Lio de rubios

Tengo el mejor novio aunque nadie me crea

*HACE UN MES *

Esa mañana la gran mayoría de nuestros compañeros se habían ido a pasar los días festivos con sus familias por lo que la residencia estaba muy tranquila tras la hora del desayuno. Bakugo había ido a entrenar y aunque me hubiera gustado ver como lo hacía, tenía que ir con mi mejor amiga, la cual según ella, la tenía mal acostumbrada a ser un pesado y ahora me echaba de menos por estar babeando por el mal humorado gruñón de la clase. Como era de esperarse en mí y mi manía de pasarme el desayuno en el quinto limbo y la mirada fija en mi chico sin probar bocado. Por lo cual ella aun se cuestiona el por que nadie noto como me le comia con la mirada, la gran mayoria del tiempo. Lo cual ahora me hacía tener tanta hambre que sería capaz de comerme a Shoji de un bocado. A hurtadillas asegurándome que no había nadie, en especial alguien estricto capaz de llegar a sermonearme por no comer cuando debo. Una vez comprobado que el perímetro es seguro, rebusco en el refrigerador llenando mis manos con taper de comida sin darme cuenta que el dúo dinámico y la extraña amiga de Mirio-sempai, la cual me pone los pelos de punta con sus preguntas. Los dos primeros con aspecto de acabar de salir de una pelea de gatos callejeros con rabia y la chica con cara de disfrutar cuando pase el algodón por las cortaduras y moratones.

-Hey que pasa, os atacaron gatos callejeros ¿o qué?- me burlo preparándome un gran bocadillo sin quitar la vista del rubio que tras levantarme me indica que valla tras él, tras hacer un gesto las cibo hacia mi culo, el cual estoy seguro estuvo mirando cuando revuscaba en la nevera. Por lo que devoro la comida viendo como el chico con complejo de malo de Batman se queja por el alcohol. En cuanto termino limpio las pruebas de mi delito casi corriendo hasta la habitación del jefe de nuestro grupo de amigos llenando a la puerta. Toda mi sangre subió a mi cara cuando me relamí deleitándome con la vista de las gotas sobre su pecho descubierto, las mismas que creaban húmedos senderos en su piel y me generaban molestia en mi pantalón. Al momento la puerta había sido cerrada a mi espalda y el aire faltaba en mis pulmones por causa del fogoso beso que devoraba mis labios con avidez llevándome a la cama, donde había sido tirado. Tuvimos cuidado de no rozar sus heridas, las cuales después cure con mucho cuidado y algun mimo de mas.

Para mi suerte gracias a la pelea aún no había ido a entrenar, lo cual me permitía poder tomar el sol sentado mientras veo como como se tensan sus músculos por cada movimientos cubiertos de sudor, lo cual los hacia marcarse más y que su camisa se pegue a la piel. Creando una magnifica vista desde mi actual posición en el prado.

Que más podía pedir que tener mi peludito anti estrés y las magníficas vistas de Bakugo aniquilando árboles y haciendo flexiones. Bueno puede que fuera un poco descarado por mis bobos comentarios de enamorado. Pero para mí todo lo que él hacía era perfecto y genial. Por los mismos que jirou, mi gran amigo se cuestiona si nuestros compañeros fueron presas de una peculiaridad que les impida ver la realidad tal cual es.

Al fin había convencido a Jirou de que me ayudara a conseguir entradas para esa película que tanto quería ver Bakugo y de la que nunca era posible conseguir . Tardamos pero al fin las habíamos logrado conseguir para esa tarde en la sesión de las 16 horas. Quería darle una sorpresa por lo que con ellas en las manos me acerqué sigiloso a mi chico que se hallaba de espaldas gruñendo a su teléfono móvil e insultándole. Por esta razón no me noto cuando me le tire encima colocando las entradas frente a el. No esperaba ninguna muestra de gratitud o palabras amables, más bien esperaba justo eso, que me quitara las entradas de las manos y tener que correr tras caer de culo cuando me aparto, todo para lograr alcanzar a ese gruñón que me traía de cabeza. Se que puede parecer un mal novio o un desagradecido, pero yo se que no es así , solo que le da vergüenza y cuesta horrores dar las gracias o decir una palabras amables. Pero en demasiadas ocasiones me demostró cuan enamorado esta de mí y lo mucho que me quiere con sus actos.

Sé que nadie me creería si les dijera que estoy saliendo con el genial Bakugo Katsuki y menos si les contara el gran y genial novio que es. Estoy seguro que pensarían que me volví loco o tome alguna droga extraña de nuevo de los cultivos de ibara crellendo es te.

Aun no me creo eso de que este saliendo con un mimado, idiota y bueno para nada como yo. Mas cuando sale con detalles románticos como fue el mega peluche que no conseguí en los recreativos por mi mala puntería y después el me lanzo a la cara como si nada sabiendo la gran ilusión que me hace. Soy el idiota más afortunado del mundo, pues pese a sus insultos entrelazo nuestras manos y camino con un idiota y  feliz Pikachu como yo. Con el enorme oso casi tan grande como el abrazado contra mi cuerpo y una sonrisa de oreja a oreja que haría envidiar al gato de Chesaire, junto al chico más ardiente de la UA, que fruncía el ceño más con cada comentario que oía pero solo me pegaba más a él indicando que si decían algo más les mataba. Amo ese lado posesivo que tiene y me demuestra que para el soy tan importante para matar al que intente dañarme. Pero yo no me quedaría atrás si alguien osara meterse en medio de nosotros dos. Por ese mismo motivo estoy deseando que esos imbéciles de nuestros compañeros se quiten la venda y sepan que esa sexy bomba de relojería, mal hablada y gruñona tiene dueño. Que es mi novio y me eligió a mi sobre miles de personas más geniales. Pero no nos apetece tener que gritar que estamos saliendo a los cuatro vientos. Menos siendo algo tan obvio como lo es.

Por eso cuando regresamos tras nuestra cita, pues para mí eso es lo que fue y pese a que nunca concretamos estar saliendo juntos. Yo si le considero mi novio y sé que él me quiere y de momento con eso me sirve. Se me había ocurrido algo que vi en una película y quería probar y al parecer a mi chico no le había desagradado nada, al revés creo estaba deseando llegar al postre ya. Puede que cuando cogió la nata del refrigerador pegando aposta mi trasero contra su paquete juguetón, yo solito prendiera la mecha que me llevo a estar acorralado entre la nevera, la encimera y el cuerpo excitado del hombre que me gusta con el bote de nata en mis manos y mordiendo mis labios a la espera del fogoso beso. Ya saboreaba sus labios cuando Todoroki, el cual a veces creo puede ser el más ciego e ingenuo después de Midoriya. Vamos solo el podía considerar esa escena como un ataque de mi pareja y no lo qué en realidad era, si solo faltaba que estuviéramos en pelotas para ser mas evidente que estábamos apunto de liarnos en la cocina sin su oportuna intervención. ¿ Que parte de nuestra postura indica pelea,  su brazo al lado de mi cara apollado en la pared su pierna entre las mias evitando que me mueva y acercando mas nuestras caderas,  que me este mordiendo el labio agarrando su camisa para acercarle lo poco que quedaba o el rubor de mis mejillas ahora escarlata por sentir su cuerpo tan cerca?  Vamos solo quedaban unos centímetros de separación cuando el otro entro empujándole, todo esto después de gritarle que no dejaría que me lastimara. Y dado que aún seguía a cien y deseoso de averiguar cuantos usos podíamos darle al bote de nata. Si confieso que ninguno tradicional e inocente. Solo afiance uno de chocolate liquido también y su mano antes de a la carrera sacarle de allí llevo a la habitación más cercana poniendo el pestillo y tirándole a la cama sin camiseta y poniendo mi trasero justo sobre sus caderas moviendome lentamente para provocarle mas antes de mi espalda estar desnuda contra el colchón y mis pantalones en alguna parte de la habitación.