La única oportunidad (NaruSasu)

Capítulo 2

Sasuke llegó a su casa y saludó a sus padres y a su hermano. Luego de almorzar, subió a su habitación y se acostó en su cama boca arriba, mirando el techo, perdido prácticamente en sus pensamientos.

-Es un idiota. -pensó Sasuke mientras su cabeza se llenaba de imágenes del rubio sonriendo. Cerró lo ojos y suspiró tratando de que sus mejillas no se tornaran de carmín. Y así, con sus ojos descansando, no se percató cuando se quedó dormido.

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Naruto llegó a su casa, sacó sus llaves y se disponía a abrir la puerta, pero antes de hacerlo soltó un suspiro. Desde la muerte de sus padres en un accidente hace ya 5 años, quedó a cargo de su abuelo Jiraiya, al principio, su abuelo lo cuidaba y hacía todo por él, pero ya cumplidos los 15 años lo hizo independizarse; lo dejó solo y lo venía a ver todos los fines de semana para dejarle dinero para sus gastos. Su abuelo lo amaba pero quería fortalecerlo, ya que necesitaba que él sepa cuidarse solo. Ahora con 17 años, ya estaba más acostumbrado a la soledad de su casa, pero de vez en cuando extrañaba la calidez de un hogar.

Preparó su porción de comida y se dispuso a comer. Luego, ordenó un poco la casa y se dirigió a su habitación para descansar un momento. Cerró los ojos recordando lo que le hizo a Sasuke con el helado y rió bajito, negando con su cabeza. Minutos después, el silencio se apoderó de cada rincón de la habitación y poco a poco se fue quedando dormido.

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-Sasuke... Sasuke... ¡Sasuke!- una voz retumbaba en sus oídos llamándole. -Tú puedes, sé que puedes. Tan solo cámbialo, por favor no me dejes morir, ¡No lo dejes morir!- alguien lo sacudía con tanta insistencia. -Sasuke... ¡No dejes morir a Naruto!- frente a él, comenzaron a pasar escenas dónde se veía a Naruto en sus distintas facetas; feliz, triste, enojado, atrevido, eufórico... pero luego las escenas se iban desapareciendo y al final todo se volvió oscuridad.

-¡Hijo despierta!- la voz de alguien logró hacer que abra sus ojos, se encontraba asustado y tenía la respiración agitada. -Ya pasó, ya pasó, fue solo una pesadilla. -aquella era su madre, lo miraba con preocupación y tocaba la frente averiguando la temperatura de su hijo. -Gracias a Dios no tienes fiebre, estás sudando.

Se incorporó y se sentó en la cama, aquella pesadilla en verdad lo asustó.

-Mi cariño, ya pasó. -su madre seguía acariciándole la cabeza con suavidad. Ella quería preguntar qué había soñado, pero al ver en el estado en el que se despertó, prefirió mantenerse callada.

-¿Qué hora es, madre?- preguntó al fin.

-Mmm, son las 2:50 pm. -le informó mientras regresaba la mirada del reloj de pared a los ojos de su hijo.

-Ah... ¡¿Qué?!- se alarmó al recordar el trabajo en grupo. -¡Demonios lo olvidé!- se levantó rápidamente y buscó ropa para cambiarse e ir al punto de encuentro. -Tengo que ir a hacer una tarea en la biblioteca. - avisó antes de adentrarse al baño a cambiarse y arreglarse un poco.

-Yo voy a la tienda por unas cosas, a lo que regrese probablemente ya no estarás aquí, así que, que te vaya bien Sasuke. -su madre salió de la habitación.

-Adiós, madre.

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-Debes darte cuenta, no lo arruines o lo lamentarás.- le susurró alguien perturbando su sueño.

-¿Mmm? -Naruto abrió los ojos sorprendido y frunció el ceño. Se quedó pensando en qué fue eso y se movió un poco para mirar la hora en el reloj que tenía en su buró.

-¡Carajo, es muy tarde! ¡Sakura me va a matar! -el reloj marcaba las 2:55. Al ver el corto tiempo que tenía, se levantó y corrió a su armario sacando ropa al azar y poniéndosela enseguida. Luego, fue al baño a lavarse los dientes y salió como un rayo.