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El corazón de Hana latía con fuerza mientras esperaba nerviosa en la mesa junto al ventanal en Mouse Rabbit Coffee. Su vestido rojo vino y sus botines cafés eran la elección perfecta para la ocasión, pero, aun así, se sentía como si su corazón fuera a salir disparado de su pecho en cualquier momento. Observó el reloj de su móvil, sus ojos siguiendo cada segundo que pasaba en una agonizante lentitud.

Justo cuando las manecillas del reloj señalaron las 6:30 p. m., la campanilla de la puerta del establecimiento sonó, atrayendo la atención de Hana. Como si fuera una especie de magia, en el mismo instante en que levantó la vista, sus ojos se encontraron con los de un hombre que entraba por la puerta. Una corriente eléctrica pareció recorrer su cuerpo mientras observaba a aquel hombre imponente y atractivo.

El hombre vestía con vaqueros y un polo azul marino de tres cuartos, su presencia exudaba confianza y un aire de misterio. La cabellera negra azabache caía despreocupadamente sobre su frente, y sus ojos oscuros brillaban con un resplandor inusual. Eran sus ojos los que realmente captaron la atención de Hana, la atraparon en su órbita, invitándola a perderse en su profundidad.

El adonis se acercó a la mesa donde Hana estaba esperando, y ella luchó por mantener la compostura mientras se encontraba cara a cara con él. La voz del hombre, varonil y gutural, tenía un efecto hipnótico en ella, como si cada palabra que pronunciaba fuera un hechizo que la atraía aún más hacia él.

—Disculpe, ¿usted por casualidad es Kim Hana? —preguntó el hombre con una voz que resonó en el aire como una melodía envolvente.

El corazón de Hana dio un vuelco ante la pregunta, pero su sorpresa fue reemplazada rápidamente por una sensación de asombro y una sonrisa nerviosa. —Sí, ¿y usted es? —preguntó, su voz revelando una mezcla de curiosidad y emoción.

El hombre sonrió, y el brillo en sus ojos se intensificó mientras respondía con calma y confianza: —Soy Min Yoongi, mucho gusto.

Las palabras resonaron en el aire, y el encuentro que había estado esperando finalmente se estaba llevando a cabo. Los ojos de Hana se encontraron con los de Min Yoongi, y en ese momento, pareció que el mundo entero se desvanecía a su alrededor. Las emociones y las expectativas se entrelazaban mientras compartían un primer encuentro lleno de promesas y posibilidades.

La cafetería parecía transformarse en un escenario único para su reunión, y mientras conversaban y se conocían mejor, Hana no pudo evitar sentir que había sido el destino el que había orquestado ese encuentro. Las melodías compartidas a través del piano y la voz habían llevado a este momento, y ambos estaban listos para explorar la conexión que habían encontrado en la música y en la mirada del otro.

El Pianista; myg [ADAPT.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora