Psicópata || h.s

15.

Maldecía una y otra vez mientras corría desconsolada por las calles con sus zapatillas en manos, maldecía haber dejado su coche, maldecía haber ido, maldecía haberse enamorado de el. Las personas que la miraban la miraban con pena u otras con asombro, divertidas y más. No podía manejar así en ese estado, tomo el primer taxi que miro y le dio la dirección , este la llevo.
Cuando reviso que ya había llegado pago y salió como rayo hacia el edificio.
No podía creerse lo que había visto, estaba furiosa consigo misma por haber vuelto a caer en las redes del amor, y más porque otra vez, había sido duramente lastimada y decepcionada. No iba a hacer nada tonto esta vez como hace años cuando el padre de Dallas la abandono y ella intento suicidarse, sólo escondería su dolor y aprendería a vivir con el hasta que ya no doliera más y se olvidará, limpió sus lágrimas mientras abría un paquete de galletas y se recostaba en el sofá y meditaba sobre lo sucedido, iría por Dallas hasta que estuviera más tranquila. Durmió hasta que se cansó, camino con pesadez hasta el lavabo y miro su rostro, pálido y cansado, se lavó la cara y puso su mejor sonrisa, ya estaba acostumbrada a su sonrisa falsa. Miro la hora y se dio cuenta de que ya era hora de ir por Dallas y quizá después llamaría a su trabajo para renunciar.

Dallas miraba televisión mientras ella llamaba y llamaba para tramitar su renuncia para ya mañana lo más antes posible recoger su liquidación y olvidarse de todo allí y de que alguna vez existió un hombre llamado "Harry Edward Styles".

Lo había logrado, había logrado que la despidieran y que también le ofrecieran una buena liquidación junto con una ayuda para tener otro trabajo, no era tan bueno pero serviría mientras lograra encontrar algo mejor. No podía negar que se sentía orgullosa de haber ayudado a Harry a superar sus traumas de una manera nada peculiar, pero sólo eso, no sentía otra cosa por el. O no lo quería sentir.

Semanas después ella ya se encontraba trabajando y estaba bien con eso, la paga era muy buena y suficiente, Dallas viviría con ella ahora ya que ya estaba nivelada en sus estudios y situación económica, además de que no quería que a Dallas jamás le hiciera falta su compañía y amor. Harry tampoco la había buscado, sabía que aún estaría internado pero muy dentro de ella deseaba que algún día el apareciera al pie de su puerta dándole una explicación y pidiendo su perdón , aunque así estaba bien, lo extrañaba pero cada día que pasaba dolía menos, se dedicaba a tiempo completo en su hijo y si trabajo para no tener que pensar en el.

Por otra parte Harry se encontraba día a día con una constante lucha entre su pasado y presente, quería salir de allí ya y es que desde que se había enterado de que Sarah ya no iría más a verlo y ayudarlo y le habían asignado otra especialista, esta sólo lo analizaba y fingía escucharlo mientras escribía quien sabe que en los papeles, el trataba lo más que podía en aparentar estar bien para que lo dejarán salir lo más antes posible y así poder ir a buscar a la dueña de su corazón roto. Trataba de no pensar, no sentir, para estar bien pero cada día se estaba volviendo más difícil , las primeras lágrimas de impotencia comenzaban a aparecer cuando se encontraba sólo, ya no quería estar más ahí. Ya no más.