima, el corte más profundo hecho en los brazos de Mo Xuanyu, él que estaba dirigido hacia la señora Mo, quién ahora descansaba en el suelo debido a un desmayo. Sin embargo, Wei Wuxian ya no tenía cortes en sus brazos. La señora Mo estaba muerta.
Las cosas se salieron de control. Los jóvenes de la secta Jiang luchaban contra el temible cadáver que poseía el cuerpo sin vida de la señora Mo. Aquel brazo que mantuvo al espíritu era bastante fuerte que logró derribar a todo aquel que fue en su contra.
Una señal fue enviada al cielo, el símbolo púrpura de la flor de loto de nueve pétalos, brillo ante la oscuridad de la noche. Esa fue la misma señal que le indicó a Wei Wuxian que debía irse antes de encontrarse con algún rostro conocido. Y con eso se refería a Jiang Cheng.
Solo que no podía dejar a esos niños al borde de la muerte, si se iba ahora sin hacer nada eso sería una masacre. El problema, era que el cuerpo de Mo Xuanyu reservó muy poca energía espiritual, ni siquiera era capaz de poder usar su fuerza contra el espíritu feroz dentro de la señora Mo.
Su cuerpo se congeló ante una idea, su pecho sintiéndose pesado y con dificultad en algo algo tan simple como respirar.
Le quedó una opción, miró los cuerpos de Mo Ziyuan y el sirviente A-Tong, tirados sobre el suelo, siendo más que cadáveres sin ningún aliento de vida. Solo el brillo de la energía resentida abundante entre los cuerpos muertos.
Sus manos sintieron un cosquilleo, el mismo que sintió en la tarde cuando uso aquel golpe de energía resentida(2) contra Mo Ziyuan. A diferencia de su pecho, que percibió el peso pesado y la falta de aire por el uso o la idea de usar el cultivo demoníaco.
Estaba en un dilema, su mente aún dudaba. Sobre todo cuando recordó la promesa que le hizo alguna vez a Lan Wangji.
Si despertaba a los cadáveres, haría uso del cultivo demoníaco.
Si usaba el cultivo demoníaco, rompería la promesa que le hizo a Lan Wangji.
We Wuxian no tuvo otra alternativa al estarse quedando sin tiempo, se inclinó al suelo, dispuesto a dar su primera orden, no contó que el sonido de un instrumento de cuerda haya hecho que sus palabras murieran en sus labios y su corazón se detuviera.
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Lo hice por ti
Romantik-¡Grandes noticias! ¡Lan Wangji ha muerto! Los rumores volaban como las hojas de los arboles en los vientos. -Lan Zhan, ¿por qué lo hiciste? ¿Por qué abandonaste el buen camino para caminar en un puente de una sola tabla? -.... -Lan Zhan, ¿lo hicist...