|Capítulo 3|

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Cuatro días después, aún buscan pistas o indicios. Cuatro días después me siento de la mierda, pierdo el apetito y no puedo dormir. Llego a las oficinas y me encargo de mi papeleo, me sumo en el trabajo, termino tan rápido los casos que tenia atrasados y no hay trabajo para mi. Cada día se siente peor.

La puerta se abre con violencia y aparece mi hermano.

— Sasuke, encontramos algo que...tienes que ver — eso roba mi atención, y olvidándome del cansancio me levanto de golpe y lo sigo, cruzamos pasillos en largas zancadas y llegamos a la oficina de Shisui. Una vez entramos veo a mi padre junto al detective Boysen 

—Acérquese  — sin dudar lo hago. El portátil esta encendido sobre el escritorio del cual nos mantenemos expectantes—. Logré rastrear el teléfono del cual te llamó. Era de una cabina telefónica a unas cuadras de tu casa, pero eso no es todo. Revisamos las cámaras de seguridad del área y tienes que ver esto —Su dedo presiona play, de inmediato se hace el silencio.

Al principio no sucede nada, la cabina esta alumbrada por un farol y abandonada, pero unos segundos después, veo a Sakura llegar con una mano en el hombro, hay sangre en su ropa. Eso me alarma pero no digo nada. 

Con torpes movimientos, retira el teléfono e intenta marcar pero no puede, inserta una moneda al tiempo que llora con desesperación. Su hombro escurre y de repente veo una luz verde, ella toma el teléfono y espera. Escucho nuestras voces, nuestra corta conversación donde me dice que me ama. Pero pasa, dos hombres abren la puerta de la cabina y la sacan, al ver el teléfono descolgado le gritan lanzándola al piso. La escena es tan perturbadora, que la acidez en mi boca amenaza con hacerme vomitar.

¡Te dije que no hablaras con nadie!, ¡maldita desgraciada!— uno de ellos, alto y de cabello rubio tira de sus hebras rosas y al tenerla cerca de su cara, le proporciona un bofetón; eso solo es el inicio de una tortura, donde sus agresiones físicas le impiden ponerse de pie— ¡golpea su boca, haber si asi aprende a mantenerse callada!

— ¡S-Sasuke!, ¡Lo siento!— el rubio azota su cabeza contra el suelo, ella pierde la conciencia. No entiendo por que no hay nadie cerca, como pudo soportar tanto antes de ceder a los golpes.

La sangre me hierve al verla ahí, aquella mujer gritona y sonriente de la cual me enamoré, luce indefensa e inconsciente. Memorizo sus rostros, los miro sin perder detalle alguno. Uno es rubio, alto, quizás uno ochenta y ocho, poco mas. El otro es de cabellos castaños, no puedo ver de que color son sus ojos por la gorra que usa, el mentón lo tiene cuadrado y viste una polera verde, pero lo que más llama mi atención es el tatuaje de un halcón que tiene en el hombro.

Tras colgar el teléfono, llega un tercer miembro, pero esta vez, uno de cabellos grises algo mayor. Sus voces, apenas se perciben.

—Intenté mantener la comunicación con él, el servidor esta apagado. No puedo hacer mucho

—Si vuelve a despertar golpéenla  de nuevo— él patea su cuerpo asegurándose de su falta de conciencia— Aeropuerto de Oxnard, tiene que estar despierta. Dos en punto. Sean puntuales — Sin más, se marcha

El video finaliza y mi respiración es pesada, muy pesada. Comienzo a caminar como gato enjaulado conteniendo mis impulsos cuando Itachi habla.

—El aeropuerto de Oxnard es para vuelos privados. ¿Como pudieron salir de los Ángeles sin que nos diéramos cuenta?  — Shisui levanta la mano pidiendo silencio

—Revisé las cámaras de seguridad del aeropuerto. Sasuke, tal vez deberías sentarte, no se como te lo tomes 

Furioso siseo:

—Déjate de coñerias. No hay nada que me cabree mas tras saber que Sakura esta siendo golpeada por ese par de imbéciles. Pon tus puñeteros videos— boquiabiertos por como le he respondido a mi primo que también es mi superior, guardan silencio cediendo a la cinta de seguridad

Mis ojos ven a los dos tipos entrando al aeropuerto, tras ellos camina Sakura, tan pronto la veo el mundo se me cae. Sakura esta embarazada. Su vientre apenas perceptible gracias a la blusa pegada, es acariciado con dolor. 

De un momento a otro, todo se torna borroso y comienzo a sentir que la sangre se me va a los pies. ¿Otro paro cardiaco?, pero si no me ha dolido el brazo. No puedo decir nada, me tambaleo y mi cuerpo cae. Las manos de mi padre me atrapan, dice algo, no lo escucho. No hay dolor esta vez, solo oscuridad y un pequeño zumbido en los oídos.

Despierto desorientado en un sofá individual, de inmediato mi cerebro trabaja, reconozco el lugar, es la oficina de mi padre. El cuerpo me pesa, tengo la boca seca y oh dios. Sakura esta embarazada.

—Sasuke — escucho a mis espaldas, intento voltear pero la voz de mi padre me lo impide —. No te esfuerces — ambos permanecemos callados, mi mente esta ocupada recordando los malestares que tenia el ultimo día en que la vi. Los de un resfriado común. No noté nada extraño salvo su falta de apetito —. E-Ella está..

—Lo está — afirmo como un idiota

— ¿Cómo te sientes? — esa pregunta me parece la mas ridícula que pueda existir, pero con sinceridad respondo:

—No lo sé, soy una bomba. Estoy molesto con aquellos imbéciles que la golpearon, estoy asustado por que algo les pase, estoy cansado, nervioso, desesperado, pero también feliz por la noticia

—Te ha caído de picada, estabas a centímetros de tocar el suelo. Pero si te soy honesto. A todos nos cayó de bomba — mi padre me mira unos segundos y después dice —: felicidades hijo.

— Soy padre también 

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𝑨𝒏 𝒐𝒍𝒅 𝒔𝒕𝒐𝒓𝒚 𝒊𝒏 𝑳𝒐𝒔 𝑨𝒏𝒈𝒆𝒍𝒆𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora