Capitulo 4

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-Asi que tuviste noche de acción hehe- dijo Simon bajando y subiendo sus cejas rítmicamente

-Si, eso creo- contestó casi sin importancia el moreno

Después de que su marido había salido a su trabajo, Simon lo llamó pidiendo que salieran un rato. El menor quiso hablar con él sobre lo que habia pasado anoche con su pareja así que lo citó en una cafetería donde se encontraban hablando casi en susurros para que nadie los escuchara.

-Deberías estar feliz, tu mismo dijiste que ya no tenían...nada de nada- sonrió divertido

-Lo sé, pero...- suspiró -...pero me sentí presionado, como si fuera mi obligación hacerlo

-Espérate...me estás diciendo que...- se acercó más a su amigo.- que ¿Fingiste tu orgasmo?- susurró un poco más

-¡¡Simon!!- gritó provocando que algunas miradas se posicionaran en él

-Está bien pero, es lo que me estás dando a entender- trató de controlar su risa por la expresión del menor

-Dejemos de hablar de esto quieres, no se porque te lo conté sabiendo que eres un maldito pervertido- el mayor rodó sus ojos

-Pero así me quieres o ¿no?- hizo un inevitable puchero con sus labios

Los dos empezaron a reír al mismo tiempo olvidandose de las miradas que tenian a su alrededor

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Magnus se dirigía a su departamento, se había olvidado por completo de la cena que tenía que preparar para su "marido"

Estaba cansado y no quiera hacer nada, así que pensó en hacer algo sencillo pero elegante. Tal vez debería pedirle ayuda a alguien.

Después de un rato de estar buscando en google recetas fáciles de hacer, se decidió por hacer una crema de elote, tal vez no sea tan fácil ni tan difícil de elaborar, además su madre era muy buena cocinera y debía heredar esos génes.

Comenzó a cocinar y a preparar todo, estaba demasiado concentrado haciendo la cena, pero el sonido del timbre lo hizo congelarse ¿habrían llegado tan temprano?.-pensó

Se apresuró a la puerta para cersiorarse quién estaba a lado de la puerta. Cuando ésta se abrió pudo ver a esa persona que en esos momentos menos se esperaba que tocara su puerta.

-Hola- pronunció tras una sonrisa

-¿Qué hace aquí Alexander?

Cómo olvidar el nombre de la persona más odiosa...

-Huy, que carácter...ya deberías divorciarte- el mayor pasó por un lado adentrandose a el departamento observando cada rincón de ésta.

-No te dije que podías entrar- dijo el menor mirando la espalda de aquel chico que invadió su hogar

-Woow huele delicioso, ¿Qué es?- ignoró lo que le decía el menor

-Nada que te importe, vete de aquí ¿quieres?

-Pensé que no cocinabas...tengo antojo quisiera probar un poco- dijo mordiéndose el labio inferior.

-No creo que tengas tanta suerte para probar mí comida- se dirigió hacia el mayor para tomarlo del brazo y sacarlo de una vez

-No me refería a la comida- sonrió seductoramente a lo que el menor sólo rodó sus ojos.

-¿Sabes que?, no tengo tiempo para tus bromitas, tengo una cena que hacer y tengo muy poco tiempo.- decia el menor al mismo tiempo que empujaba a Alexander fuera de su hogar

-Espera...- se dio la vuelta quedando a escasos centímetros del menor.- ahm...quisiera ayudarte a cocinar

-Me ayudarías mucho si te fueras de mi casa- seguía empujando al mayor sin ningún éxito evitando la mirada del mayor, aunque lo negara Magnus sabía que se estaba sonrojado al tener tan cerca al mayor.

-Está bien tu ganas, espero y no se te queme la comida- contestó mientras miraba hacia la cocina donde empezaba a salir humo.

Magnus miró en la dirección donde veía Alexander, y tenía razón empezaba a salir humo, no supo cuánto tiempo se había tardado en abrirle la puerta y tratar de sacar a ese chico que provocaba un caos en su vida.

Magnus soltó un grito de angustia, adentrándose de nuevo a la cocina sin siquiera importarle ya que Alexander ayudara en la crema.

Alexander sin pregúntale empezó a ayudar al menor para apagar el fuego que ya se había hecho, todo estaba arruinado y sólo quedaba media hora para que los invitados llegaran, ahora Magnus si que estaba muerto

Comenzaron a cocinar otra cosa ya que todo lo que había hecho Magnus estaba quemado. Alexander tenía una idea de que hacer para tan poco tiempo, así que sin más improvisaron en algo sencillo y delicioso.

El sonido de las llaves se escuchó desde la cocina y ya los platos y vasos estaban en la mesa gracias a que Alexander ayudó a lavar y cocinar mientras que Magnus iba a arreglarse, no podía presentarse con manchas de comida quemada por toda su ropa, ni mucho memos saludar a los jefes de su marido con un mandil que decía "bese al cocinero"

Alexander por otro lado salió por una puerta trasera ya que Magnus no quería que su marido interpretara todo de otra forma, así que literalmente lo corrió sin siquiera agradecerle, a pesar de haberle ayudado.

-Por aquí señor, éste es mi departamento, es pequeño porque sólo vivimos mi marido y yo.- se escuchó la voz de Imasu entrando por la puerta

-Vaya huele muy bien- dijo otra persona no mayor de cincuenta años, al parecer ese era el jefe de Imasu

Magnus se hizo presente en la sala donde se encontraban los jefes y su marido. Vestía un traje negro con una corbata que hacía juego con su saco y unos zapatos negros de charol.

En ese momento se sintió nervioso de que los jefes de su esposo no les gustara la comida y que todo se fuera al caño por haberse olvidado casi por completo de esta cena tan importante, pero todo eso se le olvidó al sentir la mano de su marido en ella, la sentía tan cálida y llena de confianza que aunque no era el mismo sentimiento que sentia cuando eran novios se sintió un poco mas aliviado.

Empezaron a comer, con los nervios de punta por parte de Magnus y Imasu. Pero aún así, decididos a disfrutar la cena.

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Amantes    ¦Malec🖤¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora