Esta bomba ya tiene dueño

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Las tres planeaban provocar varias situaciones para que el rubio tenga momentos a solas con el pelirrojo y el de cabellos lilas. Ambas entendían que el otro pensara que solo eran amigos pero aun, nada estaba perdido en esa relación ya que el rubio no tenía pareja. Al menos que ellas supieran. Estaban seguras que alguien como Kaminari pregonaría a los cuatro vientos el que estaba saliendo con alguien al segundo de ser aceptado. Pues también estaban seguras de que era el rubio eléctrico quien se confesaría a la persona que le gusta. Habían descartado a Bakugo ya que , bueno si, era amigo de la pelirrosa y ella sabía el gran vinculo de los rubios, pero se veía a leguas que un día el más alto le quitaría la vida al menor por alguna broma o tontería que este hiciera. Veían muy claro que ambos no tenían esa química de amor entre ellos. Ellas no sabían la verdad o eran muy necias para darse cuenta de ello. Puede que nadie quiso ver las claras señales que ellos mostraban sin darse cuenta.

Empezaron con el de rojizos cabellos proponiendo despertar los celos del rubio explosivo fingiendo interés el menor. Este ingenuo y confiado no viendo las verdaderas intenciones de las chicas que claramente planeaban cosas muy diferentes, accedió sonriente a los planes de las chicas.

-Hey kami-bro - llama tras la finalización de las clases al día siguiente al rubio que guardaba sus cosas para irse a la residencia - Sé que últimamente no he sido el mejor amigo - se rasca nervioso la nuca bajo la mirada del sonriente rubio- Te invito a una hamburguesa a tu restaurante favorito para compensarte.- Ni unos segundos pasaron para que el rubio saltara sobe su amigo creyendo todo volvería a ser como siempre. El otro solo veía esa oportunidad para hablarle a su amigo por ayuda

-Genial llamare al resto, seguro les encantara- saco su móvil comenzando a escribir al grupo del Bakugo squad

-Noo solos los dos - pide haciendo que el otro le mire dudoso- Tengo que pedirte un favor

- Bueno si es algo privado no les digo- suspira resignado cargando su mochila al hombro. Salieron del edificio hacia el restaurante bajo la mirada de otro rubio muy molesto ya que tenía planes para hacer con su chico, pues aun ninguno pidió al otro ser novios. Puede que solo él lo supiera pero no pensó en que su supuesto amigo se lo llevaría lejos de él, a solas. No es que fuera un cotilla o le interesaba lo que esos dos estúpidos hablaran. Solo se aseguraba de que ese idiota no se intentara pasar con su inocente novio, demasiado ingenuo hasta para notar como algunos le miran con deseo.

En el restaurante a la suficiente distancia de la sexy granada de la UA, se encontraban los dos amigos sentados con sus pedidos ya delante, teniendo hasta el momento una amena charla.

-¿Bueno dime que me querías pedir?- pregunto el eléctrico terminando su hamburguesa con una gran sonrisa- Debe ser muy importante si no quieres que los demás se enteren.

-Quiero que me ayudes a conquistar a la persona que me gusta y ya que tú tienes experiencia...-hablo tras un corto silencio mirando su plato ahora también vacío. En cuanto dijo la última de las palabras metió la pajita entre sus dientes para bajar el nudo que se estaba formando en su garganta.

-Si esta en mis manos hare lo que pueda-sonríe rezando por mantener la calma si dice el único nombre que no quiere escuchar. -¿La conozco?

-Sí, veras yo... Esto desde poco después de entrar a la UA estoy más que pillado por el-decía bajo la atenta mirada de oro de su amigo que analizaba cada una de sus palabras-Es tan varonil y genial-suspira embobado mirando a su amigo. Desde donde el espía estaba solo podía ver los gestos de esos dos y a sus ojos el pelirrojo parecía deshacerse por su novio, pero esperaría ya que si se metía sin un aparente problema el otro le dejaría en abstinencia y pondría celoso como la última vez paso. Amaba a su rayito pero cuando se lo proponía podía congelar hasta el infierno por capricho.

Lio de rubiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora