𝑨𝒎𝒐𝒓 𝒆𝒏 𝑻𝒐𝒏𝒐𝒔 𝑫𝒐𝒓𝒂𝒅𝒐𝒔|NaruIno|

2

Ino se levantó ansiosa pues hoy es su primer día en la Academia Ninja. Ella se prometió a si misma esforzarse y dar lo mejor de si para un día ser una gran ninja y poner en alto a su clan.

Ahora, se encontraba en el patio de la Academia junto a otros niños, escuchando el discurso de bienvenida del Hokage a los futuros ninjas.
Los padres se encontraban atrás del grupo de niños, escuchando el discurso.
Sus padres se encontraban ahí, por suerte su papá logró estar libre ese día sin ninguna misión o trabajo en la División.

Una vez el Hokage terminó de dar sus palabras, todos los niños se dirigieron hacia sus padres.

"Mi pequeña ya está en camino de ser una gran ninja. No podría estar más orgulloso." Exclamó su papá acercándose a ella y alborotó sus cabellos.

"Papá." Se quejó Ino.

"Esfuerzate, cariño. Demuestra que tu belleza no es sólo exterior, sino que también en tu interior." Le sonrió su mamá.

Ella asintió sonriendo. "Me esforzaré." Prometió.

En eso, escuchó a los maestros llamar para ir a sus respectivos salones.

"Buena suerte." Dijo su mamá.

"Tú puedes, princesa." Dijo su papá.

Ino les sonrió y se despidió de ellos, para luego correr hacia el sensei que llamó su nombre. Hizo fila junto a los demás niños para luego ir todos juntos al salón de clases.

"Hola, Ino-chan." Saludó una niña de peculiar cabello rosa al llegar a su lado.

"Oh, ¡Sakura, Hola!" Saludó Ino. "Veo que sigues usando el lazo que te di." Sonrió.

"¡Si! Tenías razón, los demás niños no se han burlado de mi."

"Y si llegan a hacerlo, debes defenderte."

"Lo intentaré."

Entraron al salón, y tomaron asiento juntas.

"Hola, mi nombre es Umino Iruka, y a partir de hoy soy su sensei." Se presentó y sonrió amable. "Antes de empezar con la clase, me gustaría que cada uno de ustedes se presente ante los demás." Indicó.

Cada niño se fue presentando, al llegar el turno de ella, se levantó de su asiento y con voz segura dijo:
"Hola, mi nombre es Yamanaka Ino."

Los demás niños siguieron diciendo sus nombres, Ino reconoció a algunos pues jugaba con ellos en el parque, y a otros, como Shikamaru y Choji que los conocía porque sus padres son amigos. En eso, una cabellera rubia llamó su atención. ¡Era el niño al que le dio la flor! No pensó que se lo encontraría en el mismo salón. Ino sonrió feliz y pensó en saludarlo a la hora del receso.

"Yo soy Uzumaki Naruto y algún día seré Hokage, dattebayo." Exclamó enérgico.

Algunos niños rieron ante lo dicho por él. Ino frunció el ceño ante eso. ¿Cuál era el punto de burlarse de los sueños de otros? Que idiotas.

"Ya lo verán, todos ustedes me verán ser Hokage, dattebayo." Golpeó la mesa con su puño.

"Ya, ya dejen de reírse ustedes. Y tú, Naruto no golpees de esa forma la mesa." Riñó Iruka-sensei.

Las horas siguieron pasando, hasta que Iruka-sensei indicó que era tiempo del receso y podían ir al patio.
Todos los niños salieron deprisa del salón. Incluida Ino y Sakura.

Una vez en el patio, Ino buscó a Naruto, y lo vio sólo. Estaba caminando hacia él, cuando una mano en su hombro la detuvo. Con el ceño fruncido, se giró hacia la persona en cuestión.

"Oye, sueltame." Dijo enfadada.

"¿A donde pretendías ir?" Cuestionó un niño mayor que ella. Su cabello naranja y la coleta en el que lo tenía le hizo preguntarse si es del mismo clan que ella.

"Ese no es tu problema." Se cruzó de brazos.

"Lo es si la hija del líder del clan pretende acercarse a ese monstruo." Explicó.

Ino lo miró molesta. "¿Por qué lo llamas monstruo? Es sólo un niño como tú o como yo."

El niño la miró extrañado. "No lo sabes, ¿verdad?"

"¿Qué cosa?" Le preguntó extrañada y curiosa.

"¿Sabes sobre la bestia que atacó la aldea hace unos años?" Ino asintió. "La bestia está encerrada en el cuerpo de ese niño. No debes acercarte a él."

Ino se asustó. ¿Quién rayos encerraria una bestia que destruyó la aldea y mató a tantos, en el cuerpo de un niño? Que espantoso. No pudo evitar estremecerse.

Pero aún así, eso no lo hacia un monstruo. "Pero ese ataque no fue culpa de él para que sea odiado." Dijo confundida.

"Tal vez ese ataque no fue su culpa, pero lleva un monstruo en su interior y eso lo hace peligroso. Si te acercas mucho, puede atacarte. Si llega a enojarse demasiado, se corre el riesgo que el monstruo se libere y destroce la aldea nuevamente."

"Pero..."

"Sería una deshonra total para Inoichi-sama que su hija sea amiga de ese monstruo. Acaso quieres eso, ¿avergonzar a tu padre? ¿Avergonzar al clan? Si te acercas a él, nadie te querrá."

Las palabras de ese niño se colaron en la mente de Ino. Ella no podía avergonzar a su padre, ella prometió ser un orgullo para su clan y para su papá. Sabe que sus padres la aman pero, ¿Si ella se hace amiga de Naruto, correría el riesgo de avergonzarlos y por ende que la dejaran de querer? No. Ella no podía permitir eso.

"Un monstruo como él, jamás llegará a nada." Exclamó el niño con satisfacción al ver el cambio en el rostro de la niña.

Sin embargo, Ino no contestó pues seguía horrorizada con la idea de perder el amor de sus padres.
Después de todo, decirle a un niño de cinco años que sus padres lo van a dejar de querer si hace cierta cosa, es cruel. Y el niño de cabello naranja lo sabía, y no dudó en aprovecharse.

"Recuerda, si te acercas a él, le provocaras vergüenza a tu papá, y él te dejará de querer." Exclamó para luego irse.

Ino posó su mirada en Naruto, quien tenía un semblante triste porque los demás niños no lo dejaban jugar con la pelota.

Lo lamento, Naruto. Pensó Ino dando media vuelta en la dirección contraria. Corrió hasta que divisó el cabello rosa de Sakura, quien estaba con otros niños.

"Ino-chan, mira, estos niños dicen que podemos jugar con ellos." Dijo Sakura al verla llegar.

Ino sonrió y asintió. "Genial."

Por el rabillo del ojo pudo ver a Naruto marcharse del patio con la cabeza gacha.

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