Capítulo #13

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Nos quedamos un rato acostados juntos en mi cama, sin hacer nada en particular. El tiempo pasaba demasiado rápido cuando estaba con él... Hablamos de tonterías durante un largo rato.

— Bueno, creo que ya es hora de irme. — Niall suspiró al ver la hora.

Solté un quejidito mientras lo observaba levantarse de la cama.

— No te vayas. — casi le rogué.

— No puedo quedarme, es mediodía y tengo que volver a casa a comer. — se llevó una mano a la panza. — Tengo hambre.

— ¡Entonces quédate a almorzar! — me apresuré a decirle. — Mi madre estará encantada...

— Sabes que como mucho. — me recordó, mitad en broma mitad en serio.

— Si luego de almorzar sigues con hambre, podemos ir a una pizzería o lo que quieras. — sonreí, divertida.

Él pareció dudarlo.

— No quisiera molestar a tu familia...

Me acerqué gateando hasta llegar al borde de la cama, donde me arrodillé para quedar frente a frente con él.

— Quédate conmigo. — le pedí con voz seductora.

Niall me sonrió y se inclinó para besarme. En cuanto nuestras bocas se unieron lo envolví en un beso apasionado que él me devolvió de muy buena gana. Poco a poco comenzó a empujarme y para cuando quise darme cuenta estábamos acostados, él sobre mí, con su miembro que ya estaba alzado y mi vientre que palpitaba enloquecido. Sin pensarlo enredé mis piernas con las suyas y lo aplasté contra mi cuerpo, sentí su enorme miembro contra mi intimidad y solté un gemidito impaciente. Sólo la ropa separaba nuestros cuerpos, pero eso se podía solucionar.

Alguien tocó la puerta.

— Mierda.

Niall salió de arriba mío y se sentó a mi lado agarrando la guitarra del suelo y colocándola sobre su cuerpo de tal forma que ocultara su erección. Yo me senté y acomodé un poco mi cabello.

— ¿Quién es? — pregunté como quien no quiere la cosa.

— Soy yo, chicos. — mi madre abrió la puerta y nos miró, sonriente. — Vine a preguntarle a Niall si quiere quedarse a almorzar.

— Sí, quiere. — me apresuré a contestar por él. Ambos se rieron, los ignoré y traté de evitar que mis mejillas se pusieran coloradas. — Luego de almorzar vamos a salir, mamá.

— Traten de no volver muy tarde, cariño. — ella me hizo un guiño cuyo significado no entendí y volvió a salir del cuarto. — Luego los llamo para almorzar.

— Gracias, señora Sykes.

— No hay de qué, querido.

En cuanto la escuché bajar las escaleras me levanté de la cama y cerré la puerta con llave, harta de interrupciones. Sentí las manos de Niall posarse en mi cintura, me hizo darme vuelta y me besó con fiereza, empujándome hacia la pared más cercana. En cuanto estuve apoyada contra ella Niall soltó mi cintura y se quitó la remera, luego volvió a besarme mientras desabrochaba mi camisa lo más rápido que podía.

— Aquí no. — susurré cuando comenzó a quitarme la pollera. — Pueden escucharnos.

Lo tomé de la mano y lo llevé hacia mi baño, en el camino me quité la pollera, agarré mi celular y puse música con el volumen muy alto. Cuando estábamos por entrar al baño Niall me obligó a detenerme y mirarlo a los ojos. Me excité al ver el fuego del deseo ardiendo en su mirada, sin poder contenerme me acerqué aún más a él y lo besé, mientras lo hacía busqué sus pantalones con mis manos, se los quité rápidamente y luego entramos al baño. Cerramos la puerta con llave y apagamos la luz.

Entonces él se lanzó a besarme con desesperación, sentía su miembro palpitante, erecto, ansioso por entrar en mí. No pude contenerme y lo apreté por sobre la tela del bóxer, Niall gimió exitado y volví a hacerlo, él mordió mis labios con fuerza de forma casi inconsciente. Sin pensarlo dos veces metí mi mano dentro de su bóxer y le apreté a Willy (ese era el nombre de su miembro) con fuerza.

— No pares. — gimió Niall.

Su voz sonaba tan exitada que me dieron ganas de violarlo todo con tal de complacerlo. Agarré su miembro con ambas manos y lo apreté, él soltó un gruñido y mordió mis labios de nuevo. Comencé a acariciar a Willy, cada tanto volvía a apretarlo, cada vez con más fuerza. Niall no dejaba de gemir, complacido, y mi cuerpo entero pedía a los gritos que me la ponga de una vez.

Pero él estaba disfrutando con lo que yo hacía, y a mí me encantaba hacerlo gozar.

Dejé que mis manos se movieran por su miembro, de arriba a abajo, al principio con lentitud pero luego más rápido y apretándolo con más fuerza. Niall ocultó su rostro en mi hombro mientras yo lo masturbaba. Su respiración agitada me provocaba escalofríos. Moví mis manos aún más rápido, y comencé a gemir al imaginarlo dentro de mí...

Sentí la mano de Niall posarse en mi intimidad y presionarla por sobre encima de la tela de mi ropa interior. Un gemido bastante subido de tono se escapó de mis labios. Mientras yo seguía masturbándolo él metió su mano bajo mi ropa interior y acarició el contorno de mi entrada.

— Estás tan mojada... — suspiró, gozoso, y me hizo soltar su miembro. Solté un quejidito. — Deja, ahora quiero que gimas tú.

Terminó de desnudarme y me apoyó contra la pared. Con un rápido movimiento me alzó y me hizo rodear su cintura con mis piernas, colocó sus manos en mi trasero y lo apretó con fuerza... Y comenzó a penetrarme.

Gemí, un gemido profundo, inundado de placer. Niall me besó mientras se movía dentro de mí lentamente, muy lentamente, con embestidas suaves pero decididas. Me aferré a su espalda y apreté aún más su cuerpo contra el mío.

— Me vuelves loca. — le susurré, rozando su barbilla con mis labios.

Niall llegó al orgasmo al escucharme y su líquido tibio me llenó por dentro. Amaba que se corra dentro de mí, esa sensación de que algo suyo se quedaba en mi interior... Suspiré, gozosa, y él comenzó a embestirme con más rapidez y fuerza. El orgasmo no tardó en llegarme, Niall me besó para impedir que gritara, pero aún así le clavé las uñas en la cintura. Cuando pasó el efecto suspiré satisfecha e hice un gesto para separar nuestros cuerpos.

Pero Niall no estaba dispuesto a dejarme ir aún.

— Un rato más. — me rogó con voz lastimera.

Iba a negarme (en un rato tendríamos que bajar a almorzar), pero entonces Niall aplastó su cadera contra la mía y comenzó a moverse en forma circular. Sentí su miembro removiéndose en mi interior y casi ronroneé de placer.

— De acuerdo. — le sonreí en la penumbra.




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Verdad O Reto // Niall Horan // Louis Tomlinson //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora