Milagrosamente la cerradura cedió sin problemas. Las dos se miraron pero no era momento de soltar un comentario acerca de ello. Dinah, intento advertirles algo, pero Lexa apresurada queriendo salir de ahí tranco.
Salieron al salón. Las personas aplaudían y ahí estaba Shawn, con una leve herida en su boca, sonriendo al público y dando la bienvenida a todos y las gracias.
Luego de una gran charla, presentó su producto. Todo normal para Lexa. Habló de todo un poco, hasta que al rato.
— Aquí tenemos a Clarke Griffin. Ven. — Dice él y presenta al otro candidato. Ella, miró a Lexa, no queriendo subir, pero no le tocó de otra. Los dos candidatos subieron y saludaron al público. Estos aplaudieron como respuestas. Shawn hablo de su producto y busco opinión de ellos dos.
El teléfono no dejó de vibrar en ningún instante, Lexa no quería por ningún motivo apartar la mirada de Griffin. Pero por desgracia le falló, se apartó de las persona, lo más lejos para evitar que escucharán. Contesto sin mirar y era Dinah, su voz asustada y preocupada.
— ¿Cómo está Clarke? — Lo primero que menciona.
— ¿Qué? Ella bien, ¿Por qué? — Ahora si no le estaba gustando la llamada.
— Necesito que me escuches bien. ¿Me escuchas? — Lexa se aleja más, el bullicio de las personas evitaba escuchar nítidamente a Dinah. Cuando ya había silencio. Le respondió a Dinah. — Van a infectar a Clarke, no la pierdas de vis...
En ese instante es jalada a una lado, cerca dónde ella se encontraba estaba un cuarto, dos hombres vestidos de blanco intenta amarrarla, el teléfono de Lexa cae al suelo. Se escucha el fuerte golpe, gruñidos, pequeños golpes.
— ¿Lexa? ¿Lexa? — Dinah temía lo peor, con solo escuchar los movimientos raros, los choques. Tranco la llamada y fue directamente a comunicarse con los guardaespaldas.
Lexa estaba dando lucha, buscando miles de maneras de zafarse del hombre.
Uno de ellos la agarraba por detrás, inmovilizando sus brazos, pero la morena le da un fuerte cabezazo, aunque el hombre está cubierto, no impidió que le causará cierto dolor.
Sin embargo el hombre aún la tenía agarrada, el que estaba al frente, buscaba algo en sus bolsillos, cuando lo encontró sacó un spray. Al ponerse firme, Lexa con sus pies los apoyo en el pecho de él, y los empujó a él, causando que el que la tenía agarrada también sintiera el impactó, yendo hacia atrás por dicha acción. El retrocede golpeando su espalda contra la pared, se queja y grita.
— ¡HAZLO, IMBÉCIL! — Lexa aún no entendía, con toda su fuerza, se giró y el hombre de blanco no se lo espero, giró junto con Lexa, cayendo al suelo. Es ahí donde ella se zafó de él.
La morena movió su cuello sonando sus huesos, sonríe al ver la otra persona retrocediendo con miedo. Ella se prepara. Pero este aprieta el Spray y sale un líquido identificable. Ella sin saber, inhala todo eso y por reflejo se tapa, pero ya era bastante tarde, cae arrodillada y empieza a toser. Se siente mareada, mira a los hombres que se levantan y hablan entre ellos, uno lo empuja, creo que tenían una discusión.
La morena veía el mundo girar y cae al suelo.
Había una voz en su cabeza, que le gritaba. Sentía una suavidad en su mejilla. Pequeños golpes de estos. Y nada que la despertaba, hasta que una agua fría la despertó, la morena que estaba sentada cae para atrás del susto. Las personas la miraban expectantes.
No sé porqué presintió en alejarse de todos ellos, su corazón latía. Le dolía el cuerpo, sentía unas gotas bajar por su nariz. Y ahí estaba Clarke, apunto de limpiarla.