Capitulo I

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Días grises, donde solo las lágrimas me acompañan. Así se han vuelto mis días desde hace tres meses, ha sido como si hubieran intercambiado todo de mí por una versión oscura y cerrada...

                                       Seis meses atrás:

—Debo prepararme bien para esta competencia —dije mientras corría por el pasillo de la academia ya que llegaba tarde a clases—. Si gano esta competencia...

—Todo seguiría igual Hope. Ya eres la mejor bailarina que conozco, no entiendo porqué tienes tanto empeño en seguir demostrando lo que todos sabemos.

—No entiendes, con esta competencia puedo llegar a entrar a la compañía.

—Lo sé, lo sé, pero... —en eso sale la señorita Marx con cara de pocos amigos.

—¿Qué se supone que hacen aquí? Hope, deberías estar practicando.

—Sí señorita...—Mis días se resumían en eso; practicar, practicar y practicar. Amaba el ballet. Desde que aprendí a caminar mi madre me inscribió, desde entonces me he vuelto la mejor.

Muchos piensan que mi vida solo gira en torno al baile, que esto me ha vuelto un ser sin sentimientos que solo piensa en lograr la perfección. En realidad, solo soy una persona muy dedicada a lo que ama.

El ballet era mi todo y lo que más me emocionaba de esta competencia era que competiría junto a mi mejor amigo Ethan. Él era en quién más pensaba y quien me daba fuerzas para no rendirme cada vez que fallaba.

Conozco a Ethan desde que tengo uso de razón, el siempre ha sido mi mejor amigo, compañero de baile y sobre todo mi primer amor. He estado enamorada de el por años pero nunca he tenido el valor de confesarlo.

—¡Hope! —Y así llegó él con su sonrisa brillante, a la que nadie podía decir no—. Pequeña, ¿dónde estabas?

—Practicando, ¿dónde más? —dije mientras me desataba el moño que me había hecho antes de la práctica.

—Lo imaginé, no puedes durar ni dos horas fuera del estudio —dijo con cierto tono burlón, a lo que respondí con una mala mirada, empece a caminar dándole la espalda—. Vamos Hope, no te pongas así, sabes que solo bromeo.

—Ese es el asunto Ethan, nada de esto es un juego para mí.

—Lo se Hope, solo digo que si quieres que mañana te vaya mejor debes descansar un poco—sabía que el buscaba lo mejor para mí, siempre había sido de esa manera entre nosotros, el cuidaba de mi y yo de el—se que lo harás excelente, eres la mejor bailarina que conozco.

El sabía que tan importante era para mi el baile en especial esta competencia. Era mi sueño ganarla eso podría asegurarme un lugar en la compañía. Ethan se acercó y me abrazó haciéndome olvidar de cualquier tipo de preocupación o enojo, ese era el efecto que el tenia en mi.

Pasamos horas, días y semanas practicando para lograr la meta, ganar el concurso tanto Ethan como yo nos habiamos propuesto ganarlo juntos, habia decidido que si ganabamos ese dia le contaria acerca de lo que siento por el.

Conozco a Ethan desde los dos años, siempre ha sido ese soporte especial que he necesitado; recuerdo que cuando nso conocimos fue en una fiesta de té organizada por su madre quien era amiga de mi madre desde hacia muchos años. Cuando me pidieron que me acercara a saludarlo recuerdo haber estado muy asustado pero, cuando me decidí y lo hice el y otro niño peinegro fueron amables conmigo solo porque creían que era de otro planeta.

Me alegro que haya pasado porque eso me permitio que esos dos idiotas hoy fueran mis mejores amigos pero sobre todo, me ayudo a encontrar a mi primer amor. Recuerdo haber notado que estaba enamorada de Ethan cuando tenia 14 años pero nunca dije nada ya que cada vez que me animaba el conocía alguna chica y yo no me quería interponer. Pero ya decidí que eso acabaría, me dignaría a decirle todo lo que sentía por el y me había guardado durante todo este tiempo.

Tres meses después:

El gran día llegó, la gran competencia, el momento en que derrocharé todo mi potencial y dejaré una gran huella en el escenario. A partir de hoy mi vida cambiará.

He pasado el dia tan nerviosa que he desecho el bulto cuatro veces y he probado mis zapatillas una y otra vez. Salgo de mi cuarto para dirigirme a la puerta donde mis padres aguardan por mi, siempre han sido padres presentes y orgullosos de mi sin importar que tanto trabajo tengan; al salir de la casa y arrancar el vehiculo mis nervios estaban a flor de piel y no exactamente por la competencia sino porque por  fin Ethan sabría todo.

No pude evitar sonreir y mirar a mis padres, ellos eran la prueba de que sin importar el tiempo y la distancia el amor todo lo podía. Ellos tuvieron que separarse durante tres años cuando mi madre fue enviada a estudiar al extranjero y eso nunca los detuvo de amarse, siempre he soñado con una historia tan bella y duradera como la de ellos. Espero que Ethan sea mi co-protagonista en ella.

WarriorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora