11. Antes de Mi

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Jimin se esmera en hacer el decolorado sin fastidiar a Yoongi en el proceso. No es realmente difícil, ya está acostumbrado a hacer esto. Tuvo un trabajo de medio tiempo en una peluquería y ahí aprendió. No lo hace en sí mismo porque realmente podría hacer un desastre y no quiere quedarse calvo.

En tanto que revisa puede ver lo que Yoongi hace. El mundo de la composición es un total lío y quienes pueden hacerlo son personas increíbles. Fue el primer rasgo que admiró y conoció de Yoongi. Se le hace nostálgico. También recuerda exactamente como lo conoció, principalmente en base a sus canciones...

Que no eran suyas.

Nadie sabía que era él quien componía.

Por el contrario, el crédito se lo quedaba la que en aquel tiempo era la novia de Yoongi: Suran. La cual en realidad no sabe componer ni escribir canciones, pero todo el mundo así lo creía. Una enorme estafa y... Rememorarlo le duele. Abraza a Yoongi por los hombros

— ¿Ummm?

—Nada. Nada.

Pone una alarma para saber cuándo pedirle que vayan a sacar el decolorante. Entre tanto lo observa largamente. Ensimismado en su trabajo, en lo que le apasiona...

Antes sentía una enorme admiración por Suran. Ella hace casi toda su música y cuando lo contrataron en la misma empresa tenía la esperanza de conocerla y ver como trabajaba. No pudo hacerlo, no lo dejaban pasar y por el contrario ella de mostraba sumamente recelosa a cualquiera que quisiera conocerla. A pesar de ser un poco decepcionante tenía la esperanza de llegar algún día a hablar así sea un poco.

En medio de una especie de persecución choca con una persona y ve los papeles volar por todos lados—L-lo siento. —El otro suspira. Recoge todo. Jimin apenas recoge un par y ve la caligrafía tan específica que había visto en fotos antes. Es extraño, pero tiene una firma borrosa en una esquina.

—Devuélvelo.

— ¿Se siente bien? —pregunta con preocupación que florece por pura empatía. Ese hombre se ve demasiado delgado, ojeroso y cansado como para estar bien. incluso sus mejillas están hundidas.

—Si. —Toma el papel y lo guarda con los demás.

—Soy Jimin, nunca-

— ¿El nuevo? Ah, claro, siempre le han gustado los niños. —bufa con disgusto y Jimin ladea la cabeza ¿Qué? ¿A quién?

—Te veo ... Mal ¿Quieres que vayamos a comer? —Niega con la cabeza, luciendo más acobardado que hace un segundo—. ¿Cómo te llamas? Nunca te había visto por aquí.

—No te importa.

Y se fue. Peor primera impresión imposible, pero Jimin destaca por ser alguien necio y que se rinde cuando el cielo se vuelve verde. Es decir, nunca. Puso su empeño en buscarlo y lo encontró tras una semana. Su lugar de trabajo es sumamente pequeño y tal vez a ello da la impresión de estar desordenado.

— ¿Qué quieres?

—Vine a ver dónde trabajas... Ya entiendo porque estás tan encorvado —murmura viendo alrededor. Lo único resaltante es un pequeño juguete en forma de oso—. Esta muy oscuro aquí ... ¿En que trabajas?

—No te importa.

—En realidad si ... Yoongi—Lee en un papel suelto. Puesto que guarda silencio Yoongi no vuelve a regañarlo. Jimin lee por encima del hombro la letra que el encorvado estuvo escribiendo—. Wow... Es muy bonita. —concede con una sonrisa.

— ¿Tú crees?

—Sí. Suena a algo que Suran cantaría. Qué curioso.

Yoongi no dice nada al respecto.

A medida que las visitas se vuelven más frecuentes Yoongi es incapaz de alejarlo para trabajar en paz. El menor supo pronto como adecuarse y no molestar con su presencia, no incluye mensajes pues posiblemente se gasta todo del crédito en bombardearlo. Tardó, pero llegó al punto de que se enteró del motivo tras la delgadez de Yoongi, así como su aspecto enfermizo.

