G'day mate! How ya' goin'?
De seguro estás aquí para conocer la historia de esta pareja.
Ellos son un tanto peculiares, son muy diferentes pero a la vez son similares, podrías pensar que estos dos jamás se llevarían bien.
Pero, cosas inesperadas p...
Eran las nueves con cincuenta minutos de la mañana cuando ChangBin despertó, en el momento en el que abrió los ojos pudo sentir su cuerpo agotado y sudoroso, pero a pesar de eso, una gran sonrisa se formó en su rostro al notar que Felix, su Felix, estaba todavía durmiendo plácidamente a lado de él, con la boca abierta dejando un rastro de baba por su mentón; Seo soltó una leve risa y sin causar tanto revuelo, se levantó para dirigirse al baño y darse una ducha.
Por otra parte, Lee se despertó al rededor de las 10:30 a.m. con un inmenso y extremadamente lastimoso dolor en la parte baja de su cuerpo.
Le costó asimilar la luz del día, el simple hecho de abrir los ojos le era algo cansado y recuerdos de la noche anterior merodeaban por su mente; cuando pudo recordar a lujo detalle lo que ocurrió hace unas cuantas horas, su cara se tornó de color rojo, como una cereza o un tomatito, rápidamente se sentó en la cama tratado de tapar sus piernas y pecho con la sábana, el motivo de su sorpresa fue que no podía creer lo que había pasado, simplemente parecía algo ilógico y por un momento creyó que fue un sueño puesto que cuando se levantó no había nadie a su lado, sin embargo el dolor antes mencionado y un dulce aroma a miel le confirmaron lo contrario, él y su lobito en verdad habían hecho el amor.
Sin pensarlo dos veces se puso su ropa interior y una camiseta que encontró en el suelo y para confirmar por segunda vez su teoría, salió de la habitación para encontrarse con un Seo ChangBin usando únicamente sus boxers y un pantalón, sin camiseta; estaba cocinando el desayuno, se trataba de unos waffles, fruta, jugo y café, y aunque aquello era algo simple, significaba mucho para él.
Bin no había notado que Lee Felix estaba detrás suyo ya que en ese instante seguía cortando algunas rebanadas de manzana para la comida, y de un momento a otro, sintió unos brazos rodearle la cintura y fue cuando se dio cuenta de la presencia del contrario; dejó de hacer lo que estaba haciendo y se dio la medio vuelta para mirar a Lix.
— Good morning — dijo gentilmente mientras que apretaba ligeramente las mejillas del chico ruidoso — Morñings~! — alcanzó a responder Lee aún con las manos del lobo solitario en su rostro.
Sin poder aguantarlo realmente, se dieron un lento y suave beso, transmitiendo en él lo mejor que podían sus sentimientos.
Se separaron después de unos segundos a lo que Felix preguntó — ¿Ya — kiss — está — kiss — listo — kiss — el desayuno? — deep kiss. Bin no dejaba de darle besitos por toda la cara a Lee afirmándole que todo ya estaba listo.
Su mañana se basó en ellos hablando de todo y al mismo tiempo de nada, mirándose a los ojos de vez en cuando y soltando suspiros enamorados, todo era perfecto, el día era perfecto, la comida era perfecta y definitivamente, ambos pensaban que el otro era perfecto.
— Felix — llamó Seo después de un momento de silencio, estaba decidido a hacerle aquella pregunta que tanto ansiaba hacerle desde hace ya mucho tiempo — Yes?
Inhalo y exhalo profundamente, las palabras que quería decir no salían de su boca, su mente estaba ansiosa por elegir la frase correcta para poder confesarse que simplemente no se decidía, sin embargo su corazón tomó el liderazgo y sus labios pronunciaron con una voz suave un "te amo". Corto, sencillo, pero lleno de significado. Lee quedó estático por un momento pues al oír aquellas dos palabras sus emociones dieron un vuelco de 360 grados, a lo que Bin aprovechó.
— Lee Felix — inició — Tal vez ya lo sepas, pero me gustas, me gustas tanto que no puedo ni recordar cómo era mi vida antes de conocerte, y de la vaga memoria que tengo, me queda claro que mi personalidad ha cambiado mucho gracias a ti — cada oración que recitaba era producto de sus verdaderos sentimientos, veía directamente a los ojos de la persona que amaba más que a nadie en estos momentos y para continuar con su confesión, tomó de las manos y un conmocionado, adorable, bello y perfecto chico ruidoso — Sé que no soy la mejor persona del mundo, hay muchas cosas en las que debo mejorar y a decir verdad, la idea de combatir todos mis pesares, alegrías y tristezas contigo me hace el lobo solitario más feliz del mundo — antes de cerrar con un broche de oro, Bin se paró de su asiento para acercarse a Felix, haciendo que este también se ponga de pie; el coreano quería darle un obsequio para poder decirle la gran pregunta pero como toda esta situación fue un impulso de ambos debido a su intensas emociones, dio un vistazo a su alrededor y tomó la mitad de la manzana sobrante de su plato con forma de corazón y exclamó.
— Lee Felix, ¿quieres ser mi novio? — concluyó mostrándole la manzana algo apenado por no poder ofrecer algo más.
— ¡Seo ChangBin, yo quiero ser tu todo! — saltó con tanta energía hacia su -ahora- novio que en el momento que el otro lo atrapó para complementar su abrazo ambos cayeron al suelo obteniendo unos cuantos moretones, pero en vez de quejarse, la pieza se llenó de risas y de entusiasmo por lo sucedido. Se quedaron unos minutos en el suelo intercambiando miradas. Sus corazones conectados, latían al unísono y una vez más, sus belfos se encontraron unidos en un dulce, suave, profundo y valioso beso.
Y así, fue como estos dos chicos, llenos de pasión y alegría, empezaron a escribir su historia de amor no saltándose ni un solo detalle. Con el paso de los años sus vidas se volvieron una sola en el momento en que procuraron amarse en las buenas y en las malas en aquella primavera en Australia. El trayecto no fue nada fácil, después de todo, en los cuatro años que pasaron juntos antes de su boda ocurrieron muchas cosas, como burlas por su orientación sexual, el conocer a los padres del otro, sorpresas de aniversarios, discusiones y peleas, entre muchas situaciones más; hubieron momentos en los que se hacían daño el uno al otro con el fin de protegerse y sin embargo, al final del día terminaban conversando sobre lo que les inquietaba y una vez más, su amor ganaba la partida.
Ellos hasta el día de hoy siguen escribiendo su historia y planean continuarla por muchos años más, hasta que la muerte los separe.
Esa fue la historia de cómo un chico ruidoso terminó casándose con un lobo solitario, por lo tanto, mi trabajo como narradora está hecho.
~ Seo ChangBin & Lee Felix ~
~ C h a n g l i x ~
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