Confesión

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Intenté salvarte del abismo

cayendo yo misma llena de presura 

para chocar contra la fría tierra espesa que me consume

símil de los secretos que nunca salieron de tus dedos 

y que ahora arden como llamas llenas de desconfianza. 


Y mientras tomas la mano de aquella usurpadora 

que se lleva tus sonrisas a días de aparecer

yo... sigo luchando para que las pequeñas piedras no me traguen

y que los días, meses y años vividos me den una medalla 

que estaría colgada en tu vida


Pero el final se acerca

tan rápido, sin mirar atrás

y ya no lucho, solo tengo fe de que a través de la maleza. 

pueda llegar al manantial que me llama 

desde algún lugar.


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Ya mas nunca me confiaré

levantaré el muro

ya mas nunca me entregaré

le dejaré mi lugar a quien te haga feliz

ya mas nunca te hablaré

porque ahora mismo, mi corazón arde en llamas de ira 

y creo que ya es polvo de decepción.


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La rabia nunca me ha invadido como el aire

que solo hace al fuego crecer

consumiéndome en cenizas 

arrojándome fuerza del círculo vital

haciendo de mi derrota, suerte para alguien más.


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Ay... luna, que decepción. 

ocúltate, conviértete en negra

que ahora mismo,

¡no soporto tu resplandor!









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