Capitulo XV

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Volvi a donde se encontraba Leah algo aturdida no sabia si contarle dejar todo así, me sentía entre la espada y la pared sabia que la situación con Ethan no era buena en estos momentos pero no creo que tenga que llegar al punto de matarlo. Estaba tan centrada en mis pensamientos que no me había percatado de cuando había entrado Ben a la casa y me miraba de manera extraña

—Hope, necesito que hablemos—se notaba algo aturdido y nervioso, le dije a Leah que me disculpara unos minutos y me dirigí hacia la cocina con el—Me llegó un regalo a la puerta de mi casa—cuando dijo esto me sorprendí, esto es muy extraño

—Yo también recibí una caja negra—dije ahora más preocupada que nunca, el no se sorprendió es como si ya lo supiera.

—Lo sé, en la tarjeta que venía en la caja me decía que debía matar a Ethan y a ti si no lograbas matarlo—eso me dejó perpleja ¿quién diablos intentaba hacernos eso?—estoy aterrado no se que hacer, ustedes son mis mejores amigos.

—¿crees que yo no lo estoy? pero aunque no queramos debemos ir allá y hacer lo que se nos pide—no se si trataba de convencerlo a el o a mi de eso que acababa de decir, estaba aterrada.

—Entonces lo que me estas diciendo es...

—Mataré a Ethan esta noche—sentí como un nudo se formaba en mi garganta al decir esas palabras...

Luego de hablar con Ben no pude evitar quedarme muy asustada, mataría a la persona que no solo había sido mi mejor amigo desde siempre sino que también el amor de mi vida. Quería advertirle, por más que las cosas no estén bien entre nosotros no creo que el merezca la muerte, pero tengo un gran problema, no tengo cómo avisarle, ni siquiera tengo el número de Adam. No recordaba que Leah aún se encontraba aquí, por lo que corrí en su búsqueda pero vi como se dirigía a la puerta.

—Lo siento Hope, tengo que irme, no puedo estar fuera mucho tiempo —me sentía mal porque no había pasado tanto tiempo con ella y sabía que tenía que volver a la clínica—. ¿Me visitarás pronto? —su pregunta me hizo reflexionar, ¿y si moría hoy? No di tiempo a que llegara a ver alguna reacción mía, solo me limité a abrazarla.

—Claro que iré, te lo prometo —me sentía mal por hacer una promesa que tal vez no cumpliría, pero no podía contarle nada, no la pondría en peligro.

Luego de que Leah se fuera de mi casa subí hacia mi cuarto. Decidí recostarme un poco pero algo me lo impidió, un pequeño papel en mi lámpara de noche me dejaba una dirección y que debía dirigirme allá rápido. No me sentía muy segura de ir pero lo peor que podía pasarme era morir y sin importar que eso pudiera pasar esta noche tomé mis cosas, bajé y decidí conducir hacia el destino indicado.

WarriorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora