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Narrador omnisciente.

Jin había pasado toda la noche haciendo tarea, ya que estaban en trabajos y exámenes finales porque dentro de poco culminaba su carrera.
El pelinegro luego de terminar sus trabajos y organizarlos como era debido, se acostó en su cama cayendo de una vez en un profundo sueño. Cuando de repente sonó su alarma afirmando que tenía que levantarse para otro día de universidad, con mucho sueño y pereza se dirigió a su baño para ducharse y hacer sus necesidades.

El pobre chico tenía mucho sueño casi no durmió nada por terminar sus tareas, él quería que el día pasara muy rápido para volver a dormir. Luego de ducharse con agua tibia para quitar el sueño se vistió con el suéter que le regaló su hermano con unos pantalones negros y sus zapatos blancos deportivos; eso era lo más cómodo y casual que podría vestir. Tampoco era como si quisiera lucirse a toda la universidad, luego de desayunar y acomodar sus cosas en su bolso salió de su hogar junto con sus llaves para ir a su auto para colocarse en marcha; al pasar varios minutos conduciendo recibió una llamada de su hermano, la cual respondió gustosamente.

—Tae, hola buen día. ¿Qué sucede hermanito? A qué se debe tu llamada.—
—Hola Hyung, buen día. Así que, ¿ahora no puedo llamar a mi hermano?, bueno déjame decirte que soy lo más preciado que tienes. Ahora te aguantas.— Dijo sonriendo
—Perdón mi vida, pero no eres de llamar tan temprano ¿Qué pasó?—
—Sólo quería decirte que si más tarde cuando salga del trabajo, podemos ir a tomar algo. Para celebrar de mi nuevo empleo y también dile a Jiminie que venga. A parte de todo éso, tengo nervios de conocer a mi nuevo jefe y Ceo de la empresa.—
—Tranquilo mi niño, verás que todo saldrá muy bien, confianza y muchos ánimos para ti cariño. Te deseo mucha suerte, más tarde nos veremos.—

Al terminar su conversación, Jin aparcó su auto en el estacionamiento saliendo con su bolso y algunos trabajos en mano.
Continuamente observó a su querido amigo sentado en una banca leyendo un libro, admitía que se miraba muy tierno y adorable aunque en realidad era el hombre más sexy y hermoso que conocía, a parte de Tae.

Se acercó lentamente hasta sentarse a su lado a la vez que observaba su cabello. —Buen día Jimin, mi vida déjame decirte que te ves precioso, me encanta tu nuevo color de cabello.— Observó al ahora peligris mientras guardaba su libro en su bolso y volteaba a verlo con su hermosa sonrisa.
—Hola Jinie Hyung, gracias, me lo cambié el fin de semana. Tenía la idea de cambiármelo de color, pero parece que no fuí el único con la idea; Jinie luces precioso, ese nuevo color se te ve muy bonito ahora te ves más sexy que de costumbre.— Jimin con una sonrisa y mirada pícara le dio un beso en la mejilla a su Hyung. Cualquiera que los viera pensaría que son novios, pero no, ellos se querían muchísimo y no les molestaba los actos de cariño en frente de todos. Era una costumbre entre ellos y Tae el hacerlo.

—Qué cosas dices niño eres un desvergonzado Jiminie, pero igual gracias cariño.— Jin le guiñó a Jimin mientras se levantaban para ir al aula donde serían sus primeras clases de la mañana.
—Jinie querido te noto el cansancio y las ojeras que tienes, además, que te dije de quedarse despierto hasta tarde, pero eres un terco.— Jimin le regañó.
—Lo siento Jiminie, antier visité a mis padres con Tae y se nos hizo tarde cuando volvimos, entonces en la noche me tocó hacer los trabajos que me faltaban.—
—Te entiendo Jinie, también me ha pasado pero no lo hagas. Me preocupas y no quiero que luego te salgan arrugas.— Dice mientras toman asiento en el aula.

—Sí sí, tranquilo está bien lo prometo, no lo haré más. Por cierto ¿Cómo te va con el señor posesivo? Ya no lo veo casi por aquí.— Pregunta Jin curioso.
—Pues... Estamos bien, todo va de maravilla. Ahorita él está trabajando. A veces llega cansado, pero sé quitarle el estrés de buena forma; aunque me deje algo adolorido. Pero dicen que el sexo es bueno para liberar la tensión y el estrés bebé, inténtalo.— Responde Jimin con picardía mientras reía, Jin en cambio estaba muy sonrosado al pensarlo así que rápidamente le pega en el brazo a Jimin.
—Oye, ¿Por qué me pegas?— Pregunta con el ceño fruncido sobándose su brazo.
—Por desvergonzado, no me digas eso. ¿Quieres que quede con un trauma acaso?— Responde mirando a su amigo con molestia y todavía sonrosado.
—Ay pobrecito el niño, bueno eso lo veremos cuando hagas el amor con tu futura pareja, mientras... No te quejes.—
—Cariño, mejor utiliza esa hermosa cabeza que tienes para otra cosa y no para decir tonterías. Además, presta atención que el profesor ya llegó por sí no viste.—
Ambos chicos se acomodaron en sus asientos y verían a su profesor comenzar a dar la clase. Tendrían un largo día... Y eso que apenas comenzaban. Pero tendrían buen resultado al final de todo, con sus títulos en mano y profesión terminada.


Until I Saw you - NamJin  -EN HIATUS-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora