💎SOMETHING💎 [Yunho's Harem (Yunhoe)] [{TERMINADA}]

💎Capítulo 2

El chofer les indicó que estaban por llegar a destino y ambos jóvenes soltaron sus manos para acomodar sus ropas y revisar si su maquillaje seguía bien. El auto se detuvo, Yunho le pagó y ambos bajaron. Yeosang se acercó a Yunho mirando todo a su alrededor, habían muchos locales de comida. El pelinegro tomó la mano de Yeosang y se encaminó hasta la puerta negra que estaba frente a ellos.

-Yunho, está cerrado.- Dijo Yeosang con obviedad.

-Lo sé.- Contestó sonriéndole. Yunho escribió algo en su celular, un mensaje según el menor pudo ver, y luego, unos segundos después, una mujer abrió la puerta frente a ellos.

-¡Yunho, querido!- Exclamó la mujer de rubia cabellera. Se notaba que no era coreana, tenía ojos grandes y un acento extraño. -¡Pasen, pasen!- Yunho la abrazó e ingresó al lugar, Yeosang hizo una reverencia y siguió a Yunho, quién lo tenía tomado de la mano aún. -Ya sabes dónde ir, pequeñín.

-Gracias, Ma.- Dijo el mayor y abrió otra puerta.

Yeosang miraba todo confundido. Siguió a Yunho hasta que, al abrir otra puerta, la música invadió repentinamente los oídos del menor.

Miró a todos lados, la gente bailando, las luces danzando sobre ellos, los gritos, las bebidas, todo le parecía fascinante y nuevo.

-¡Sígueme y no te sueltes!- Exclamó Yunho cerca del oído para que lo pudiera escuchar. Yeosang afirmó más su agarre a la mano del mayor afirmativamente.

El pelinegro los dirigió hasta una de las barras donde un hombre ya lo esperaba con bebidas preparadas. ¿Yunho venía seguido a este lugar?
Yeosang aceptó el pequeño vaso que Yunho le dio y le indicó con su mano que debía tomarlo todo de un solo trago. Yeosang obedeció pero hizo una cara de desagrado al terminar, el mayor se rió y lo imitó. Habló con el joven que hacía tragos y luego se acercó a Yeosang.

-Vamos a bailar, luego nos traerán tragos.- Dijo Yunho al oído. El menor asintió nuevamente, no quería lastimar su garganta al gritarle.

Yunho se acercó al centro de la pista y comenzó a bailar al ritmo de la canción que sonaba. Yeosang no tuvo más opción que imitarlo. Le ponía un poco nervioso que tuvieran que rozarse o tocarse por culpa del lugar que estaba lleno de gente, nunca habían estado tan cerca y menos de ese modo.
Yunho reía por las expresiones del ángel hasta que sintió un toque en su hombro. Era un chico alto como él y de cabello negro.

-Hola, me dijeron que te diera esto.- Dijo el joven al oído de Yunho y se marchó dejando un papel en sus manos. Yeosang vio esto y se sintió molesto, ya que habían cortado esa conexión que tanto disfrutaba en ese momento.

Yunho observo el papel que el joven le había dado y alternó mirada con el chico que lo miraba muy fijamente y se hallaba al lado del desconocido pelinegro. Era un número de teléfono. Se volteó hacia Yeosang notándolo un poco serio, tal vez se había molestado, así que lo tomó del brazo y lo apegó a su cuerpo sin dejar de mirar al chico.

-Yu-Yunho, ¿Q-qué haces?- Dijo Yeosang lo más fuerte que su garganta le permitió.

-Sólo sígueme la corriente.

Yunho apoyó sus caderas en las de Yeosang y besó la mejilla cerca de sus labios, simulando un beso, y lanzó el papel al suelo.

-Y-Yunho...- Si las mejillas del castaño pudieran verse, estarían rojas.

-Sólo un segundo.- Respondió. -Ahora, voltéate.

-¿Qué?

-Sólo voltéate, Sangie.