¿Embarazada?

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Poche POV

Acababa de quedar sin aire. El bebe me había pateado ¡y por dios que lo hacía fuerte! Riley ya me había advertido que el bebe (que ahora tenia menos espacio porque subía de peso y crecía mucho) se movería más dificultosamente y podría doler, pero nunca pensé que fuera tanto. Ya medía 40 centímetros y pesaba 1.953 Kilogramos, así que me tenían comiendo solo cosas sanas. El bebe ya era grande, pero estaba pasado del peso normal y era por mi frenético ataque a las hamburguesas que me había dado hace poco, pero era culpa de Sebastian que parecía apoyarme en cada ataque de glotonería que me daba. Riley, nuestro doctor, ya nos tenía advertidos "su bebe ya está completo" (fueron sus palabras exactas), obviamente sus pulmones era lo único que aun no estaba totalmente desarrollado, pero por si acaso ya teníamos una maleta de emergencia lista y nuestra habitación en la clínica asegurada.

Después de muchas discusiones, decidimos que tendría al bebe en el agua, en una exclusiva clínica de Los Ángeles . La familia de Calle y mi padre se quedarían mientras, en el departamento de Sebas y este se iría al de Laura . El problema era si se adelantaba el parto, ahí no me quedaría otra que tenerlo en el Hospital. Obviamente Calle estaría conmigo en cualquiera de las situaciones, incluso, era ella la única que quería que entrara. Tal vez Germán , sería genial para él recibir a su primer nieto, pero el mismo había dicho que se sentiría tan nervioso, que no podría ser el doctor encargado. Además quería que viviéramos esta experiencia en intimidad, dijo que era un momento demasiado especial, que nunca se olvida y que serviría para apegarnos al bebe y fortalecer nuestra relación.

Este mes había sido demasiado difícil. Ya había dejado de ir al Instituto, ya que con el aumento de peso del bebe y el mío me daba mucha fatiga. A la vez, me ponía ansiosa estar sin Calle . Últimamente estaba demasiado sensible y necesitaba que ella estuviera conmigo todo el tiempo, en cuanto llegaba del Instituto no me despegaba más de ella .

Había realizado los exámenes y había logrado excelentes notas que no bajaban mi promedio casi perfecto, aun mantenía las esperanzas de ser aceptada en una buena universidad. Mis últimos días fueron casi perfectos. Las zorras oxigenadas dejaron de molestarme aunque continuaban esparramando falsos rumores que nadie escuchaba. Cuando salí varias chicas se despidieron de mí y me desearon suerte.

Durante el día, con mafe nos entreteníamos haciendo postres y comidas, así que cuando los chicos llegaban habían muchas cosas para comer. Juliana , Paisa y Calle se quejaban que los estábamos "engordando" pero los fines de semana cuando venia Sebas con Laura comían todo lo que podían y se llevaban algunas cosas alegando que la comida del casino de la Universidad no era tan buena.

Ahora Mi papá venía a cenar con nosotros porque me dolía un montón la espalda cuando pasaba mucho tiempo sentada. Tampoco podía estar acostada. Mis tobillos se hinchaban demasiado y me cansaba con solo bajar la escalera.

Antes de dormir, Calle me hacia masaje en la espalda y le hablaba al bebe que se movía como un loco al reconocer la voz de su mamá . Mi chica se veía notablemente orgullosa cuando pasaba eso, estaba segura que babearía por nuestro hijo y más si era niña.

- Estoy tan ansiosa – dijo con la cabeza apoyada en mí ya abultado vientre – Lo único bueno de todo esto es que mañana salgo de clases y podré estar contigo todos los días.

Besó mi vientre y me miró con una sonrisa mientras yo le acariciaba el cabello.

- ¿No estas nerviosa por tu ultimo partido? – le pregunté. Mañana jugaban contra uno de los mejores equipos de basquetbol, donde se decidiría el ganador del campeonato del Estado de Washington.

- Nop, se que estarán ustedes dos ahí, no puedo permitir que mi hija o mi hijo tenga una madre perdedora – beso mi vientre al sentir como nuestro bebe daba una pateadita – Además, hemos entrenado mucho, nos tiene que ir bien. El entrenador casi nos ha matado con las prácticas.