El Pianista; myg [ADAPT.]

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El corazón de la chica latía con fuerza mientras sostenía la inusual carta en sus manos. El remitente era alguien desconocido para ella, pero las palabras en la carta resonaron profundamente en su interior. La mención de su "voz angelical" la dejó sorprendida y emocionada, haciendo que su mente girara en torno a la posibilidad de un encuentro con el misterioso chico del piano.

Sin perder tiempo, Hana abrió la carta con manos temblorosas, devorando cada palabra escrita con atención. A medida que leía, el contenido de la carta se volvía cada vez más emocionante. El misterioso chico le ofrecía elogios por su voz y, lo que era aún más emocionante, la invitaba a encontrarse en una de las cafeterías cercanas. El nombre "Mouse Rabbit Coffee" resonó en su mente, y la idea de finalmente conocer al chico que había compartido momentos musicales con ella la llenó de expectación.

Hana se sintió abrumada por la emoción mientras leía la carta una y otra vez. ¿Debería aceptar la invitación? Su corazón latía con fuerza, debatiéndose entre la curiosidad y la cautela. La idea de conocer al misterioso chico en persona la emocionaba, pero también se preguntaba si era seguro o si debería preocuparse por lo desconocido.

Después de un momento de reflexión, decidió que merecía la pena tomar una oportunidad. Se sintió atraída por la idea de finalmente conocer al chico detrás de las melodías que habían compartido y de explorar la conexión que habían construido a través de la música.

Hana comenzó a escribir su respuesta, agradeciendo las amables palabras del misterioso chico y aceptando su invitación para encontrarse en Mouse Rabbit Coffee. Su corazón latía con emoción mientras plasmaba sus palabras en papel, anticipando el posible inicio de una nueva y emocionante amistad.

Cuando terminó de escribir la carta, la dobló cuidadosamente y la dejó junto a su puerta, lista para ser recogida. Con una sonrisa nerviosa en el rostro, se preparó para el próximo domingo, cuando finalmente tendría la oportunidad de encontrarse con el chico detrás del piano que había traído música y emoción a su vida.