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Lo imaginó. Salir con alguien que es mayor que él por 4 años, que lo coge, lo consiente, le da regalos. Había pasado ya semanas que Haechan traía cada vez más loco a Mark, que siempre anda tras suyo siguiéndolo a todas partes como un cachorro.

— ¿Que dirías si empiezo a salir con Mark?

Jaemin lo miró sorprendido, y al segundo en su rostro se dibujó una enorme sonrisa.

— ¡Que al fin te das cuenta! Hacen una linda pareja, podría decir que lo envidiaría, pero no tanto eh.

— Mark es lindo, atento conmigo... Podría intentar algo... —su ilusión subió.— No sé, es que simplemente... Él una vez me dijo que sería más diferente si andáramos, y creo que estoy retomando esa opción.

En su mente cabían solo imágenes de él y Mark, ¿y si dejaban de un lado las estupideces y confesaran todo con normalidad? Era mucho pedir.

— ¿Crees que me estoy ilusionado? No debería de imaginarme cosas con él, ¡Estoy diciendo cosas de más!

— Puedes probarlo, si vez que al principio las cosas andan mal... Lo mejor será que te alejes, claro, si te sientes incómodo.

— Tienes razón.

Jaemin hizo una pausa tomando su móvil, un mensaje de su novio había llegado.

— ¿Qué miras? —dijo Donghyuck, notó que el menor sujetaba su móvil con la expresión que daba mucho que decir.

— No es nada, un video porno que envió Jeno, no sé porqué lo hizo.

— Wow, ¿Qué tratará de decirte con ese video?

— No suele mandarme ese tipo de cosas ¿Me preocupo?

— No, tranquilo, quizás necesite metértela. —hizo una mueca, Jeno era así.

— ¡Pues me lo hubiera dicho! Que estúpido.

[.]

Mark no había ido a la escuela por cosas que estaba ahora prestándole atención, le estaba preparando un hermoso regalo sorpresa a Haechan, y no se cansaba de hacerlo, de darle un millón de detalles, no importa cuantas veces el menor no tuviera nada que decirle.

Le había mandado un mensaje a Donghyuck para saber qué tal le había ido, solo se ganó un visto enorme y todavía más estando en línea, auch. Pero no era tan grave después de todo, recibió una foto del menor sacándole la lengua, eso le tranquilizó un poco.

Estaba dependiendo su vida por él, pensaba en las cosas con él, es que es muy perfecto, es demasiado, puede enseñarle el mundo entero si se lo permite.

El timbre sonó tres veces seguidas resonando aquel molestoso ruido por todas las paredes de la casa, lo sacó de sus pensamientos de una forma no bonita, fue fastidiado a la puerta y al abrirla iba a echarse furia pero al ver de quien se trataba su mundo se cayó encima.

Los platos de recuerdos se quebraron. Quedó inmóvil en la puerta, se estaba hundiendo en su propio ser.

— Hola Mark... —esa voz.

Una chica pelinegra, de baja estatura y con la cara dibujada como tal felicidad hecha, cubriéndose la boca al ver al canadiense en esa puerta.

— Oh por Dios, Mark...

¿Por qué justo ahora?

— Mina ¿Qué haces aquí?

Mucho tiempo había pasado, mucho tiempo lo qué pasó entre ellos. Recalcar mil veces la frase "mucho tiempo".

cold love  ・  markhyuck Donde viven las historias. Descúbrelo ahora