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Poche  POV

Luego de mi terrible "episodio hormonal" como lo había llamado Juli , no habíamos tenido problemas. Bueno, no tantos.

Lauren y Jessica no habían dejado de llamarme "vaca" o "ballena", pero me hacia la que no escuchaba. A veces, cuando nos subíamos al auto con Calle , me ponía a llorar. Ella  tan dulce como es, se preocupaba un montón y se dedicaba a consolarme, mimarme y decirme cuanto me amaba, pero ella  ya tenía muchas presiones; se acercaba el campeonato de basquetbol y estaba entrenando mucho y también tenía que estudiar, además de que cada vez se ponía más nerviosa cuando me levantaba al baño por la noche. Según un libro que ella  estaba leyendo se me podía adelantar el parto...pero yo creo que estaba exagerando un poco.

Hoy andaba más estresada de lo común, como ya estaba por retirarme por que faltaba poco para que cumpliera los ocho meses, estaba llena de trabajos y además de que Juliana me hacía ir con ella a comprar ropa de pre mamá, como si fuera a estar embarazada de por vida e insistía en que ya debíamos comenzar a decorar la habitación del bebe, y a eso sumémosle mi idea de ir a preparar la cena de Mi papa  todos los días y aunque la hacía Calle  (enserio el debía considerar una carrera como chef) pero el estar mucho rato sentada me cansaba, estar mucho de pie me cansaba y ahora con el semejante vientre con el que estaba era tenía fuertes dolores de espalda.

- ¡Mira Jess, viene la Ballena! – dijo la chillona voz de Lauren en el pasillo. Varios alumnos giraron a mirarme, con cara de disculpa y lástima. Probablemente ellos no estuvieran de acuerdo de cómo me trataba Lauren o Jessica, pero ellas eran como las abejas reinas de la escuela y perdías todo tipo de beneficio social si estabas en su contra. Uno piensa que es simple o fácil enfrentarse a ellos, pero la mayoría de los chicos prefería simplemente pasar y no involucrarse.

- Quizás se va a reventar, parece un globo – replicó Jessica mirándome con burla. Lamentablemente no era mi día y mis hormonas estaban disgustadas. Estaba que explotaba, pero de ira.

- Ya no sé si es Poche  o la Ballena – rieron con su patéticos chillidos. Realmente si tuvieran un poco...un poquito más de cerebro podrían inventar mejores insultos.

- Mira idiota, ni siquiera tus bromas tienen gracia, deja de molestarme ¿oíste? – dije con enfado.

- ¡Uuuuuy! La pelota anda enfadada – Lauren movía su rubia cabellera teñida de un lado a otro – y qué piensas hacer ¿Darme un golpe con tu barrigota?

- No, pienso hacer esto.

Y sin más estampe mi puño en su cara. Realmente ni siquiera lo pensé y aunque me dolió, pero fue tan...satisfactorio.

- Nunca te metas con una mujer embarazada ¿oíste tarada? Esto también va para ti idiota – dije mirando a Jessica que me miraba en shock, al igual que otros alumnos que presenciaron la escena.

Sin más me di vuelta, acaricie mi vientre y justo mi bebe se movió.

- ¿Lo hicimos bien cierto? – susurré a mi bebe y como felicitándome se movió más fuerte, aunque incomodó un poco me sentí feliz. Por dentro hacia el baile de la victoria.

Había dejado callada a la oxigenada ¡y de qué forma!

Cuando entre a la sala Calle  me esperaba leyendo algo así que entré al salón rápidamente y me senté a su lado.

- ¡Hola amor! – Me dijo dándome un beso en los labios, luego coloco su mano en mi vientre – hola peque – de inmediato el bebe se movió. Según Calle  reconocía su voz y eso lo ponía feliz, de inmediato vi como se formaba una gran sonrisa en su rostro.

¿Embarazada? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora