Psicópata || h.s

¡Epílogo!➼

Sentados en el jardín observando los animalitos ir y venir, las plantas en su mejor época y el rico calorcito que había, pues no era uno de esos asfixiantes pero tampoco uno seco, estaba agradable, la pareja de ancianos también admiraban a su familia, sus hijos ya grandes con también sus pequeños hijos, pese a las adversidades y miles de pleitos habían logrado pasar más de una mitad de vida juntos, se habían casado después de tener a su pequeña bebé a la que habían puesto por nombre Irlanda ya que Harry había tenido un gran amigo que provenía de ahí y también era un buen nombre, hoy cumplían de casados 43 años, muchísimo, y toda su familia estaba ahí reunida, no era una fiesta pero si era una reunión donde todos pasaban tiempos juntos que eso era a lo que ellos más les importaba, Harry tenía 66 años y Sarah 65, toda su familia sabía que ellos en cualquier momento fallecerían más sin embargo sonreirían hasta el último momento con ellos.

La noche llego y el par de ancianos ya se encontraban dentro de la casa listos para dormir en su habitación.

Como acostumbraban la pareja se despidió de cada miembro de su familia antes de ir a dormir, por esta noche muchos de ellos dormirían ahí en su casa.

Harry y Sarah se encontraban ya acostados en la cama con las manos unidas.
Harry la miro, ¿era posible? El tiempo se le había ido como agua, sin duda su pequeña Sarah ya no era misma, ahora era vieja y con el pelo ya grisáceo y ni hablar de el, jamás se había arrepentido de enamorarse de ella. Nunca. Los ojos de los dos iban perdiendo cada vez el brillo, ellos sabían que se acercaba el fin.

¿Y como es morir? Ninguna persona sabe pues no lo sabrá hasta que muera, muchos dicen que se siente como estar flotando en el agua, otros dicen que ven una luz, otros sólo dicen que se les apaga el mundo pero lo cierto es que cada quien muere de forma diferente y aunque no queramos, el pensarlo duele, ¿como vamos a morir? ¿Sentiré dolor? ¿Qué sentiré? Miles de preguntas agobiantes pero hay millones de maneras distintas de morir.

- Tengo miedo Harry. Tengo mucho miedo. No te quiero dejar ir. Tengo muchísimo miedo de dejar a mis hijos, toda mi familia a la que quiero. No los volveré a ver nunca a pesar de haberlos amado demasiado a cada uno de ustedes. Seremos olvidados, para nuestros tatara tatara nietos, jamás habremos existido. El olvido es inevitable - ella ya había comenzado a llorar y Harry comenzaba a soltar pequeñas lágrimas.

- Mi vida no fue buena hasta que tu no entraste en esa habitación, al principio te odiaba pero ahora me reprocho el haberte odiado en un tiempo de mi vida porque ahora más de la mitad de mi vida me la pase amándote a ti y a nuestros hijos.

Se abrazaron con el corazón roto. No querían irse. Sin duda les gustaba estar vivos aunque la vida no siempre fuera color de rosa.

;

Por la mañana su familia los habían encontrado muertos en la cama con las manos uno del otro entrelazadas.

Sin duda se habían amado muchísimo. Y al final lo que tanto les aterraba ocurrió. Habían muerto y aún sin explicación de que habrían sentido, sólo ellos que ahora ya estaban muertos sabían algo de lo que ocurría al morir.

Fin»».