Tattoos → • k o o k t a e •

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La noche llegó en cuanto menos lo esperaron. Jungkook había estado sonriendo toda la tarde hasta cuando el sol cayó por el horizonte.

Taehyung jamás lo había visto tan emocionado.

Después de que terminaron con el problemita que tenía el peli plateado, ambos salieron del hogar del azabache, caminaron por el parque, fueron por helados, a comer, rieron, hablaron y se besaron tanto, que la noche los alcanzó muy rápido.

Ambos ahora se encontraban justo frente al museo al que habían ido hace poco tiempo, no había pasado ni una semana desde que lo habían visitado, era extraño estar de nuevo ahí.

— ¿Qué pasa? Jungkook, ¿porqué estamos aquí?.— preguntó el menor mientras miraba por fuera el museo, no había gente, estaba claro, era pasada de la hora en que cerraban el museo.— No me digas que hiciste de nuevo lo del museo, Jungkook debiste...—

— Oh no, no Tae, escucha esto, ahora es tu noche, quiero que veas algo que quizá estuve planeando durante un tiempo, no mucho, pero hace poco pude hacerlo y por fin dio resultados.— dice mientras tomaba su mano con mucha delicadeza.— hoy no gastamos nada de dinero, sino al contrario, ganaste mucho.—

Taehyung confundido sonríe y avanza hasta la puerta de el museo tomado de la mano de su pareja. Jungkook lo detuvo justo cuando dio un paso después de la puerta. Rápidamente el menor se confundió aún más y para cuando lo miró este ya tenía una venda en sus manos.

— será solo por un momento, confía en mí.— Taehyung cerró sus ojos y al instante el mayor cubrió con cuidado estos. Trató de no apretarlo tanto para no lastimarle.

Así, el menor comenzó a caminar con la vista ciega. Se dejaba guiar por su novio quien aún permanecía con una linda y radiante sonrisa. Estaba emocionado y no podía evitarlo, era quizá lo mejor que pudo haberle dado a su pequeño.

Taehyung no podría estar más intrigado, deseaba saber que tramaba el chico, Jungkook jamás había actuado de esa manera tan... curiosa.

— ¿Ya?.— pregunta lleno de curiosidad, pero su pareja no dejaba de guiarlo.

— Ya casi, espera un poco más.— responde Jungkook guiando a Taehyung hacia un lugar que ambos conocían. Ambos amaban ese preciado lugar.— Bien, a la cuenta de tres te quitaré la venda ¿correcto?.

La cuenta regresiva comenzó por parte de Jungkook, quien con lentitud mencionaba cada uno de los pocos números. Por otro lado Taehyung se moría de nervios por saber de que se trataba, mordía su labio emocionado mientras sus manos temblaban un poco.

Cuando la palabra "ahora" fue mencionada por el azabache, la venda cayó al suelo. Los ojos del peli plateado se abrieron con rapidez y al instante se cubrieron de lágrimas al ver lo que estaba frente a su rostro.

— J-Jeon Jungkook... tú... ¡Por Dios!.— gritó emocionado el menor mientras se lanzaba hacia los brazos de su chico con las lágrimas escurriendo por su mejilla.

La pintura que había estado preparando con mucho esfuerzo estaba colgando en el pasillo de nuevas artes, como el muchas veces había soñado. Tenia su nombre escrito en una placa y la fecha en al que había sido creada.

Una pequeña lamparita iluminaba solo esa zona, especialmente esa ya que Jungkook lo había pedido.

— ¿Cómo lo hiciste? Dios mío, esto es increíble, no sabes lo mucho que te amo.— dice dando un pequeño salto. Jungkook al instante lo sostiene de los glúteos mientras el más chico enreda sus piernas en las caderas del azabache.

— TaeTae... ¿recuerdas que me dijiste que no tenías más ahorros?.— murmuró el mayor mirando como su pareja se separaba un poco para mirarlo.— pues me dieron mucho por esta pintura, dicen que tienes mucho talento y que recibirán todas tus obras en todo momento, te pagarán por ello, así que ahora no debes preocuparte.—