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Casi dos meses habían pasado y Adhara se seguía sintiendo mal. No solo emocionalmente, sino que su malestar se convirtió en algo físico ahora, pues los vómitos, los dolores de cabeza y los mareos no la dejaban tranquila ni un segundo.

Snape les había dicho sobre un estúpido baile que tendrían para Navidad, tradición del estúpido Torneo que ya estaba empezando a odiar.

La primera prueba había sido pelear contra un dragón y quitarle un huevo, cosa que la tuvo al borde del desmayo en repetidas ocasiones. Cedric lo había hecho bien, pero había salido lastimado y el hecho de no poder acercarse a preguntarle si estaba bien la ponía mal. Además, aunque le dolía admitirlo, también se había puesto ansiosa por Potter, pues le había tomado cariño a Hermione y pensar que el mejor amigo de la chica podía salir herido la preocupaba.

Sin contar que, de alguna u otra manera, terminó aceptando su invitación para el baile. No era exactamente una cita perfecta, pero el morocho había tenido un enfrentamiento en un pasillo con el idiota al que había dejado que la llevara al baile y lo había lastimado a sólo dos días del baile, así que él para compensarlo le ofreció ir juntos.

Lo único bueno de aquel curso, era que había visto a Charlie Weasley, quien trabajaba con los dragones que habían llevado para los competidores.

Su vestido ya lo tenía. Era verde esmeralda con pequeñas piedritas brillosas decorando la parte de su pecho. También había decidido llevar zapatos negros para no estar tan pequeña, pues lamentablemente aunque era un año menor Harry era más alto que ella. Ella decía que había elegido el verde por su casa, pero parte de ella solía recordarle que Harry tenía el mismo color en los ojos.

En ese momento, Adhara estaba en la habitación de Daphne y Pansy acompañada de ellas dos y de Astoria, quien iría con Theodore al baile pues al ser de tercero solo pedía ir si alguien de cuarto para arriba la invitaba, y Daphne no iba a dejar que ningún idiota mayor se le acerque. Daphne iría con un chico del equipo de Quidditch de sexto año y Pansy iría con Draco, quien la había invitado a ella para no llevar a ninguna bruja de sangre pura de Slytherin que sólo esté interesada en él por su apellido y su fortuna. Blaise iría solo, según él para poder bailar con todas las chicas que quisiera sin comprometerse con ninguna.

Las cuatro estaban vestidas y maquilladas. Decidieron no hacer esperar a sus parejas, pues sabían que podían llegar a asesinarse si estaban mucho tiempo juntos sin que nadie los supervise.

Salieron de la Sala Común y fueron hacia la entrada del Gran Comedor. Ahí las estaban esperando sus repectivas parejas, todos los Slytherin miraban mal a Harry, excepto por la pareja de Daphne que los miraba aburrido.

La mirada de Harry pasó de ser fulminante a sorprendida cuando vio a Adhara. Draco siguió su mirada, llevándose la sorpresa de ver a su prima y sus amigas en vestidos hermosos y caros y con maquillaje y peinados perfectos.

Adhara se acercó al ojiverde.

—Te ves... hermosa —confesó Harry nervioso.

Ella sonrió.

—Gracias. Tú también te ves bien.

No mentía en lo absoluto, Harry se veía más que bien. Llevaba una túnica de gala y unos zapatos lustrados. El cabello lo tenía igual de despeinado que siempre, pero le daba ese toque rebelde que Adhara tanto amaba en los chicos.

—¡Potter! —el grito de la profesora McGonagall los sacó a ambos de su burbuja. Si no era ella, probablemente sería Draco que estaba siendo retenido por Pansy pues detestaba que él sea la pareja de su prima—. ¿Está listo?

—¿Listo para qué? —preguntó confundido.

—Los campeones abren el baile, señor Potter. Señorita Black, suerte a ambos. ¡Señor Krum, ¿dónde está su pareja?!

Pregnant Witch [Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora