Capítulo 13: Calor

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Era la primera vez que escuchaba un llanto tan triste, tan desesperado viniendo de los labios de Wei Wuxian. El sonido siendo amortiguado por los mismos brazos que alejaron al muchacho de él.

Era tan extraño y doloroso para venir de una persona tan alegre como Wei Wuxian. De alguien con una sonrisa tan grande y brillante, que desprendía alegría con cada paso.

Era la primera vez que Lan Wangji lo escuchaba llorar. Jiang Wanyin lo mantuvo entre sus brazos, con fuerza y sin ninguna intención de soltar a ese joven. Escondiéndolo del exterior y sobre todo de la vista del segundo jade.

—A-Xian...

También era la primera vez que veía a un joven tan terco y de mal genio como Jiang Wanyin, actuar tan protector y cariñoso. Con suaves palabras de alivio, brindando calor y calma en medio de ese abrazo.

Un abrazo que un hermano solo podía brindar. Lo había vivido hace muchos años, con la única persona con la que podía permitirse tener contacto físico. Su hermano mayor, Lan Xichen.

Pero aún así, no logró hacer que Lan Wangji se sintiera menos incomodo con la situación. Causando esos sentimientos negativos recorrer cada centímetro de sus entrañas, a los cuales podía llamar como celos. 

Quería ser él, la persona que le pudiera brindar cariño y seguridad. Lo quería tener entre sus brazos, olvidando el hecho de que odiaba tener contacto físico con las personas. Quería a Wei Wuxian con él, quería que fuera solo suyo y que ningún otro alfa estuviera cerca de un alma tan ingenua como el omega.

No hizo nada, solo observó. Guardando esas emociones dañinas en lo más profundo de su corazón, queriendo que solo fuera un mal recuerdo. O en su mejor caso, olvidar.

Lan Wangji guardó silencio, el dolor en su pierna no era nada comparado con ver a Wei Wuxian llorar, verlo esconderse entre esos grande brazos de su hermano mayor. Era como ver a un niño asustado corriendo de los fantasmas de la noche.

Era justo como verlo a él, hace muchos años cuando solo era un niño. Cuando su madre aún estaba viva y buscaba su protección. Antes de que ese cariño se le viera arrebatado cruelmente por el destino. Quedando un vacío en su pecho, una felicidad que no pensó volver a sentir.

Hasta que conoció a Wei Wuxian. Un joven lleno de vida, muy diferente a lo que conocía. Siendo un tornado que no era fácilmente detenido, trayendo desastre a su paso.

Wei Wuxian, no sólo llegó a la vida de Lan Wangji a traer caos y desastre. También, le hizo descubrir nuevas emociones, tan cálidas y confortantes. Un sentimiento cercano a la felicidad, el mismo que transmitió esa gran sonrisa plasmada en esos labios de color cerezo.

Wei Wuxian llevó colores a la vida monótona de Lan Wangji, conociendo más allá del blanco insípido.

—Wei Ying... —Su voz fue tan débil, tan inútil para ser escuchada por alguno de los dos hermanos.

Era como un fantasmas para ambos.

Jiang Wanyin siguió escondiendo el cuerpo de su hermano menor entre sus brazos, lo escondía del mundo y de la vista de Lan Wangji. Lo único que podía obtener de Wei Wuxian en ese momento, era el sonido de esos pequeños sollozos.

Ambos hermanos se fueron alejando de Lan Wangji, dejándolo solo y confundido. Su presencia siendo ignorada y con un dolor más grande sobre su pecho al escuchar el leve llanto de Wei Wuxian.

—Wei Ying... Voy a protegerte.

Sus palabras fueron una promesa que no iba a romper. Un juramento que le hizo al cielo y a la tierra. Y a su propio corazón.

Lo hice por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora