09

1.6K 102 5
                                    

Notita: ahora todo sigue su rumbo desde el capítulo 6.

Disfruta tu lectura :3

Alex:

Otro día de clases, llegué a mi casa totalmente cansado.

- ah... - suspiré al abrir la puerta.

La profesora me había retenido un rato más pues me quedé dormido en clase. Como castigo me había hecho limpiar el salón, a regañadientes tuve que obedecer.

Así que salí casi 30 minutos después de la hora de salida y más el camino a casa llegué una hora tarde.

Entre y cerré la puerta, intentando hacer el más mínimo ruido.

- que son estas horas para llegar - dijo una voz muy familiar en burla.

- jaja, qué graciosa - respondí sarcásticamente mientras me volteaba para ver a mi hermana parada.

- ¿Porqué tan tarde? - preguntó esta vez sería.

- digamos que me castigaron - ella rodó los ojos. - solo me quedé dormido - alegue

- lo que digas, tienes suerte que papá ya se fue a trabajar, si no... - no completo la frase pero no era necesario, sabía lo que él era capaz de hacerme solo por llegar tarde a casa.

Desde mi presentación como Omega, la relación con mi padre decayó notablemente. Ya no me hablaba, y las pocas veces que lo hacía decía cosas muy ofensivas sobre mi condición.

Él siempre fue una persona muy alfista, incluso trataba a mi madre como un objeto y para él pensar que su hijo era un débil Omega que no servía para nada, era una gran ofensa.

Yo era para él, era una decepción y muchas personas, cercanas a mi padre, también pensaban lo mismo.

Mi hermana me defendía mucho de mi padre, aveces incluso llegan a tener pequeñas peleas solo por mí.

No quería que ha ella le pasara algo, conocía a mi padre, él es capaz de hacer cualquier cosa solo para demostrar tener la razón, una de las cosas que mas odiaba era ese tipo de actitudes contradictorias a lo que él piensa, y muy aparte de eso también era capaz de hacer daño a las personas que se interpusieran en su camino. Lo último que quisiera era que mi hermana saliera herida por mi culpa.

Aunque enserio agradecía todas esas veces que me ayudaba.














[...]














Las tareas eran lo peor del mundo, ¿A quien se le ocurrió invertarlas?. En serio las odiaba, pero tenía que hacerlas, si no mi promedio bajaría y lo último que quiero es a mi padre criticando me - también - por mis malas notas.

Otra cosa que odiaba mucho eran las matemáticas, y que mejor cosa que combinarlas para hacer sufrir a un pobre estudiante promedio.

No lograba comprender el ejercicio que tenía delante mío.

Suspiré rendido, creo que voy a reprobar matemática, de nuevo.

- ¿problemas con las tareas? - escuché una voz detrás mío, mi hermana

- tú qué crees - dije sarcástico

- las matemáticas nunca fueron tú fuerte - se acercó a mí con una dulce sonrisa.

Observó el problema y río un poco.

No perdón, más bien empezó a cagarse de la risa.

ESTO ES IMPOSIBLE!!!-omegaverse hetero #BOK2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora