Rimuru Tempest; Viaje A Dragon Ball Universe.

Conclusión.- ¿La elusión es una habilidad suprema?

Bill y Veldora aun seguían en pleno apogeo de batalla, el dragon de la tormenta es una entidad que siempre la buscará y es algo que le encanta, es un cabeza hueca; posee a pesar de todo muchas partes iguales a Son Goku.
Ambos podrían considerarse genios en el ámbito de la lucha, sin embargo dan mucho que deseae en otros aspectos, sea cual fuere.
Veldora es bueno en las investigaciones, pero no más allá de eso.
Bills, por otro lado a pesar de ser un dios como Veldora, este tiende a pensar un poco más las cosas, pero eso no significa que sea temperamental.
-Maldito... ¿De dónde eres?- Bills, hace la primera pregunta coherente tras una pequeña pausa en su pelea contra Veldora.
-Bien podrías decir que soy de otra realidad.
Veldora responde sin muchas preocupaciones, realmente no le importaba que se enteraran de esas cosas.
-¿Otra realidad dices?-
El dios de la destrucción no pudo evitar ensanchar los ojos al escuchar tales palabras venir de Veldora.
¿Qué es eso de otra 'realidad'? ¿Está queriendo decir que no pertenece a otro universo?
Era obvio que Bills se plantearía tales dudas, jamás había escuchado decir a una entidad la palabra 'de otra realidad', es natural que llegue a sacar conclusiones erroneas.
-¡Hoooh! ¡Asique eso era!- Se oye una voz suave del género masculino.
Por supuesto Bills sabía que esa voz pertenecía a Wizz.
-Wizz, ¿Sabes lo que significa?
Veldora sólo estaba oyendo de forma despreocupada la converzación de ambos; eso aparentaba ser.
Realmente se estaba enfureciendo por el hecho de que estaba siendo ignorado, pero lo dejó pasar al ver la cara de sorpresa de la otra parte que acaba de llegar.
Siempre fue de mente simple, muestra algo de sorpresa o alabalo un poco y será alguien dócil y muy fácil de engañar, así es y será. Rimuru por tales motivos siempre también termina regañándolo, además de todo el desorden que suele ocacionar.
El último problema en el que se había metido Veldora era de escala universal, si Rimuru no habría llegado, ese universo se hubiera destruido. Pero eso es historia para otro día.
-Significa que es alguien completamente desconocido y no podemos tener control de él, podemos sentir su presencia por el hecho de que aparentemente es un «Dios». Si fuera por eso sólo habríamos sentido esa incongruencia en el espacio-tiempo cuando él llegó.
Wizz empezaba a explicar sus conclusiones de la forma en la que siempre lo hace, levantando el dedo índice a su vez.
-¿Que no podemos tener control de él dices?
-Así es, es incluso dudoso que Zen'o-sama pueda aniquilar su existencia de forma permanente.
-¡¿Qué?!
Sólo de forma natural el dios de la destrucción tiene todos los motivos para sorprenderse.
La deidad suprema, rey gobernante de todos los universos, creador de todo... Es dudoso que pueda aniquilar a una alimaña como esta.
-Hump! ¡Veo que disfrutan hablar sin mi!- Veldora aparentemente se había cansado de esperar.
-No es así, es sólo que no solemos tener invasor- digo viajeros tan extraños e increíbles.
Veldora... Se calmó un poco ¿Soy increible? ¡Por supuesto que sí GAHAHAHA! Él estaba como siempre en su mundo de fantasía. Realmente le gusta que lo alaben. Ahora pese que hace un momento destruyó varias galaxias en su batalla por 'azares del destino', se sentía de buen humor en estos momentos.
-Ahora Wizz, ¿Qué es exactamamente esta 'otra realidad'?
-De forma sencilla de explicar, es algo que está más allá de los universos y el multiverso. Una realidad puede albergar infinitos universos o multiversos, y es sobre ella quien goberna Zen'o-sama.
-¿Y cómo han llegado hasta aquí?- Bill estaba sorprendido de que existieran otros lugares a parte de todo lo que conocía, su plano existencial.
-No lo sé, tal vez fue algún tipo de habilidad o elemento raro los que les permitió cruzar a esta realidad.
Wizz estaba intentando pensar en algo concluyente, pero nada se le ocurría. Si fuera posible para ellos, Zen'o ya hubiera visitado otras realidades sólo para divertise, como es normalmente, pero él tenía en claro que pese a que es el rey del todo, sólo puede crear y destruir. No puede manipular a su antojo todos los universos. Tan sólo le falta esa versatilidad para ser una deidad omnipotente.
-¡Entonces es un invasor!- Bill acusó.
Sin embargo... Wizz lo niega.
-No creo que tenga intenciones de querer hacer estragos en los universos. ¿No es así?
-Ehh ah sí, ¡sólo vengo a buscar cosas interesantes! ¡Pero apareció ese gato raro!
El dios de la destrucción casi explota en ira nuevamente, pero Wizz lo toma del hombro como diciendo 'primero interrogemoslo, si resulta ser una molestia lo acabaremos'
-Y bien ¿Quién eres?
Wizz empieza la converzación desde un punto cero.
-Me llamo Veldora, ¡Soy el gran dragon de la tormenta! GAHAHAHAHA
-Yo soy Ramiris, la Reina Hada y a la vez un señor demonio.
Ramiris, cuya existencia había sido olvidada por todos apareció como si nada en el hombro de Veldora.
Son Goku y Vegeta, cuyas existencias también habían sido olvidadas reaccionaron ante la presentación de Veldora.
¿Dragon? Un término que si bien ellos conocen bien, viene acompañado por ¿Tormenta? Naturalmente ellos creían que Veldora era un tipo de dragon que concedían deseos.
Bills y Wizz de forma tranquila asimilaron esas palabras. Ellos al saber que eran entidades extrañas, no pretendían reconocer a Veldora como un dragon que concede deseos. Pero sí tenían curiosidad acerca de Ramiris.
Era pequeña, tenía orejas alargadas y se presentó así mismo como hada y demonio.
¿Qué era un hada? Ellos conocían la existencia de los demonios, al igual que goku y sus amigos que pelearon contra uno llamado Davura el Rey demonio en el pasado.
También percibían una cantidad anormal de Ki en ella. Lo sentían como algo raro.
-¿Estás ocultando tu verdadera forma?
Wizz pregunta a Ramiris, cuya sonrisa juguetona fue borrada instantáneamente.
Eh... Bueno, no es como si fuera a ocultarlo para siempre con estas personas tan perceptibas y poderosas.
La verdad es que Veldora y Ramiris no sabían que Bills y Wizz eran un dios de la destrucción y un ángel, respectivamente
Aunque de igual forma se hubieran burlado nuevamente de Bills si se llegaran a enterar de que éste era más débil que su ángel.
En su realidad, la diferencia de fuerza entre un dios y un ángel era como el cielo y la tierra comparando en forma metafórica, y sin embargo siendo aun así un hecho.
La cosa es que ellos no tendrían en cuenta que estaban en otra realidad y que las leyes absolutas que la rigen son distintas.
Un científico sería bofeteado horriblemente si intentara comparar las composiciones de los cuatro tipo de entidades.
❦[Kyrie dice: tal vez si la última línea de referencia se haga dificil de entender la explique en otro momento ya que involucra de forma casi explícita a la física y sus variantes.]
Ramiris no quería mentir y tampoco sentía la necesidad de hacerlo, al igual que Veldora dijo la verdad sin muchos problemas.
-Así es, pero no diría ocultar, sino más bien 'guardar', sabes... Usar mi verdadera forma requiere un gran cantidad de energía y además me gusta permacener como soy en estos momentos.
-Entonces me presento. Soy Bills, el dios de la destrucción y él es Wizz, un ángel.
-Hola~
Bills se presentó a si mismo y a su compañero, este último sólo dió un saludo despreocupado como es típico de él.
-Ahora bien... - Wizz habla mientras baja su mirada y sonríe un poco.
Al momento siguiente declara.-
-¿Cómo piensan remediar el daño ocacionado al universo?
Bills tiene una pequeña sacudida en su cuerpo, como si de un hipo se tratase.
Veldora en cambio entró en conflicto consigo mismo.
Él tiene razón... ¿Debería llamar a Rimuru para que lo arregle?
Naturalmente tal idea lo aterraba, llamar a Rimuru directamente para arreglar su 'desorden' lo enfurecería, además él junto con Ramiris se deslizaron de la penitencia en la que estaban y tenían pensado viajar otra vez hacia algún lugar distante para descubrir algo nuevo que sea del interés de su mejor amigo y así remediar aunque sea un poco el lio anterior, aunque también fuera por puro capricho.
Veldora sabía que podía manipular la probabilidad de la formación de galaxias para hacer que éstas se creen nuevamente, pero no podía restaurar todas las formas de vidas que se perdieron, cuya cifra era inconmensurable.
Por lo tanto, él sabía que esto también era culpa suya. Al parecer los otros dos no podían.
El orgulloso dragon de la tormenta no tenía otra alternativa, preparó su resolución y deseó vivir por más tiempo.
Utilizó su «Corredor del Alma»
-¡Rimuruuuuu!- Sacudió toda la atmósfera del planeta en el que se encontraban pausados para hacer un llamado.
Era la hora- O eso fue dictado.-