· PRÓLOGO ·

757 83 76
                                    

Sólo Mírame.

EDITADO.

   Mis largos dedos se entrelazaron en mi castaño cabello, buscando la forma de arreglar el desastre que era antes de que

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

   Mis largos dedos se entrelazaron en mi castaño cabello, buscando la forma de arreglar el desastre que era antes de que...

   La puerta sonó cuando la mujer se adentró al lugar, donde la paz mental se acabó para mí. Mis manos temblaron, ansiosa por la charla que tendría con ella. Su mirada oscura chocó con mis claros ojos azules, analizando todo de mí desde el primer momento que me ve. Recorrió desde la punta de mis zapatos hasta el último cabello en mi cabeza antes de tomar asiento frente a mí en un sofá idéntico en el yo misma yacía.

—Buenas tardes... —comenzó, intentando saludar.

   Moví mi mano en un círculo rápido.

—Al grano, por favor —pedí educadamente. 

   Y aunque su mirada me fulminó por interrumpirle, obedeció, ya que ambas queríamos irnos ya mismo de este terrible consultorio y seguir con nuestras vidas. Dejó la libreta a un costado, demostrando que no la necesitaba para lo que diría o para lo que yo confesara. Comenzó con rapidez y sin filtros, como la mayoría de nuestras sesiones. 

—Tengo entendido que tu padre comenzó a entrenarte desde que puedes caminar. —No dije nada, dándole la razón—. Tu informe dice que tu padre era un gran policía en el pueblo y murió acribillado en una misión fuera de aquí.

   Me crucé de brazos, recargándome en mi sitio.

—Entrenar es lo que suelen hacer los padres policías con sus hijas —aclaré.

—Pero a tí te llevaba a un descampado y te obligaba a entrenar día y noche —me recordó todo aquello seguramente porque mi madre abrió la boca. Se inclinó un poco más adelante en busca de una nueva posición—. A tí te llevaba a un gimnasio diariamente como parte de la rutina que tenía establecida y no tenías amigos, no tenías tiempo para ello. Salvo por tu vecino, Wesley Foster, quién me contó tu madre que una vez salvaste de un robo en tu casa.

—No lo salvé —aclaré rápidamente.

   La mujer ladeó la cabeza y sonrió.

—"Dos ladrones entraron a su casa. Ella los analizó de pies a cabeza, me hizo cerrar la boca y se movía con sigilo, cómo una verdadera profesional que se ha visto todas las películas de Scream. No logró encontrar el arma de su padre y se enfrentó a ellos sólo con sus puños. ¡Noqueó a uno de los tipos y el segundo salió corriendo!" —leyó su libreta. Su mano se deslizó por la misma y elevó el papel frente a mis ojos—. Esa fue la declaración que dio tu amigo a la policía. ¿Qué adolescente normal hace eso?

   Mordí mi mejilla por dentro, evitando decir algo de lo que me arrepienta más tarde. La mujer suspiró con fuerza, demostrando que mi silencio no le dejaba avanzar conmigo. Tomó su anotador y elevó su lápiz, escribiendo con rapidez. 

—Terminamos por hoy, Jade.

   Solté un gruñido y levanté el trasero del sofá. Comencé a caminar con prisa por irme de aquí y perderme en el espacio-tiempo, sin querer llegar a mi casa porque tendría que ver a mi madre, quien me delato con mi terapeuta, y soportar a mi mejor amigo adicto a llorar con series y libros. Pero antes incluso de que pudiese tomar el picaporte, la mujer volvió a hablar.

—Mañana es diecisiete de septiembre, Jade. Mañana comienzas la universidad —me recordó con una voz temblorosa, quizá queriendo apiadarse de mi recuerdo con suavidad—. Cuida bien todas tus decisiones porque son aquellas las que influyen en tu vida. Esas decisiones le quitaron la vida a ella, solo espero no te la quiten a tí. Nadie en el pueblo soportaría algo así nuevamente.

Nadie del pueblo...

Y supe que cuando dijo que espera que no me quiten la vida no hablaba de esa forma.

   Después de lo último que dijo la terapeuta, el silencio reinó finalmente en el lugar y logré salir por la puerta sin otra interrupción.

¿En serio ella pensaba que pasaría eso de nuevo? ¿Pensaba que podía pasarme a mí? Mi mente no es como la de ella, ni mi vida es tan complicada como la suya. Nuestro destino jamás sería el mismo. 

Tal vez me equivoco. Tal vez si pueda llegar a pasarme. El destino es engañoso, te puede hacer creer una cosa pero pasa otra; espérate los plot-twist que puede darte la vida.

Sólo continuando esta historia veré lo que el destino depara para mi.

Oh, cierto.

Bienvenidos al pueblo de "Alone Hills".

Que originales fueron los creadores, ¿no? 





Sólo Mírame © [Alone #1]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora