Posiblemente haya dicho esto un millón de veces en su vida. Pero está sacaba por mucho a las anteriores veces. Mirando ahora a su pequeña hija portar ese pomposo vestido de cuento de hadas, su cabello recogido perfectamente y su pequeño rostro maquillado levemente.
Modelando delante del espejo, esperando que la hora tan esperada que ese pedazo de papel decorado con su nombre y el de su sobrino. Después de todo llegó el momento que ningún padre desea que llegue: el día en el que tiene que dejar ir a su pequeña.
— Se lo que estás pensando, y ni si quiera te atrevas, Aristóteles —la voz de su esposo lo sobresalta, se vuelve rápidamente y se queda pasando al ver a su lindo castaño con un traje color vino.
No puede evitar mirar de más a su esposo. Los años pareciendo como si no pasaran para el castaño de rostro angelical que en estos momentos lo miraba como si estuviera a punto de tirarlo del onceavo piso de un edificio.
— Yo no estoy pensando en nada, amor —dice mostrando la sonrisa más forzada de toda esta semana.
— Claro, ven aquí que te arreglaré esa corbata —como si de un robot se tratase, ni lento ni perezoso llegó hasta el hombre más bajo y solo pudo observar como las ágiles manos comenzaban a arreglar su mal nudo— Quien lo diría, veinte años de matrimonio y aún no aprendes a hacer el nudo como se debe.
No había reproche en lo dicho, solo un par de sonrisitas cómplices que bailaban en ambos pares de belfos.
— No necesito saber hacerlo, tengo al hombre más hermoso del mundo que siempre me regaña paga luego hacerlo correctamente.
— ¿Así...? —un beso comenzó y la mirada de una castaña estaba fija en la escena.
Laura suspiró, estaba a menos de una hora de casarse con el hombre que había amado desde que era una niña. Su corazón lleno de la esperanza que el amor de ambos durará tanto como el de sus padres.
Ya había pasado dos años que concluyó con su carrera, tenía un empleo fijo y gozaba de excelente salud. Aún recordaba como su relación con Alonso se había deteriorado cuando el tanto ella como el mayor habían entrado a la universidad. Los horarios, los amigos y un sin fin de cosas más lo hicieron llegar a la conclusión de que tal vez terminar sea lo mejor.
Lloro, más de lo que le gustaría admitir. Después de todo como decía su padre: Los Córcega López somos unos orgullosos de primera. Al final ahí estaba, nerviosa y con un zoológico brincando en su interior.
— Papis... —ambos hombres se separaron al instante.
— Cielo, ¿qué ocurre? —pregunto Temo preocupado acercándose a su hija.
— ¿Puedo preguntarles algo?
— Ya lo hiciste —respondió el rizado alzándose de hombros, ambos castaños miraron al susodicho, siendo Cuauhtémoc el que asesinara con la mirada al impertinente de su esposo.
— ¿Porqué de todas las personas me eligieron a mí?
Siempre estuvo esa duda clavada en su mente. Quizá sea algo normal conforme fue creciendo. Siempre supo que era adoptada y nunca había estado mal con eso hasta que las burlas en la escuela aparecieron. La curiosidad de saber sobre sus padres biológicos y el porqué no se hicieron cargo de ella.
Aiden estaba bien con todo. Persona que hablaba persona que se llevaba la paliza de su vida y un pase al hospital. Pero ella era diferente, su mente siempre cuestionando si era merecedora de una familia como la suya. Sus padres velando por ella y amándola a pasear de que a veces las cosas las hiciera mal.
Estaba apunto de casarse. No encontró un mejor momento para preguntar. El momento en el que tomaría una importante desición sobre su vida.
— Hablas de... ¿Tú adopción? —comenzó el castaño con inseguridad.
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Mi Vida Entera [2TJGR] ✿ Aristemo
Fanfiction✧ S e g u n d a T e m p o r a d a ✧ ━━━━ ✧ ━━━━ Matrimonio Luna de Miel Vida conyugal Suena como un sueño hecho realidad para Aristóteles, al fin tiene lo que siempre ha deseado. Un esposo que es el hombre de su vida y el trabajo de sus sueños. Nada...