19.

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Pasaron la siguiente hora recostados en el sofá abrazados poniéndose al tanto de la vida del otro, Sarah sentía desfallecerse, jamás imagino que estaría así alguna vez con Harry más sin embargo lo estaba, Harry disfrutaba de todo, de no más estar encerrado, de que alguien le estuviera dando amor y que por fin podría ser libre y feliz y lo mejor a lado de dos personas que lo hacían muy feliz porque a Dallas también lo consideraba parte de su felicidad.

Dallas aún no despertaba, tenía una enfermedad común, un resfriado pero aún así esa enfermedad te gastaba mucho y más en los niños como Dallas. Unos ratos después se escucharon unos pasos por el corredor para después aparecer un cansado niño por el pasillo, «en verdad estaba mal» pensó Harry que inmediatamente se levantó y tomo al niño por las piernas llevándoselo rápidamente a su habitación. Sarah se levantó asustada y los siguió, asustada de que pudiera vomitar y si eso sucedía el que limpiaría sería Harry eso estaba claro. Se detuvo en la puerta y miro como Harry hablaba con Dallas mientras el niño sólo escuchaba pero no decía nada, Harry sonrió y el niño también.

Camino dentro de la habitación y se sentó en la orilla acariciando con una mano la pierna de su hijo y con la otra la mano de Harry quien sonrió al instante.

- ¿como te sientes bebé? - pregunto tierna.

El niño no tenía ánimos de hablar por lo que sólo negó con la cabeza.

- ¿quieres que nos quedemos aquí contigo?- el niño asintió con una pequeña sonrisa cansada.

- si por favor. Harry ¿te quedarías?- el niño hizo un esfuerzo por hablar.

- Siempre campeón.

Harry se hizo a un lado y se acostó a un lado del niño y Sarah tomo una foto mental de eso y rápidamente se acostó al otro lado de su hijo acariciando su frente calientita.

- descansa bebé, aquí vamos a estar, cuando te sientas bien haré lo que tu quieras ¿si? Sólo tienes que sentirte bien - le dijo ella. El asintió.

Harry la miro enternecido y Sarah se dio cuenta por lo que se estiró un poco más sin aplastar a Dallas y acaricio suavemente la frente de Harry.

- tu también descansa bebé, mañana no te dejare libre fácilmente - le sonrió y el le guiñó un ojo.

Después de un rato los tres quedaron profundamente dormidos abrazados unos con los otros en esa pequeña cama en la que cuando había amor todo era posible. Hasta caber 3 personas en una cama sumamente pequeña individual. Todos con una sonrisa en sus caras. Como una familia de verdad.

Psicópata || h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora