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Part: 1, starts!

Eran las cinco de la tarde con veinte y un minutos cuando Lee Felix despertó.

Sentía un fuerte dolor de cabeza y estaba en un lugar desconocido. 

Recuerdos de la noche pasada llegaban de golpe a su mente y dudas se dieron a conocer en su cabeza.

«¿quién era esa amiga de la que Seo estaba hablando?, ¿cómo es que acabé en este lugar?, ¿ChangBin sabía lo que iba a pasar y por eso me defendió en aquel restaurante?», eran algunas de las preguntas de las que Lee sentía intriga por saber su respuesta.

Nadie entraba a la habitación, así que para mantenerse al tanto de la situación, se dispuso a tratar de recordar más a fondo lo que había ocurrido hace ocho horas; pero entre tantas memorias, había una que simplemente no le dejaba tranquilo, y esa era el momento en el que Seo ChangBin había corrido hacia él y tomado de los hombros para verificar que se encontraba bien. Recuerda que el lobo solitario le estaba diciendo algo, pero sinceramente no lograba acordarse de lo que decía, ya que estaba más enfocado en el rostro de Bin; ya había pasado relativamente mucho tiempo y no se había dado cuenta de lo mucho que lo extrañaba, lo mucho que adoraba su contacto, su voz y sus ojos mirando directamente a los de él, aquello y más generaba una bonita sensación en él, sin embargo no pudo disfrutar por mucho tiempo de ese sentimiento ya que de un momento a otro todo se volvió negro, y fue ahí cuando perdió la conciencia.

Escuchó una voz conocida detrás de la puerta y antes de que aquella persona pudiese entrar, Lee decidió hacerse el distraído y no darse cuenta de que ChangBin ya había entrado al cuarto, porque sí, pudo reconocer su voz mientras que hablaba con un médico del otro lado de la entrada y ahora que tenía sospechas acerca de lo que sentía hacia el coreano quiso pretender que no sabía de su llegada. Por otra parte, Bin estuvo en el hospital todo el tiempo en el que Felix se encontraba inconsciente, temía que algo le pasara y decidió esperar en aquel sitio toda la noche y parte del día en caso de que su chico ruidoso despertara. 

Cerró la puerta detrás de él y pudo apreciar de un Felix con la mirada 'perdida' hacia la ventana, soltó una pequeña risa, conocía demasiado bien al australiano que sabía que se estaba haciendo el despistado a propósito. Dio unos cuantos pasos más y se sentó en la misma esquina de la cama en la que se había quedado dormido hace unas cuantas horas debido a que en esos momentos, era de madrugada y el cansancio le venció por unos minutos. 

Lee volteó la mirada al sentir un peso extra hundirse en la camilla y damn it, en serio había echado de menos a su lobito, su corazón había empezado a latir con rapidez y sentía cómo le empezaba a dar calor en su rostro, haciendo que se sonrojara al ver al lobo solitario con cabello despeinado como si se acabase de despertar con expresión medio somnolienta, «cute» — Hey — saludó Bin, recibiendo la misma palabra como respuesta a su saludo — ¿Cómo te sientes? — preguntó el primer mencionado — Si sentir algo de dolor en mi cabeza es estar bien, entonces déjame decirte que me encuentro de maravilla — finalizó el chico ruidoso con una sonrisa seguida de una cara de extrañamiento por parte de Bin y una media sonrisa — ¿Sabes?, creo que mejor voy primero por el médico antes de que comencemos a conversar — y acto seguido el lobo solitario se levantó para poder avisarle a una de las enfermeras que estaba por ahí que el paciente ya había despertado y que estas puedan darle la noticia al doctor a cargo.

Después de haber sido atendido por el médico y unas cuantas enfermeras que asistían al primero, ambos finalmente podían conversar tranquilos — Lo bueno es que no tendrás que quedarte por mucho tiempo en este hospital — Lee asintió ante ello — Normalmente en las películas los personajes se quedan inconscientes en el hospital por años, pero supongo que ocho horas de desmayo y de uno a dos días de recuperación no está tan mal — los dos jóvenes soltaron una carcajada, relajándose y sintiéndose más cómodos para poder hablar de lo sucedido.

Chico Ruidoso > ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora