𝑨𝒏 𝒐𝒍𝒅 𝒔𝒕𝒐𝒓𝒚 𝒊𝒏 𝑳𝒐𝒔 𝑨𝒏𝒈𝒆𝒍𝒆𝒔

|Capítulo 6|

Cada minuto, es mas sofocante que el anterior. Mis parpados tienen vida propia, insisten en descansar. Pero mi cerebro no descansa, no me permite dormir. Al hacer contacto con la cama o el sofá, la imagen de Sakura aparece y termino posponiendo mi siesta.

El tiempo transcurre de manera lenta y dolorosa. Creí que bastarían horas, quizás días. Pero han transcurrido meses. Más de una ocasión hemos terminado perdiéndoles la pista. Misma que volver a encontrar, resulta mas difícil que la vez anterior.

Sentado en una silla fuera de las oficinas de investigación de las cuales me he negado a salir, saco una botella de agua semivacía y frente a la mirada de mi familia, ingiero un puñado de pastillas para dormir consciente del reproche que me trago siempre.

Mi padre no duerme bien, mi madre tampoco e Itachi con dificultad. Todos sufrimos su distancia y ausencia. Todos lo hacemos.

¿Qué has hecho conmigo, Sakura Haruno? ¿Por qué no puedo vivir sin ti?

¿Por qué tu ausencia me consume vivo?, ¿Por qué me siento vacío y sin vida?

— Lo tengo — habla el detective Boysen sacándome de los recuerdos y dando vuelta a su computadora para que veamos, abre un archivo nuevo del cual es portada la foto de un hombre que se lleva la sangre de mi cuerpo —. ¿Conocen a esta persona? —  mis padres me miran, yo los miro. Itachi quiere que lo veamos

—Si

— Akasuna no Sasori. Famoso Publicista, nacido en Nueva York. Hermano de uno de los mayores delincuentes de España. Arrestado el 12 de Agosto del 2019. ¿De dónde lo conocen? —Mi padre toce y me mira con sus rasgados ojos negros esperando que conteste

— Sakura fue su asistente por meses, pero ese hombre resultó ser más de lo que aparentaba

—Ustedes lo arrestaron, ¿sabían que salio de prisión?. La policía de Nueva Jersey le busca la pista

De inmediato nos ponemos de pie como si fuésemos resortes. ¿Sasori escapó de prisión? ¿Pero cómo?¿Cuándo?

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 Sasuke suspiro cansado sin dejar de mirar el ordenador, pese a que sus pensamientos lo mantenían lejos de aquella pequeña oficina, su atención se mantenía expectante en la foto de su ahora esposa a quien tomaba de la cintura con posesión siendo testigo de su radiante sonrisa, misma que  complementaba a la perfección su vestimenta: la toga, una esclavina colgando en sus hombros y en su hermoso cabello rosa, un birrete marcando el final de sus estudios.

Como si estuviese llamándola con la mente. El móvil sobre la mesa, empezó a vibrar de manera ruidosa deslizándose sobre el escritorio de caoba. Sasuke apenas pudo tomarlo antes de que este terminara en el suelo.

—Hola Saku— su esposa contuvo el aliento. Pero fue por unos segundos, antes de que la desbordante felicidad fuese expresada por un chillido eufórico en su oído

— ¡Lo logré ! ¡Lo logré!. Sasori acaba de aceptarme como asistente. Es tan genial, talentoso y lleno de ideas— ella sorbio por la nariz conteniendo la emoción para evitar a los curiosos transeúntes

—Sabia que lo lograrías cariño. Estoy muy feliz por ti, es el inicio de tu gran sueño. Tenemos que celebrar 

—Lo se, avísame cuando salgas de la estación. Tengo mucho que contarte

Ser asistente de un publicista estaba bien, de no ser por la excesiva cantidad de tiempo que empleaba en encargarse de las necesidades de su jefe. Sasuke no se quejaba, siempre y cuando fuese para bien, Sakura podía reducir su tiempo juntos cuanto fuese necesario. La paga de Akasuna era generosa, lo suficiente como para terminar de pagar las deudas pendientes por su carrera y algún que otro gasto para mejorar su nuevo hogar.