Chico Ruidoso > Changlix

~17~

El regreso a clases llegó más pronto de lo que Felix hubiera deseado.

El sonido de su alarma una vez más le hacía molestar por haber arruinado sus dulces sueños, además de eso, tenía que regresar al lugar no tan querido por todos llamado: 'universidad'.

Después de quién-sabe-cuántos minutos pasaron para que Lee estuviese listo, salió de su departamento teniendo la pequeña esperanza de que el lobo solitario salga a la par con él. Sin embargo, esa esperanza se esfumó al no ver a nadie; era una pena, el chico ruidoso se había despertado más temprano de lo normal para así poder darle un 'buenos días' a Bin desde la puerta de sus departamentos. Pero no tenía por qué perder su entusiasmo, todavía iba a verlo en UNSW.

Y como de costumbre, tomó su bicicleta y comenzó a pedalear para llegar a la universidad no tan apurado, su primera clase empezaba a las 8:20, y como dijo, se levantó más temprano ya que, como tiene entendido, la clase de Seo empieza a las 7:40, eran las siete con veinte en ese momento, así que tenía que acelerar un poco.

(. . .)

La fría brisa de las mañanas le rosaba el rostro al ruidoso australiano, no hacía mucho que había llegado y estaba esperando pacientemente a que llegara aquel chico serio que tanto le gustaba. Un tupper de color azul cielo yacía en sus manos siendo un almuerzo que había hecho especialmente para Changbin. No era la gran cosa, el lunch consistía en frutas picadas, una barrita de cereal y un sándwich de jamón y queso envuelto cuidadosamente para darle un toque ''formal''; claro, no era la gran cosa, después de todo lo más laborioso que podía preparar Felix era una sopa maruchan, pero ya iba mejorando.

Sus ojitos marrones brillaban mientras que la hora de la clase de Bin se acercaba y sus pies no paraban de tambalear de un lado a otro impaciente por ver a su vecino. Y una vez que lo hizo, cuando notó que Changbin estaba bajando de un taxi con su típica mirada seria y atuendo oscuro que le hacía parecer la persona más atractiva del mundo a los ojos de Felix, su corazón latía con rapidez y se quedó plantado en el mismo lugar con gran emoción esperando a que Seo notase su presencia.

Aunque, siento arruinarles su felicidad, pero toda aquella alegría y entusiasmo que radiaba el chico ruidoso, desapareció cuando se dio cuenta de que Bin no bajó de aquel taxi solo.

Una chica sorprendentemente guapa, con cabello pelirrojo tirando al magenta, buen cuerpo y parcialmente alta, se asomó por la puerta del carro y Seo le hizo un ademán de que saliera. Lee notó que llevaba una blusa blanca con un vestido amarillo de cuadros pegado acompañado de unas botas negras que le llegaban un poco más arriba de la rodilla.

Se notaba que ellos dos se conocían desde hace ya mucho tiempo debido a la cercanía que tenían ambos entre sí. Lee no tenía ni la más remota idea de quién era ella, el lobo solitario nunca había mencionado a ninguna chica que era por alguna razón, extremadamente bonita en ninguno de todos esos meses que se conocen.

Dirigió su mirada al tupper que tenía en sus manos y antes de que Seo pudiese verle, se fue con desilución a la biblioteca para tratar de tranquilizarse.

No entendía nada.

No entendía lo que acababa de ver y tampoco entendía cómo se sentía en estos momentos. Recapituló un poco de todo lo que habían hablado ellos dos y Seo Changbin jamás había mencionado que su orientación tanto sexual como romántica fuese 'gay'. Al notar aquello se sintió molesto consigo mismo, bueno, más que molesto... de acuerdo, estaba furioso consigo mismo.

¿Por qué? Porque se había dado a sí mismo alas de esperanza pensando que ellos dos hubiesen tenido un romance perfecto, porque a pesar de sentirse así, el no puede hacer nada al respecto ya que en dado caso de que ella fuese la novia de su amado vecino, no podría hacer nada ya que él no tiene nada que ver con él a excepción de su relación de vecino-vecino, ni siquiera estaba seguro de que si se pudiesen llamar 'amigos' ya que Bin no expresa mucho el cómo se siente.