33. Negar la Realidad

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La puerta se abre sin problema por algún motivo ajeno a su entendimiento. Sale, escucha voces, las de Taehyung y Hoseok afuera. Yoongi debe estar con ellos. En su camino a cualquier salida de la casa ve el pequeño ratón en el suelo. Este va dando brincos, lo conduce a la puerta que, por primera vez, abre de día. La llave esta en el cerrojo, pues Yoongi la cerró a causa de lo constante que se abre por la "mala bisagra". Gira la llave y por primera vez, el túnel se extiende de día. Mira atrás un instante y aún lloroso entra, cerrando tras él.

Contrario a la realidad, es de noche. Avanza restregando su rostro con las mangas del suéter. No halla a Other Yoongi por ningún lado, pero si una gran comida en la mesa de la cocina. Encima de una pequeña figura de abanico hay un papel de color amarillo escrito a mano

Hoy te tenemos una gran sorpresa en el departamento de abajo. Aun no conoces a todos tus vecinos y ellos se mueren por conocerte. Después de comer lo que preparé para ti ve a la habitación, arreglate como gustes y ven aquí. Solo empezaran cuando ocupes tu asiento.

Te quiere, Other Y.

Come lentamente, rezando que su cara se desinflame y así poder arreglarse como mejor le parezca sin parecer un cerdo gordo. Empieza a considerar que tal vez esto es real. Que no es un simple sueño. Es irreal en su fantasía, pero al mismo tiempo esta aquí: Comiendo, con gente esperándolo. Se pregunta que es todo esto realmente, cómo es posible que haya otro mundo cruzando una puertita de apenas setenta centímetros de alto.

Sin embargo ¿Para que hacerlo?

Motivos.

Razones.

¿Con que propósito?

Quiere disfrutarlo.

Que la lógica no sea importante.

Solo disfrutar...

Como un niño ignorante a todo.

Una vez termina se dirige a la habitación. Al entrar se da cuenta de una enorme caja en la cama. Al abrirla halla tantas ropas bonitas que no sabe cuál ponerse. Sonríe encantado, desperdigándolas en la cama para escoger alguna. Termina por escoger una blusa transparente blanquecina, con un tierno lazo amarillo que se ata en la parte del cuello. Gargantilla blanca, pantalón negro, botas altas. Se hace un suave sombreado corintio, usa un guante, anillos, pendientes y tras sentirse satisfecho de su aspecto sale de la habitación.

Sale de la casa y mira la luna. Es enorme y siempre llena. Ladea la cabeza. Las estrellas de verdad parecen estar ahí pegadas. Antes de bajar al departamento se acerca dando saltos a un árbol de color rosa que deja caer sus pétalos, quedando aun tupido como si fuese magia.

— ¿Cómo es posible que un mundo sea tan perfecto? —Pregunta en un suspiro complacido, cierra los ojos y respira profundamente.

Un escalofrío tremendo lo ataca en la espalda.

Al girarse no hay nada más que un espacio lleno de sombra por la posición de la luna y demás luces. Sube el labio inferior, debió ser su imaginación. Además de que la brisa es peligrosamente fuerte... ¿Por qué? Se siente bien. Ya no está enfermo ¡Es un mundo más que perfecto! Avanza hasta el departamento, las luces están apagadas en el interior y prácticamente se queda ciego al tenerla directo a los ojos.

—Ah, Yeontan... Other Yeontan. —murmura por los ojos de botón, relativos al tamaño que deben, pero igual se ven grandes. Sigue al perro y para su sorpresa, en lugar del departamento que conoce, hay un enorme auditorio. Los asientos ocupados por miles de perros. Una fila llena de perros Mickey, otra fila llena de perros Yeontan.

Doll Eyes || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora