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Poche  POV

Había pasado casi tres semanas del...incidente. Calle  se había puesto un tanto histérica y prácticamente quiso que me hiciera un test de embarazo de inmediato. Después de charlar un rato sobre el asunto llegamos a la conclusión de ¿Cómo tendremos tan mala suerte? Nos habíamos cuidado desde que empezamos a tener relaciones, hace tres meses. Además, me era muy difícil permanecer preocupada cuando Calle  había estado realmente interesado en que me olvidara del tema logrando distraerme inventando actividades, paseos y tardes de estudio (que terminaban en apasionadas sesiones de besos), ya que había leído en no se qué parte que el estrés haría que se me retrasara la menstruación. En realidad era raro que tu novia... estuviera tan al pendiente de si te llegaba la regla o no y si tenía síntomas pre-menstruales. Era vergonzoso, sin embargo confiaba tanto en ella  y comprendía que estuviera tan preocupada  e interesada.

No le habíamos contado a nadie sobre el "asunto", pero Juliana  sospechaba que algo nos pasaba. Tenía una especie de unión de gemelos con Daniela y siempre adivinaba cuando ella estaba ansiosa, preocupada  o angustiada  por algo. Y lo peor fue cuando Paisa  lo notó también...por lo que nos habían bombardeado con preguntas todos los almuerzos en los que nuestros amigos y compañeros de curso Johan  y Kim  no estaban.

Hoy había sido un día especialmente terrible, Mario Ruiz  me había estado molestando para que saliera con él en clases de Historia ya que Calle  no había llegado porque estaban con Paisa en una reunión del equipo de basketball, y Juliana  en vez de ayudarme se dedicó a reírse de mi molestia ¿Es que este chico era estúpido? desde que llegué a Al insiste e insiste, además ¡Tengo novia!

- Mario , ya te dije, no estoy disponible ni hoy, ni mañana ni ninguno de los días

- ¡Oh! vamos Poche , solo será salir al cine, verás que no te arrepentirás, después me rogarás más citas – rodé mis ojos, estaba realmente fastidiada ¿porqué cuando más la necesitaba Calle  no estaba? Mis nervios ya estaban de punta, tenía 2 días de retraso, Alice no dejaba de incordiarme y Mario  no dejaba de acosarme – Todas las chicas después me ruegan más citas.

- ¡Mario  entiéndelo! Tengo novia  y la amo, y tú no me gustas, ni me atraes en lo más mínimo y por último ¡me tienes harta con tu hostigamiento! ¡Déjame en paz! – exploté. Prometo que no me di cuenta que le había gritado y todo el curso nos miraba expectantes, muchos estaban aguantando la risa, ya que aunque Mario  era popular era un engreído antipático. Vi como Matu  me taladraba con la mirada probablemente enfurecida porque Mario  me invitara a salir a mí y no a ella.

- Creo que ya escuchaste Ruiz , mejor márchate – escuché la voz de Calle  a mis espaldas mientras colocaba sus manos en mi cintura. Mario  se fue a su asiento, rojo de furia y vergüenza – Gracias por decir que me amas delante de todos nuestros compañeros – me dijo mi novia sonriéndome.

Lo miré totalmente aliviada y nos ubicamos en nuestro lugar ya que el profesor había regresado de donde sea que estuviera.

Cuando al fin tocó el timbre para el almuerzo nos dirigimos a la cafetería tomadas  de la mano mientras escuchaba como nuestros compañeros murmuraban sobre lo ocurrido en el aula. Calle  se acerco y me murmuró al oído

- amor... ¿y? – dijo nerviosa. Yo sabía perfectamente a lo que se refería

- Nada Calle – respondí nerviosa – Ya han pasado dos días.

- Tranquila amor, yo estaré contigo pase lo que pase ¿sabes que te amo, cierto? – se detuvo u momento y me sonrió. Sus ojos brillaron y aunque me miraban preocupados había allí un leve brillo que no supe definir.

- Como yo te amo a ti – me abrazó y luego de hacer la fila y servirnos almuerzo nos fuimos a nuestra mesa, a la que al poco rato se integraron Juliana   y Paisa .

¿Embarazada? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora