El vicio peludo de Kaminari

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Pese a la intromisión molesta de sus amigos habían logrado terminar la película. Al antiguo Kaminari ahora en el cuerpo del rubio cenizo se le veía ese puchero tristón cuando algo te parece demasiado triste. Y como no si casi y ni sobrevive nadie en la película. Ver una película con el rubio era demasiado divertido ya que se ponía a veces a insultar o desearles cosas malas a los personajes que no le agradan y muy triste si les sucede cosas malas a los que le gustan.

La cena paso lo más tranquila que tratándose de ese grupo podría ser y es que vamos son de los más escandalosos alumnos que puede haber en el centro. Pero eso de que Kaminari insultara al de pelo teñido a gritos era toda una escena sacada de película de ciencia ficción ya que Bakugo no paraba de reír agarrándose el estómago junto al chico de las cintas y su novia. ¿Pero quién no reiría si al malhumorado jefe del escuadrón, el de dientes de tiburón le acaba de decir que debe buscarse una novia para que deje de ser tan agresivo? Claro está, la reacción del otro no se ha hecho esperar y ha comenzado una pelea verbal entre estos dos. La cual al ahora chico explosivo le ha dado un ataque de risa compulsiva y que nadie entendió pero que sus amigos igual se unieron al reconocer tenia gracia, aunque no tanta como para que el rubio saltara al instante a carcajadas involuntariamente. Vale que la mirada de muérete que el otro le echo no tenía desperdicio. Todo término cuando tras un demasiado fuerte golpe el rubio más bajo salió del comedor enfurecido y todo quedo en silencio de golpe.

-Muy buena eso de la novia bro, pero te pasaste – le reconoce el otro rubio limpiándose las lágrimas y terminando su cena.

-Solo le dije lo que pienso- se escusa el pelirrojo comiendo de su plato. Aunque lo último que le encaro fuera un golpe muy duro para el otro

-Le has dicho que solo un suicida o un santo saldría con alguien como el – le acusa decepcionado- Ambos sabemos que se le puede querer sin serlo. Nosotros somos sus amigos y no somos suicidas o santos- suspira negando triste y es que el pelirrojo le había hecho daño a ambos rubios con sus palabras, las cuales cortaron las risas del otro de tajo mirándole con odio.

- Kirishima, él tiene razón eso último fue muy duro – le acusa la chica triste por su amigo y el cómo se fue.

-Si fuera tú le pediría perdón pues se le veía dañado tiburoncin- el chico de cintas asiente mirando al pelirrojo y como este mira al rubio o al menos su cuerpo .Ellos dos intuyen que le gusta el rubio más alto del grupo.

- Tengo cosas que hablar con Jirou, luego nos vemos chicos – se levanta el rubio con una sonrisa que solo algunos notaron no era nada sincera. Todos ven que apenas comió y era raro en el ,pero achacaron esto al cambio de cuerpo y que aún no se había adaptado a él. Dejo la bandeja en su sitio y fue con la chica de los cables que le sonrió, por las caras que hacia esta y el resto de la mesa pudieron deducir les estaba deciendo lo que paso.

-Tío sé que te gusta Bakugo pero fuiste muy duro con el- suspira la de pelo rosa mirando de reojo como el cuerpo de Bakugo habla con la de pelo morado animadamente y ambos luego se van del comedor. Si lo piensan bien jirou era una de las que se opuso a su idea de llegar al fondo de lo que sucedió. Ahora la de pelo rosa intuye sabe todo lo que hicieron esos dos para acabar así.

- Luego iré a pedirle perdón y decirle que eso no es lo que pienso de él, que en realidad es por el cuerpo en el que esta – asiente el pelirrojo desanimado y es que pese a saber cómo el rubio era. Esa cercanía excesiva al de pelo cenizo le ponía muy celoso a veces y es que él no era tan valiente como para declarársele o siquiera superar los leves roces o gestos amistosos. Cuando por su cabeza había pasado el que el rubio pudiera llegar a tener novia le había llenado de ira y celos los cuales pago con el cuerpo del que consideraba el problema principal.

- Venga anda vamos a hablar con Ojiro para que nos diga si les vio esos días- le anima Sero golpeando su espalda

-Es Kaminari de quien hablamos Ojiro seguro le vio mucho rondar su cola- se burla la chica y así hacen juntándose con los otros dos ante la mirada de un chico de cabellos despistados preocupado porque su ahora amigo este en problemas. Preocupado por la seguridad del secreto del  rubio, decide espiarles a escondidas para saber que traman. No es propio de un futuro héroe pero el rubio le había ayudado mucho y apoyado siempre.

-Bueno el primer día vi a Bakugo empezar a entrenar en el jardín, Kaminari estaba con mi cola en ese momento alabando lo genial que el otro era – les cuenta el rubio a sus compañeros pensativo- Pero yo también me quede impresionado con el control de esa explosión tan potente y concentrada.

- Es que Kaachan es genial – comenta el de pecas apuntando eso en el cuaderno- ¿Sabes la hora en la que más o menos fue?

-Si serian sobre las 11 de la mañana, al día siguiente llego Kaminari nervioso para jugar con mi cola, creo algo le andaba preocupando después se fue con Shinsou - les cuenta pensativo haciendo memoria. De ese día se le quedo lo nervioso y ruborizado que estaba el más bajito cuando llego. Por su mente había pasado que quizás necesitaba valor para confesarse a alguna chica, pero no les dijo nada a sus amigos ya que no quería meter al rubio en más problemas de los que ya tiene con sus amigos. – Antes de irse ese día le vi sobre las siete. Hablamos un rato y luego salió de la residencia . Me dijo que había quedado para cenar – les conto todo por encima obviando algunos detalles como el que el rubio estuviera bien arreglado y perfumado, el ligero rubor al hablar de su cita a cenar y lo feliz que a este le hizo el que el ligón de la clase estuviera tan ilusionado. Kaminari era un coqueto por naturaleza, invadía tu espacio personal y parecía ligaba todo el rato pero en el fondo era un buen chico que necesitaba cariño y comprensión. Nunca pasaba de ese suave coqueteo casual con nadie en particular, quizás sí pero no abiertamente.

Desde las sombras el chico de la clase B les observa curioso mandándole un mensaje a su amigo. Ya esta por marcharse cuando se topa con su compañero Monoma que tiene toda la pinta de ir a burlarse de los chicos de la clase A . Aún recuerda cuando este le pidió al rubio eléctrico que le hiciera de cupido con él y esto llevo a una incómoda y desastrosa situación. Esa misma que le ayudo a conocer el gran secreto de los rubios y que casi le hace explotar a manos del más alto ese día.

Ve como el rubio se burla de ellos para irse y como se dispersan estos también por lo que decide marcharse ya a su habitación pues tiene cosas que hacer y su amigo al parecer estará ocupado, lo más seguro y por eso no responde. Como no estarlo después de la que montaron en la cena.

El pelirrojo se escusa diciendo que ira a pedirle perdón a su amigo por lo de antes y los otros le animan. Ellos se quedan un rato más en la sala de estar charlando con sus compañeros animados.

El chico de piedra camina por los pasillos ideando el cómo lograr el perdón del otro ya que fue muy duro con él. Quizás si le decía todo podría reparar algo, pero lo más seguro es que el otro no volviera a mirarle en mucho tiempo por lo que estaba en una gran encrucijada frente al cuarto del chico explosivo dudando si llamar o no. Del otro lado no se oía ningún ruido por lo que dudo si estaría o no hasta que se acordó que decidieron seguir en las habitaciones que se correspondían a sus cuerpos. Aun así llamo con la esperanza que Kaminari le abriera la puerta y así armarse de valor al ver el rostro del chico que le gusta antes de ir a pedirle perdón. Para su suerte o desgracia este no está en el cuarto. Esto le hace suspirar aliviado por no tener que verle en un buen rato, arrastrando sus pies y sumido en muchos pensamientos llega frente al dormitorio que siempre le perteneció al rubio del rayo y del que salía la voz del rubio desde dentro llena de insultos tan típicos del rey explosivo y no de este que le confirman el está allí. Se queda un rato dudando frente a la puerta de la que se traspasa el sonido de una conversación pero solo puede oír lo que su amigo dice ya que está gritando y la otra persona no.

-Me da igual lo que creas lo matare por eso al pelos de mierda- gritaba echando toda la valentía acumulada a la mierda. Quizás lo mejor era dejar que le golpeara y atacara para recibir su perdón.- Puto Pikachu de mierda siempre defendiéndole , más parece tu no...- gritaba insultando a su amigo por lo que intuyo que podía estar hablando con él por teléfono , de repente los gritos fueron cortados de golpe . Creyendo le había pasado algo se dispuso a llamar en un último arranque de valor y si no respondía derribaría la puerta para socorrerle.

La verdad es que eso de entrar como un héroe para salvarle era algo que le gustaba. Pero debía ser educado y no ir por ahí destruyendo puertas, más siendo la de Bakugo que seguro le termina matando si lo hace sin un buenísimo motivo invadiendo su privacidad. Despacio alzo el puño golpeando la madera lo más fuerte posible, como siempre hacia . Intentando dar la impresión de que no había pasado nada y todo estaba igual que siempre aunque no fuera así ya que nunca habían peleado tan fuerte ellos dos.

Lio de rubiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora