𝑨𝒎𝒐𝒓 𝒆𝒏 𝑻𝒐𝒏𝒐𝒔 𝑫𝒐𝒓𝒂𝒅𝒐𝒔|NaruIno|

12

Ino apoyó su espalda en la puerta luego de haberla cerrado tras sí. Una sonrisa boba se formó en sus labios mientras sentía su espalda deslizarse por esta tras haber salido un suspiro fuerte y sonoro de sus labios.

Tenía en sus ojos una mirada de ensoñación y en sus labios una sonrisa de emoción.

¡Tuvo una cita con Naruto!

Llevó sus manos a su boca para amortiguar el chillido de emoción que dejó salir para no asustar a su mamá.

Sí, quizás fue una cita poco ortodoxa, pero ni él ni ella esperaban que su salida casual se convirtiera en una cita. Pero a Ino no le importaba. Adoró cada segundo junto a Naruto. Era tan divertido, dulce, atento cuando se lo proponía. Ino se sentía tan a gusto a su lado.

Oh, ¿y por qué no decirlo? Guapísimo. Sus ojos azules tan hermosos y brillantes como el cielo en una noche llena de estrellas. Y su sonrisa, por Kami ¡su sonrisa! Sus rodillas temblaban al recordar los momentos en los que le sonreía a ella, y solo ella.

"Oh, Ino cariño, regresaste." la suave voz de su madre la hizo pegar un brinco.

"¡Mamá!" chilló llevando una de sus manos a su pecho que latía fuerte. "¡Me has asustado!" se quejó para luego proceder a quitarse sus zapatos y los dejaba perfectamente colocados en el genkan.

"Lo lamento." dijo pero la sonrisa en su rostro decía todo lo contrario. "Pero tu mente parecía que estabas en otro planeta."

Ino rio tratando de restarle importancia. "P-pero que cosas dices, mamá. Pff, claro que no." pasó al lado de ella para luego dirigirse hacia la sala, sentarse en el sofá individual y tomar una revista de la mesa de centro, tratando de actuar normal y evitar la conversación con su progenitora.

La señora Yamanaka observó con seriedad a su hija. Caminó detras de ella y siguió sus acciones con la mirada. "Cariño, te vi despedirte de Naruto-chan desde la ventana de la cocina." Ino la miró por encima de la revista. "Además, tienes la revista al revés." señaló alzando una ceja en su dirección.

Ino maldijo. Era cierto, tenía la revista al revés.

Estúpido Naruto y sus perfectos ojos. Pensó mientras devolvía la revista a la mesa. Con un suspiro alzó la mirada hacia su mamá quien la miraba expectante.

"Tuve una cita con Naruto." confesó mientras una sonrisa se formaba en sus labios al decir su nombre. "Fue inesperado, en realidad. Solo fuimos a comer ramen, nada tan elegante pero... se sintió especial, ¿sabes?" rio mirando hacia la nada.

"¡Oh, hija!" expresó mirándola con ternura mientras se sentaba en el sofá frente a ella. "No importa el lugar mientras estés con esa persona especial." declaró.

"¡Mamá!" Soltó alargando la a.

"Has estado tan triste estas ultimas semanas tras haber perdido a tu papá..." Dijo con su voz llena de pesar. "Tú viste y viviste cosas espantosas en la guerra a tan corta edad...Estas te perseguirán por mucho tiempo. Y eso me rompe el corazón porque una madre quiere que su hijo jamás tenga que experimentar tanto dolor y desdicha." La miró con sus ojos cristalizados de lágrimas. "Mi temor siempre fue que todas estas experiencias apagaran la luz que hay en tu interior. Lo que te hace tan vivaz..." suspiró.