= Dato curioso =
Esta historia es canónica y se encuentra en el futuro, incluso cerca del final de la historia original. Tratare de no dar mucho spoiler; hagan sus conjeturas si gustan. Gracias por leer.
En vísperas de navidad se puede percibir esa sensación tan particular; frio y calidez podrían ser una combinación poco usual sin embargo en estas fechas, es lo mejor.
En las montañas los días inician con esa espesa neblina que cubre y deja ese roció particular en las casas, en los árboles, o sobre cualquier cosa que pertenezca al exterior. Prosigue el día con un cielo nublado, un poco obscuro sin embargo no puede faltar la iluminación al por mayor; lugares que decoran con centenares de luces y así inundando las calles con un brillo espectacular. Así continuamos hasta la noche donde la temperatura desciende hasta su clímax y comenzamos a refugiarnos en la calidez de nuestros hogares aunque, lo que verdaderamente aporta ese calor que nos reconforta es el saber que tienes un lugar especial para ti, donde puedes ser bien recibido e incluso atendido; la víspera de navidad aunque, siendo un poco comercializada nos recuerda sobre la necesidad de la compañía, el afecto, la unión y la convivencia donde se relatan experiencias nuevas o simplemente memorias especiales que ahora pertenecen al pasado. Sin embargo, aquella acción que no puede faltar, es la de expresar el dar y recibir algún presente con esas personas especiales.
Y es con esta última frase, que doy inicio a esta historia.
En las montañas en un lugar recóndito en región europea, se encontraba una pequeña villa. De inicio se observa cómo se delimita un extremo con el mar en el cual desemboca un pequeño rio que atraviesa toda la villa hasta llegar a un ya viejo y desgastado faro. El resto se encuentra a las faldas de dos montañas las cuales eran casi idénticas solo que una de ellas contaba con un follaje especial de hojas color marrón y carmesí y en la parte más baja se apreciaban huellas de deforestación. La entrada no tenía algún diseño particular, solamente un camino con un asfaltado sencillo, a los lados de la calle un par de pequeños muros de piedra donde uno mencionaba "Bienvenidos a Castle Combeh" con letras poco perceptibles por el desgaste del tiempo. La villa contaba con bastas casas con diseño pintoresco; hechas de madera en su totalidad y con techos de teja. Múltiples locales de comercio, restaurantes y sitios recreativos, con una población muy variada y en su mayoría comerciantes.
En la plaza, se observa un chico, no mayor de 12 años, delgado de cabello oscuro y tez morena. Se encontraba sentado en las escaleras de un kiosco, cortando un trozo de madera con una navaja corta, algo oxidada. Silbaba una tonada pegadiza mientras repetía y adecuaba sus cortes. Continua así unos minutos hasta que es tomado desprevenido por la espalda. Este con asombro voltea y mira a una niña pequeña, de cabello castaño, ojos claros y tez clara, la cual mirándolo con un gesto gentil y una risa juguetona le dice:
- ¡Hermanito mayor! (con entusiasmo) ¿Qué estás haciendo? ¿Te asuste?
- ¡Brigitte! (alzando la voz) ¿Cuántas veces te eh dicho que no hagas eso? ¿Qué tal si te confundo con algún idiota? y por la impresión te golpeo o algo peor...
- (Cabizbaja) Lo siento Antony, no quise que te enojaras conmigo (con mirada solloza)
- No, ¡espera! (tomándola por los hombros) No estoy enojado ¡no llores!, no fue mi intensión asustarte (tranquilizándola)
- Esta bien (tallándose los ojos) Oye y ¿que estabas haciendo? (mirando las manos de Antony)
- ¡Nada! (ocultando) No es nada que te importe
- No es cierto, déjame verlo (lanzándose sobre él) ¡Dámelo! (gritando)
- ¡No! ¡Quítate de encima!
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My long awaited story
Fanfiction¿Comedia y romance? ¡Sí!, esta historia lo tiene. Una historia que habla sobre la vida de un joven y peculiar panda que ah llegado a una nueva ciudad en busca de una oportunidad de empleo, pero el destino le ofrece algo mas que un simple trabajo...