Cuatro meses después Jaime perdió su figura desnutrida para dar paso a una figura de papá, iba a tener un hijo.
Un día yendo al ginecólogo se encontró a la puerta de un sexshop a un pelirrojo que resultó ser Aarón, no dudó en ir y cogerle de la oreja para echarle una buena regañina:
-Pensabas dejarme solo con un niño, sin un padre que le.quiera y le cuide, tendría que hacer yo todo el trabajo y sin nadie a mi lado, ¿tu estás tonto? Ahora mismo vas y vienes conmigo al ginecólogo.
Le arrastró de la mano los 500 metros restantes.
Aarón no llegó a articular una sola palabra desde que se lo encontró, pero al fin en la sala soltó una carcajada.
-¿Que? - pregunto groseramente y rodando los ojos el embarazado.
- Los chochos tienen una forma muy graciosa - dice señalando una maqueta - menos mal que soy gay, que sino no podría hacerlo sin reirme.
Después de 30 minutos, al terminar la revisión, les revelaron el sexo del bebé, iba a ser una niña, Aarón se rio al pensar como seria su mini chochete.
Ya que estaban, Jaime llevo al padre de su futura hija a su apartamento y mantuvieron relaciones otra vez, sin quedarse más embarazado ahora.
Y esta vez no le dejó irse, le encerró en su piso para criar juntos a la niña.