Chronicles of a shadow » Kakashi Hatake [Naruto]

02 | El comienzo de una Leyenda.

— ¡Abuelo Hiruzen! — Grito Sayaka despertando de una pesadilla, estaba llorando.
— ¿Sayaka? ¿Donde estas? — Alzó la voz Kakashi entrando a la habitación de la chica quien seguía llorando — ¿Saya que sucede? ¿Por que lloras? — Cuestionó colocándose frente a ella.
— T-Tuve una pesadilla — Dijo con dificultad — Esta ves fue con el Abuelo Hiruzen — Soltó respirando con dificultad.
— Ya veo, no te preocupes — Sonrió levemente tallando sus ojos — Iré a hacer Té, tranquilizate un poco — Se levantó dirigiendose hacía la cocina.

Hacía menos de dos años qué los dos habían comenzado a vivir juntos ya que Sayaka había comenzado a tener problemas con la persona que le rentaba él departamento y Kakashi le propuso vivir juntos como "Compañeros" en la casa donde se crió Kakashi junto a su padre Sakumo.

Congeniaban muy bien, su relación era demasiado cercana y más ahora que tenía un tiempo que Hiruzen había fallecido, Naruto se había ido con Jiraiya, de Sasuke no se sabia mucho y Sakura estaba con Tsunade así que la Hokage los enviaba a Misiones juntos.

Sayaka decidió levantarse de su cama dirigiéndose al jardín para poder observar el cielo, ultimamente sentía una gran necesidad por mirarlo.

— Tus pesadillas comenzaron después de la muerte de Hiruzen ¿Cierto? — Sayaka asintió ante la pregunta de Kakashi — Pareciera que murió hace unos días, su muerte te consterno — Habló Hatake, sentándose a su lado.
— Me sigue doliendo demasiado, quería al Abuelo Hiruzen muchísimo y ver llorar a Konohamaru aquel día de su funeral me partió el alma — Confesó soltando algunas lagrimas — Y pensar que poco tiempo antes él me encargó a Konohamaru, lo extraño tanto así como también a Kushina y Minato Sama — Respiró con dificultad por el llanto.

— Ya no te agobies con eso, sabemos quien fue el culpable de la muerte de Hiruzen — Trató de darle consuelo, luego bebió un poco de te — Pasemos a otro tema ¿Por que miras tanto el cielo? Pareciera que esperas a que alguien venga por ti — Habló mirando él cielo también — Hablando del cielo, te conosco después de esa cena pero no antes ¿Puedo saber sobre tu pasado? — Cuestionó Hatake intrigado.
— He nacido con él único propósito de comenzar un nuevo mundo...

Al día siguiente tenían una misión en la cual tenían que recuperar pergaminos importantes para la aldea, él sol comenzó a molestar los ojos de Sayaka quien palpó la superficie donde de hallaba dormida.
— Eh...¿Buenos Dias? — Se escuchó la voz de su compañero.
— ¡Kakashi! — Se alarmó la muchacha sonrojada sentándose, la noche anterior había dormido con su amigo.
— Es cómodo dormir a tu lado, ayer me dio tanta pereza regresar a mi habitación que me quede contigo — Río sentándose también bostezando.
— No te preocupes, pero recuerda que tenemos una misión — Sonrió Sayaka arreglando un poco su cabello.
— Así es, nos vemos en media hora en la cocina ¿Es tiempo suficiente? — Bromeó Kakashi.

— Eres tú quien tarda mucho arreglando tu cabello — Sayaka comenzo a elegir su ropa.
— Eso dices — Kakashi salió de la habitación riendo.

Con calma desayunaron, organizaron las provisiones que llevarían en sus mochilas y por supuesto sus herramientas para pelear, ya habiendo hecho eso se dispusieron a salir de su casa encontrándose con Iruka acompañado de Konohamaru.
— Buen día chicos — Saludó Iruka.
— Buen Día Iruka Kun ¿Que los Trae por aquí a ti y a mi pequeño Konohamaru? — Sonrió Sayaka.
— Konohamaru quería despedirte y darte un regalo — Sonrió Umino.
— Si ¡Así es Sayaka oneesan! — Saltó emocionado Sarutobi.
— Bien y ¿Que es? — Preguntó Sayaka emocionada.

— Toma — Konohamaru le extendió una caja larga.
— Es demasiado grande — Soltó Kakashi sombrado.
— S-Son un par de Katanas — Soltó Sayaka con emoción mirandolas — Gracias Konohamaru son grandiosas ¿Como las pagaste? Debieron ser muy costosas, no puedo aceptarlas — Negó Sayaka volviendo a tapar la caja.
— Aceptalas, yo le ayude a Konohamaru a comprarlas — Le animó Iruka.
— Esta bien, muchísimas gracias por el presente — Hizo una reverencia la Ōtsutsuki.