De repente le dio un ataque de pánico en un pasillo.

Jimin sudado a más no poder por haber estado practicando es quien lo ayuda a pasar al menos un poco de la crisis.

—Creo que estas enfermo. —Agrega tocando la frente y cuello del compositor.

—Estoy ... Estoy bien. —Miente viendo a otro lado.

—Nop. Voy a cambiarme y te ayudó a ir a casa. —A pesar de que lo dijo, Yoongi intento irse sólo Jimin lo alcanzó en poco tiempo. Llegar al departamento fue un lío. Esta increíblemente lejos y es un edificio que da pena.

El departamento da pena.

Pequeño, paredes húmedas, el interior tratando de no dañarse en esas condiciones. Jimin está francamente sorprendido de que viva así. Con lo bello que escribe y compone ¿Le pagan tan poco que no tiene algo mejor? Yoongi luce avergonzado a más no poder. Tanto que quiere que la tierra lo devore y no lo escupa nunca.

—Gra-gracias por acompañarme, pero-

—Iré a la tienda que vi para comprarte algo decente de comer. Ya regreso. —Toma la llave de la mano de Yoongi y se va. El mayor no entiende qué demonios hizo para que alguien se preocupara tanto por él.

Jimin llegó poco tiempo después con una bolsa llena de comida y algún que otro medicamento. Por cortesía y que ya el dinero está gastado come lo que Jimin cocinó.

— ¿Por qué vives en un sitio así? Tiene sentido que estés tan enfermo. —afirma con enorme desaprobación.

—No tengo dinero para-

— ¿Cómo no tienes dinero? Pasas el día entero componiendo ¿Quien canta lo que haces? Si trabajas te pagan y aun si no fuese mucho no explica todo esto. —Insiste. Posiblemente por la fiebre ahora más alta fue que se escapó la información.

—Yo compongo todo lo que Suran canta. Ella es mi novia a final de cuentas y... Quería ayudarla.

Hubo un silencio terriblemente incómodo entre los dos, más porque Jimin quedó incrédulo. Yoongi tararea una melodía al azar, con la cara roja debido a la temperatura. Esta es de la canción más popular de Suran y ahora que lo piensa, la última canción que grabó la Idol es una que Yoongi estuvo escribiendo mientras almorzaban.

Esto es muy decepcionante desde muchos puntos. El principal de ellos...

—Estás... Estás regalando tu trabajo—balbucea incrédulo y entristecido—. Estás... ¡estás dándole el crédito de tu esfuerzo y vives así! —señala con ambas manos el lugar.

—Está bien. Está bien...

—O-oye...

—Está bien... De verdad está bien.

Yoongi había empezado a llorar, luciendo más miserable si es que eso podía ser posible.

La alarma suena y Yoongi se levanta quitando los papeles de aluminio. Jimin se ríe al ver como se complica en eso que es tan simple. Van al baño y con una ducha masajea el cabello, quitando el decolorante y dejar expuesto el cabello rubio. Al terminar Yoongi toma la toalla que Jimin le tiende, poco después el más bajo lo ayuda a secarse.

— ¿Qué tanto estás pensando? Sentía tu mirada en mi nuca todo el rato. —murmura. Jimin deja de mover la toalla.

Comparar este Yoongi con el de aquel entonces es imposible.

—Nada, solo que te quiero mucho por cumplirme este capricho. Lo siento. —ríe apenado. Yoongi sonríe levemente, reprime el gesto a medias en su interior.

—Está bien, de vez en cuando es bueno tener un cambio y que mejor cuando es en casa porque mi novio se preocupa por mí. —Lo toma de la cara y le besa en la frente para luego irse, aun secando su cabello.

—Preocupado por ti... Supongo que tengo demasiado tiempo preocupado por ti. —murmura.

Doll Eyes || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora