Mi Vida Entera [2TJGR] ✿ Aristemo

✿ Extra 5: Te amo, Tahi

.｡*♡ Quiero que seas mi final
La persona que esté conmigo en cada respiro.
No hare que estés triste. Mi querido amor.
Por favor nunca sueltes mi mano♡*.｡
Hold Me Tight—

[...]

Desde que nací sentí que tenía solo un propósito. Pertenecer a la gran y difícil familia Córcega, llenando el espacio que Juan Pablo había dejado.

Mi padre y sus intentos en vano de convertirse en un gran escritor. Siempre escuchando esos relatos impresionantes que adornaban mis sueños. Mamá siempre sonriendo y alabando cada una de sus ideas (aunque estás terminarán en fracasos), la vida era buena.

No teníamos abundancia. Pero tenía una familia. Aún así nunca me sentí cómodo conmigo mismo. No daba una en el estudio y cada día era más difícil ocultarlo de la familia.

No deseaba mirar sus rostros desilusionados y la expresión furiosa de Audifaz por haber reprobado todas las materias. Simplemente eso no se me daba bien.

Me encerraba en mi mundo y me ponía a imaginar diferentes escenarios en los que mi vida pintara para bien. La solución llegó y gracias a palabras de apoyo y el amor de terceros que fueron mis primeros amigos sinceros.

Julieta, Bruno, Juan Pablo, incluso mi mamá con el tiempo fue el ejemplo que siempre necesite.

En fin, sentía que podía hacer lo que quisiera. Me sentía pleno. ¿Qué podía saber yo de plenitud a los escasos quince años? Unos cuantos likes en Facebook, vistas en YouTube. Solo eran el comienzo de mi vida.

Al fin estaba descubriendo mi propio camino. Inconsciente sabía muy en el fondo lo que deseaba en mi vida. Tenía apoyo de todos y eso me motivaba.

Pero había un ligero problema.

Aún necesitaba descubrir al verdadero Aristóteles, necesitaba madurar.

Y ahí fue donde llegaste tú. No sabía el porque me sentí extraño cuando mi tía Blanca me había pedido llevar ese pastel con los nuevos vecinos. Estaba emocionado, después de todo me habían dicho que había alguien de mi edad, un amigo más nunca vendría mal.

¿Quién me iba a decir que te convertirás en algo más que un amigo?

Eras tan etéreo. Nunca negué que fueras atractivo, de hecho cuando dije que eras bien parecido recibí varias miradas de desaprobación. Sentía que era normal, después de todo eras genial.

Tu emoción por la vida y tú gentileza me dieron animos de convertirme en tu amigo. Y lo logré. Contigo conocí eso que muchas personas cuentan. Emociones que nunca había sentido.

Que iluso fui al pensar que sólo era amistad. ¿Cómo no pude ver lo obvio? Al final ese dicho es hasta cierto punto verdad: no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Verte tan expuesto me generaba admiración. Tú eras todo lo que yo aspiraba a ser. Alguien valiente que no esconde lo que piensa y siente. Y yo solo era un adolescente con un piano jugando a la estrella, con prejuicios escondidos y temores exteriorizados.

Tu viste a través de mi sonrisa despreocupada cosas que nadie vio. Te quedaste cuando nadie más estuvo interesado en hacerlo. Oh Cuauhtémoc, mi admiración por ti no dejaba de crecer. ¿Cómo es que tenía a ese gran tipo como mi amigo?

Y paso lo que terminó por demostrar que era un completo niño jugando a ser un adulto. No podía creer como reuniste todo ese coraje para develar tus sentimientos. ¿Qué acaso no tenías miedo? ¿Acaso no temias que te miraran mal?