Capítulo VIII: "Estoy aquí para protegerte."

217 105 0
                                    

El mapa que había sido colgado en la sala por Heiko hace algunos días, captaba la atención de la hibrida. Cuando el Krishugel fue retirado de la zona del parque de diversiones donde el hechizo lo había localizado, en el mapa, el punto de sangre se había opacado y borrado en él. Era un punto a favor saber que no tendría que tachar cada punto que hallen, pero el cansancio de ver cada uno de los objetos que faltaban por encontrar, no tardó en aparecerse. (*)

-Solo faltan 499 objetos más. Genial... -suspiró.

Tamara, negada a mirar el Krishugel que dejó sobre la mesa al llegar, mantuvo la mirada en el mapa. El trayecto hacia la mansión había sido silencioso, con excepción de las palabras de ánimo de Heiko, que intentaba sin éxito devolverle algo de ánimo a su amiga. Cuando llegaron, Trisha ya se había ido y, para su alivio, Vegas estaba sano y salvo. Cuando la pareja se fue, aun con la ausencia de R en la casa, el humano pensó encerrarse lejos de la bruja hasta que sus amigos llegaran, pero impregnado por la felicidad de saber que seres celestiales podrían estar cerca de ellos, amablemente decidió permanecer al lado de Trisha, hasta que, en silencio, ella se retiró de la mansión. Tamara quería saber si algo más pasó, pero a pesar de su notable cambio de actitud, Vegas seguía evitándola. Su indiferencia era molesta, pero el shock de lo ocurrido en el parque de diversiones era tan fuerte que no se sintió con fuerzas para enfrentarlo y pedirle explicaciones.

La conmoción de presenciar por primera vez la muerte de una persona, se imprimió en su memoria como un recuerdo traumático. Era la primera vez que salía de la habitación desde que regresaron. Estuvo encerrada todo el fin de semana, acostada sobre la cama de la antigua dueña con los ojos plasmados sobre la pantalla del móvil, leyendo las noticias sobre lo que pasó e ignorando a Heiko que, cada día le preguntaba cómo estaba. Él seguía repitiendo las mismas palabras que ese día. Le recordaba a Tamara que no debía sentir esa culpa y que era necesario que eso ocurra, pues la locura que se había instalado en la mente de la tarotista por la existencia de la magia, podría haber sido un peligro del que sus hijos se salvaron, pero, aunque ella estuviera de acuerdo, creía que había opciones mejores donde la mujer podría haberse salvado o, eso es lo que creía hasta que leyó las noticias.

Klara Sohpie Müller-Haas, era el nombre de la tarotista. Sus hijos, habían sido enviados a un orfanato luego de que ella haya sido el único familiar cercano que tenían. Por supuesto, para contradecir la empatía de su humanidad, el lado infernal dio a aparecer de inmediato en ella, colmando un profundo odio cuando en las noticias, se dio a conocer la lista de personas que la tarot había matado en tan solo cinco días, entre ellos, niños. La pena y culpa que alguna vez la embriagó desapareció de su sistema, llevando a cabo un suceso que nunca se hubiera imaginado: la unión de ambos lados en un solo pensamiento. "Obtuvo el destino que merecía por obsesionarse con la magia y por asesinar a esas pobres almas inocentes", concordaron ambos lados. Tamara, al principio negada, terminó dándole la razón a ambos. Y ahora, no podía creer que, por un momento, uno de sus lados creyó que podía hacer un trato con Klara a cambio del Krishugel. Su alma humana a veces era ingenua, y eso solo podría acabar perjudicándola. Ella lo sabía y entendía que debía mantenerse serena, incluyendo a su lado infernal que estos días no le había brindado tanta calma.

Una locura algo obsesiva se había apoderado de ella desde su encierro. Las dudas por la esencia mágica que sintió segundos después de que el cuerpo de Klara se desplomara en el piso, seguían rondando su mente. Contactar a Nana para saber si el Krishugel era capaz de causar una muerte como esa a un humano, fue lo primero que hizo, pero sus mensajes seguían siendo ignorados. La casilla de mensajes de Nana estaba invadida por la furiosa voz de su nieta, quien comenzaba a confirmar que su abuela no quería saber de ella, lo que causaba sus ansias por volver a Berlín para confrontarla en persona después de todo lo que le ocultó a ella y a los Sheimbos sobre su naturaleza. Su vida había dado un vuelco de complejidad gracias a Nana, y algún día Tamara esperaba que ella le explique porque mantuvo tantos secretos ocultos, pero ese día, nunca llegaría.

Objetos Mágicos✡(#LMB) ✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora