cold love ・ markhyuck

n i g h t

El destello del sol radiante de las mañanas de un día domingo, había entrado por aquella habitación un poco grande no frecuente, con diseños adultos que simplemente tiene colores aburridos con decoraciones bastante aburridas. La cama con esa sábana blanca, estaba levemente arrugada y un poco de esta estaba por bien echo, mal colocada, mientras que un olor horriblemente fuerte y penetrable dominaba la habitación. El suelo alfombrado no era mucho que decir, más que todo un desorden total, como si una pelea hubiera ocurrido en esta habitación gigantesca.

Donghyuck se movía en la cama con suavidad, jalando un poco de la sábana, con el rayo de sol que le molestaba como siempre. Molesto de eso, decidió despertarse tallándose los ojos, y un fuerte dolor de cabeza le invadió terrible.

Trata de jalar más la sábana pero un peso le impide, entonces se había dado cuenta que estaba en una habitación que evidentemente nunca en su miserable vida había estado, junto a un chico quien estaba en la misma situación de este otro. Quizás no haya pensado mal, si tan solo no estuviera la otra persona desnudo cubriendo su hombría, mientras él cubría todo su cuerpo por la vergüenza.

Por la santa madre.
¿Qué había ocurrido?

Y sí, esos cuadros de la pared de esa habitación aburrida estaban con suerte colgando de un clavo, algunos retratos de vidrios se encontraban desgraciadamente rotos por el impacto en el suelo. Su ropa estaba en el suelo con algunos vasos desechables que se lograba ver el poco trago fuerte reconocible que habían en estos, y no solo estaba su ropa, si no la del otro, al igual en la cama esparcidos con algo de esencia de ambos en la sábana.

Maldijo en todos los idiomas posibles. Había perdido su virginidad y lo peor no era eso, era que ni siquiera lo recuerda, por más que lo intente, le duele la cabeza de pensar, porque pensar cuesta. ¿Y si lo habían violado? Bueno, era lo menos que pudo haber pasado.

— ¿Qué mierdas haces aquí Mark? —Donghyuck no iba a perder su tiempo, conocía perfectamente al azabache de su lado por desgracia, y... por todos los cielos, ¿tanto había bebido? No recordaba nada, y eso que a su corta edad no debería de haberlo echo, ni haber tenido relaciones.

El olor a sexo llegaba a ambos olfatos, no serviría de mucho preguntar qué había pasado.

— Donghyuck... —dijo aún con la voz ronca. Este solo se tensó al escuchar su nombre por salir de esa boca, acurrucándose más en la cama.

Donghyuck lo iba a matar, eso estaba claro. Pero al intentar levantarse de la cama, un dolor intenso le llegó justo en el culo y en sus piernas, no podía moverlas y eso le aterraba, gimió por el dolor, y volvió a acostarse consolándose. Mientras que, Mark, sentía que el pene le iba a explotar en cualquier momento, las venas estaban marcadas muy notoriamente, y como si el otro no existiera, quitó la manta de encima. Dejando su hombría al aire, mientras el otro no hacía más que tratar de no mirarlo.

— Oh Dios... ¿Tan virgen eras? —preguntó el mayor entre dientes aguantando el dolor de su entrepierna.

Donghyuck estaba indeciso, si matar a Mark o matarse el mismo. Había tenido sexo con la peor persona de ese mundo, con su peor enemigo, y es que hubiera decidido follar hasta con su primo pero Mark NO, lo odia desde que supo que existía, como si el mundo los creara para odiarse mutuamente, y la razón era un poco tonta. Aún así, no podía creerlo, era simplemente imposible que ambos hayan terminado en una misma cama, desnudos con olor a hormonas de estos, y con el fluido notorio en esas sábanas.

Mark también estaba impresionado, follar a Donghyuck obviamente no estaba en sus planes, ¿porqué lo ha hecho? Teniendo a tantas chicas afuera que esperan por él y pasar una buena noche, y si fueran chicos hubiera preferido mil veces otra persona. No le caía Donghyuck, para él era insoportable escuchar su voz chillona insultando a todos los que se le cruzaran y a la vez siendo meloso con todos, actuando como un niño pequeño, era súper bipolar, aunque admitía que lo molestaba por eso mismo.